Uzumaki Naruto: El Jinchuriki Perfecto

Herencia

Narrador Naruto

Definitivamente, mi sensei está loca y es muy sádica, además de ser muy pesada durante las misiones. Su lado sádico no es que me moleste, pero a veces se pasa cuando la cabrean mucho y la hacen enojar. En esos momentos, me alegro que sea mi sensei, aunque ella no se si intenta seducirme o algo.

Ahora, llevo una marca en el cuello por su culpa. Me mordió en esa zona sin que pudiera evitarlo. Menos mal que Akeno y Ryū no estaban en ese preciso momento. Si no, me hubiera muerto de la vergüenza, porque esto parece más una marca de pertenencia que cualquier otra cosa.

Por lo menos, hoy es el día que recibiré lo que es mío, por muchas pegas que pongan esos viejos civiles del consejo.

Mi Jiji, ya me había informado de que intentarían algo para evitar que recibiera lo que se supone que pertenece a Konoha, como ellos dicen. Lo único bueno, es que no han podido acceder a nada, dado que las cuentas bancarias están todas a mi nombre, y a la casa no pueden entrar, debido a la barrera de sangre que la protege.

Según él Sandaime, mis padres modificaron la barrera para que en caso de que obtengan mi sangre, no puedan entrar. Eso me intrigo bastante, por lo que tuve una de las tantas largas charlas que tengo con Kurama todos los días, para que me explicara más de eso.

Me contó muchas cosas de mis padres. No sabía cómo sentirme cuando me contaba cada historia, por lo que tenía un remolino de emociones que no podía controlar.

A parte de eso, Kura-nii, ha estado preparando mi cuerpo para cuando podamos quitar los sellos de los genes Uzumaki que hay en mi, algo que quiero hacer ya, para ver qué cambios sufro, y ver si obtengo algún poder extra, pero por lo que me explico el Kyubi, cuando esos genes despierten, podré acceder a los Kekkei Genkai de mis antepasados, que resultan ser la cadena de chakra, una de las especialidades de mi madre, y el uzugan, un doujutsu poderoso. Pero según el bijuu, podría acceder al Rinnegan, el doujutsu padre de todos los demás.

Saber todo eso me emociona, pero solo aceptaría ese poder si puedo entrenarlo por mi mismo. No quiero que me concedan cosas gratis como al teme.

Desde que me desligue del equipo 7, no he vuelto a acercarme a ellos, a pesar de que han intentado acercarse a mi.

Gracias a Anko-chan supe del nuevo chico que les acompaña, Sai, que resulta ser un joven carente de todo tipo de emociones, o al menos eso es lo que aparenta, además de que usa un Arte ninja para hacer dibujos sólidos con los que ataca. Pero ya no sabemos nada más de él.

Durante este primer mes, hemos hecho varias misiones, mejorando todo nuestro trabajo en equipo y para obtener las misiones requeridas para participar en el examen Chuunin, aunque solo han sido misiones de rango D, dado que la sensei quiere que les demos una sorpresa a todos los demás genin, a lo que Ryū está totalmente de acuerdo.

Y bueno, mi relación con mis compañeros es bastante buena. Con Akeno me llevo bastante bien desde que la hice sonreír. Y Ryū...me trata como su hermano. Aunque finge ser un idiota retrasado para hacer que sus rivales se confíen (como nuestro Tobi-sempai), es capaz de crear muy buenas estrategias, a parte de que su kenjutsu, taijutsu, ninjutsu y fuinjutsu es muy extraordinario. Aunque tiene un par de años más que Akeno y yo.

De hecho, creo que este es el mejor equipo en el que puedo estar.

Narrador yo

El Jinchuriki del Kyubi, se levanta de su cama algo cansado tras la larga charla con Kurama, que a parte de no haber dormido mucho, también se resiente del duro entrenamiento con su sensei y su bijuu.

Ya ha pasado un mes y medio desde que se formó el equipo 11, pero no han destacado a la hora de hacer misiones. Se han dedicado a entrenar y hacer misiones de rango D, llegando solo a hacer diez y no creían pasar de ese número.