XV.

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Acabábamos de llegar a la sala común, Carter estaba con Percy hablando, ambos traían puesta una playera blanca y pantalones militares, al parecer a todos nos hicieron vestirnos con uniforme hoy, ya que todos traíamos puesto lo mismo. Cuando llegamos ambos voltearon a vernos.

—¿Cómo se sienten? — preguntó Carter.

—Estamos bien, Capitán— respondió Colín.

—Bueno, ya que estamos todos, les informo que adelantaron el sorteo de misiones, es hoy y en una hora, así que andando— ordenó Carter, luego comenzó a caminar y nosotros lo seguimos.

El sorteo de misiones es cuando los líderes de los escuadrones se reúnen para que se le asigne una misión a su equipo mediante un sorteo que es realizado por una computadora. La Mayor y los generales de los sectores colocan las misiones que se deben realizar en la plataforma de la base, los capitanes pasan, colocan su clave asignada y la computadora les da una misión al azar. Colín me lo explicó, también me dijo que esto era lo que se suele hacer, pero en caso de emergencias, como los estados bajo ataque, las ordenes proceden del que esté al mando en ese momento, ya sea el general, la mayor, los capitanes o los tenientes.

Lo malo es que había llegado el momento de mi primera misión y yo sé que aún no estoy listo, no hace falta que me lo digan, pero todos están preocupados por ello.

Carter aún no termina de entrenarme y apenas voy a comenzar mi entrenamiento con Colín, así que definitivamente, no estoy listo para salir al campo de batalla.

En eso llegamos al centro de control, estaba lleno de gente, las misiones son para los escuadrones aéreos y marinos, pero también les asignan las tareas a las demás áreas y, además, lo que se decida en la central es lo que se decide en las bases del norte, sur, este y oeste.

Para ser sincero me sorprendió que la rebelión tuviera tanto alcance como para establecer bases en los diferentes estados.

—Iré a reportar nuestra asistencia, esperen aquí y manténganse juntos, estaré con los demás capitanes— nos dijo Carter. Nosotros nos quedamos hasta atrás, la verdad es que la mayoría de las personas que estaban eran más altas que yo, así que no podía ver mucho.

De casualidad empecé a escuchar la charla de unas personas que estaban al lado.

—Escuché que en este sorteo hay muchas que son de alto riesgo— dijo uno de ellos preocupado.

—Espero que tengamos suerte— confirmó otro.

Empecé a alarmarme un poco, ¿y si nos tacaba hacer una de esas misiones? Ni si quiera podría defenderme en caso de que nos atacaran de repente, lo más seguro es que en mi estado actual, yo no logre sobrevivir.

—Tranquilo— dijo Percy mientras me tomaba por el hombro— no ponen misiones tan arriesgadas en el sorteo, por lo general esas son dadas a los capitanes en privado, lo más seguro es que nos toque ir a cuidar alguna de las fronteras o ir por cargamento, todo saldrá bien.

Percy tenía razón, no debía preocuparme tanto por esto, seguramente será algo tan sencillo que hasta un novato como yo podría hacer, pero... ¿y si no?

Los capitanes pasaban uno por uno al frente. Las misiones se mostraban en una pantalla grande que había, los números pasaban rápidamente y luego paraban en uno al azar, ese número marcaba cuál era la misión a realizar.

—Capitán Carter Jones del escuadrón número 3— lo llamó la computadora.

Carter pasó al frente y los números en la computadora empezaron a rodar.

Cerré mis ojos. En mi mente comencé a recordar la escena en la que Harry Potter pasa con el sombrero seleccionador para ser colocado en una de las casas, y le rogaba por no quedar en Slytherin. Bueno, ahora sé cómo se sentía en ese momento, yo estaba rogando porque nos tocara una misión de la cual pudiéramos salir vivos.

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