Mi princesa: Un sueño de amor (Historia Terminada).

Triste recuerdo de un amor.

  Capítulo 29. En la sala de urgencias de un hospital llegan paramédicos con una camilla, trasladando a Isabela al quirófano.
-¡Paciente herida de bala! ¡El plomo sigue en su cuerpo!-Decía una enfermera.
-Debemos extraer esa bala antes de poner en riesgo su vida-Un doctor daba órdenes a su equipo de trabajo.
Mientras preparaban a Isabela para cirugía, Javier se encontraba en el patio del hospital cuando recibió una llamada de Filiberto.
-Oye Javier, acaba de suceder un accidente, ya sabemos porque no llego Erick al altar.
Javier trataba de fingir que no sabía nada y pregunto.
-¿Qué paso Filiberto? No te entiendo.
-Esta mañana hubo un accidente automovilístico y al parecer... El auto corresponde a la compañía, Erick murió... los judiciales encontraron los restos calcinados de un hombre.
Javier por dentro estaba feliz por lo sucedido, después volvió a la conversación.
-¿Erick?
-Al parecer si, el cuerpo estaba afuera de la camioneta calcinado, tal vez se abrieron las puertas y salió proyectado, pero para cerciorarse se deberán hacer estudios de la dentadura de ADN...
-¿Pero Erick viajaba solo?-interrumpió Javier.
-Pues sí, eso se cree.
-¿Y entonces?
-Pues no sé, estas investigaciones aún no se concluyen.
-¿Pero para que seguir? Si todos sabemos que era el, y nuestra familia no va a permitir alboroto ni escándalo, así que paga lo que sea para que omitan esos trámites y rescaten los restos para que se le dé cristiana sepultura. Mi tía Catalina adoraba a Erick y no voy a permitir que sufra más de lo indebido.-Concluyo Javier.
Filiberto se pone nostálgico y lloroso, el perder a su fiel amigo para siempre lo aterra hasta el alma.
-¡Te nos adelantaste en el camino Erick!-Mueve la cabeza, pensando en su mítico amigo- Pronto nos volveremos a encontrar-Concluye con una lagrima.
En el hospital los doctores continúan tratando de sobrevivir a Isabela, ella inconsciente es atrapada en un torbellino de recuerdos...
«Erick observa desde el auto a Isabela, enseguida se baja y va tras ella.- ¡Oye! Si gustas te puedo llevar a tu casa, para que no te mojes, la lluvia está muy fuerte.
En ese momento sus miradas se encontraban, y aquella voz cálida de Erick hizo que Isabela volteara.
-Discúlpame, no soy de las personas que brinda confianza al inicio y ¡menos con fuereños!
-¡Bien! Entonces me presento, Soy Erick un caballero que puede acompañarte hasta tu casa (sonríe).
-No seas tonto, no me interesa saber tu nombre, así que ¡déjame en paz!
-¡Entonces perdóname por lo que voy a hacer!
El deseo que Erick sentía por Isabela era tan fuerte que no dudo en besarla profundamente, tomándola por la cintura, mientras Isabela correspondía, sus labios se entrelazaban con cautela y pasión, en ese momento la lluvia se detuvo, Isabela se apartó, sus mejillas se ruborizaron cuando se dio cuenta de que llevaba varios minutos...»
Ese dulce recuerdo, el momento en que conoció al hombre que más amo parecía estar tan lejano llegando a través de un túnel muy largo disolviéndose en su conciencia.
De pronto los signos vitales de Isabela regresaban a su estado normal.
Isabela se aferraba a la vida, Después de varias horas de una cirugía por demás complicada, un doctor salió a la sala de espera dando la noticia a sus familiares.
-Señor Pedro se complicaron un poco las cosas hemos hecho todo lo que pudimos, también le aviso que su hija está embarazada y él bebe no corrió ningún riesgo.
Pedro parecía alegrarse un poco al escuchar que Isabela estaba embarazada, después pregunto.
-Y Ella, Se va a salvar ¿Verdad doctor?
-Está en las manos de Dios, pídale a él por su recuperación.
Pedro, Zulema y Filiberto unieron sus rezos, el temor de perder a Isabela al igual que Erick les dolía hasta el alma.
Al otro día en la mansión de los Castillo Bastamente el cuerpo de Erick era velado ante la presencia de sus seres queridos.
Catalina y Tatiana sacaron fuerzas para presenciar el velatorio y más tarde se despedían de su entrañable familiar en el cementerio.
Fueron varios los días que Isabela paso en terapia intensiva, hasta que un día de alimentarse con su incertidumbre, renacía a la vida.
Isabela abrió los ojos y al ver a su padre pregunto.
-¿Qué me paso? ¿Dónde estoy papá? ¿Dónde está Erick?
Pedro se dispone a responderle, pero se da cuenta de que no puede decirle que Erick está muerto.
Pedro se queda callado el silencio agobia a Isabela.
-¿Dónde está Erick papá? ¿Por qué no llego a la boda?
El ritmo de los latidos de su corazón aumenta, Pedro no sabe que decirle, En ese momento Javier entra y termina por responder a la pregunta de Isabela.
-Tienes que ser fuerte, ¡ERICK ESTÁ MUERTO ISABELA!
En su cara aparece una expresión de profunda tristeza, casi de desesperación. Esto probablemente tan sólo durante unos segundos; luego su rostro asume la expresión de llanto, desolada comienza a sollozar.
-¡NOOOOOOOOOOOO! Erick no puede estar muerto, no díganme que no.
Isabela voltea llorando y dirige una mirada de tristeza a su padre.
-¡Dime que no es cierto papá! ¡Dime que Javier está mintiendo!
-Eso es verdad hija- Pedro contesto al borde del llanto.
Enseguida pedro abraza a su hija, quien está totalmente destrozada por la pérdida de Erick.
En otro punto de la ciudad, siendo exactos en el colegio privado, se encuentra Tatiana junto a sus dos amigos; Tatiana y Tom.
-Anda vamos al cine para que te animes-decía Tom.
-¡No seas tonto! Tatiana no tiene ánimos.- respondía Ana.
-Discúlpenme, de verdad no es fácil perder a mi hermano de un día para otro, todo esto es tan complicado, primero Pascual se aleja de mí, y ahora mi hermano, él se aleja para siempre.
-Pero aquí estamos tus amigos, para apoyarte en las buenas y en las malas-agrego Tom.
-¡Lo sé! Ustedes han hecho de mis días tristes los más felices, pero saben, he pensado en viajar con unas tías al extranjero, necesito olvidarme de todo, necesito comenzar una nueva vida, hoy los he citado para despedirnos.
-¡No Tatiana! ¿Nos abandonaras? Además ya casi es nuestra graduación.- tristemente decía Ana.
-Discúlpenme pero es lo que necesito, la decisión está tomada y debo partir en unos días.
Tatiana se abrazó de sus amigos despidiéndolos con cariño y llevando con ella el recuerdo de los momentos más felices.
Los días pasan lentos, uno tras otro, sin que sean diferentes. Esos días extraños de los que uno no se acuerda ni de la fecha, De esos días en los que tratas de fingir que todo está bien, cuando no lo es.
Isabela camina entre las calles, consternada y triste, a su lado su padre, el señor Pedro trata de animarla, rumbo al cementerio caminan a dejarle flores a Erick.
Al llegar al cementerio Isabela se acerca a la tumba de Erick dejándole el ramo de flores, enseguida se dispuso a rezar por ella. Una vez finalizada su oración, permaneció sentada al lado de la tumba, estática y pensativa. En su mente imaginaba un diálogo con el:
- Erick mi amor... Como me haces falta. Nuestro bebé y yo te necesitamos tanto, amor. Siento que no estoy completa, Estoy rota. Estoy fatal.
Imaginadas todas estas palabras, no sentía ganas de moverse de allí.
Su padre le toco el hombro, con una voz apagada le dijo.
-Isabela, lo mejor es que comiences una nueva vida al lado de tus abuelos Gonzalo y Carmela, debes viajar a su lado, debes tomar un tiempo, tienes que distraerte, y que mejor que continuando tus estudios en Francia, lugar donde viven ellos, Tu abuela tiene deseos de conocerte al igual que tu abuelo.
Las lágrimas se han secado en la mejilla antes de caer, Isabela ve a su padre.
-Tienes razón papá, tengo que hacer una nueva vida, por favor déjame a solas, quiero despedirme de Erick para siempre.
Pedro accede a la petición de su hija y en instantes se retira.
Tras haber quedado sola, Isabela, sintió que por primera vez estaba vacía.
Sentía que los pensamientos de Erick de alguna forma la involucraban y la hacían sentirse bien.
-"¡Ay amor! Extraño una parte de mi...esa que se fue contigo." Nunca te olvidare Erick te llevare en lo más profundo de mi alma" Y cuando nuestro bebé llegue a este mundo, le contare de ti, y de lo maravilloso que eras...
Enseguida estrecha su mano hacia la tumba fría.
-¡Adiós para siempre, mi amor!