VIII.

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Llegué al centro médico y entré a la habitación donde dejé a Thai, pero cuando abrí la puerta no había nadie dentro, ni si quiera Julie u Oliva. En eso suena mi teléfono, vi el nombre en la pantalla y era Julie, así que respondí.

—Carter, no tengo mucho tiempo, tengo que entrar a cirugía de emergencia en 2 minutos, iré al grano. Thai ya no está en el cuarto, — hablaba Julie del otro lado de la línea— Joe se te adelantó y se lo llevó, no sé a dónde, tampoco sé que le va a hacer, Joe estaba con una actitud muy extraña y me tiene intranquila. Lamento no poder evitar que se lo llevara, pero sabes que también tengo que obedecer ciertas órdenes. Aun así, el chico me preocupa...

—Lo sé, descuida, voy a buscarlo, te veré más tarde, gracias por todo Doc.— y colgué.

Si el general se lo había llevado probablemente estaba en la sala del pánico.

Le decíamos así porque ahí estaba el extractor de recuerdos, una máquina que sólo funciona si el individuo al que se conecta logra segregar las hormonas de oxitocina y adrenalina en ciertas cantidades, esto quiere decir que se necesitan del miedo y la ansiedad para que funcione; es extraño, pero bueno, ¿quién soy yo para juzgar a la ciencia? Así que le dieron la apariencia de una silla eléctrica y dejaron que Joe incluyera su toque personal para que pareciera un interrogatorio tortuoso y ¡Bum! Tenemos al tipo sudando miedo y ansiedad en menos de dos minutos. Hacer que segregara las hormonas era pan comido, lo difícil era encontrar la información.

El extractor registraba la memoria y otras partes de la mente de las personas, de extremo a extremo. Casi siempre los que caían ahí eran posibles espías o presos de misiones que capturábamos a veces. Se les colocaba el casco y éste transmitía los recuerdos a la pantalla del panel de control que estaba detrás de la sala, y se conservaban los más importantes para nosotros en las computadoras del panel, como información, documentos confidenciales, personas vinculadas, planes en potencia, etc. También podíamos hacer otro tipo de neurohackeos, incrustar chips internos, colocar un virus, formatear la memoria o reparar grietas mentales. El cerebro humano es como una computadora, una muy, muy compleja y frágil.

La única desventaja de es que las personas no pueden estar más de quince minutos dentro. Una vez dejamos a un tipo con mucha información como por una hora, no pensamos que fuera a pasar algo tan grave, pero el cerebro se le quemo por dentro y murió, desde aquella vez se lleva el conteo de los minutos en el panel. Sin embargo, yo sabía que los quince minutos nunca eran suficientes para el general. Él examinaba cada rincón de la mente y eso llevaba más tiempo del que se tiene establecido. Pero no iba a dejar que le hicieran eso a Thai, por alguna razón confiaba en que él no era un peligro, era intuición ¿tal vez?

Legué al cuarto del panel de control, el cual estaba detrás de la sala y me pidió la llave de acceso. Una ventaja de ser capitán es que puedes entrar a ciertas áreas confidenciales, el panel de control era una de ellas. Abrí la puerta con la tarjeta de autorización y cuando entré vi a Joe parado de frente a la pantalla junto con dos tipos que estaban manejando las computadoras. Del otro lado estaba Thai, podía verlo por el espejo translúcido que estaba en la otra recámara. Él estaba dormido; una vez que la máquina era encendida el sujeto dormía mientras se registraba su mente, al parecer se encontraba bien, me dio gracia ver que todavía tenía puesta la bata de hospital, al pobre ni si quiera lo dejaron vestirse.

—¿Qué haces aquí Carter? — dijo el general con una mirada desconcertada.

—¿Yo? — diablos, no había pensado en que le iba a decir.

—¿Acaso hay otro idiota que se llama así? — mencionó Becky apareciendo a mi espalda.

—Hola Becky, es un gusto verte también— le respondí un poco sarcástico. Era de esperarse que Rebeca estuviera allí, debo reconocer que es de las mejores en control de mandos, se especializa en descifrar códigos, hackeo de sistemas y es excelente para el neurohackeo, así que siempre la mandan traer para supervisar el funcionamiento del extractor y llevar el registro de datos.

PROYECTO OMEGAVERSEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora