Probando habilidades: Rinnegan

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Narrador yo

El sus recorría su rostro y caía gota a gota hasta tocar el suelo. Su cuerpo temblaba ligeramente por el cansancio. Los músculos le dolían y nada podía mitigar ese dolor. Y sus reservas de chakra, estaban casi por los suelos.

Dio un último suspiro de agotamiento y miro el destrozo que había frente a él. Cada vez le costaba menos usar las cadenas de chakra, pero a un no las manejaba como él quería. Seguía siendo más fácil usarlas por instinto que convocarlas a voluntad. ¿Seria por qué lleva poco con sus genes Uzumaki activos? Era la única explicación para responder el por qué no podía usar bien su Kekkei Genkai; pero bueno, el entrenamiento no le venía mal.

Se puso de pie mirando los árboles rotos frente a él, y soltó un enorme suspiro que pareció llevarse todo el aire de sus pulmones.

El pelo semi pelirrojo, se le pegaba a la frente a causa del sudor. Era una sensación que no le agradaba mucho, más ahora que el pelo le habría crecido un poco tras su cambio. Se tendría que cortar su cabello para no tenerlo tan largo.

Solo llevaba dos días entrenando sus cadenas, pero para él era más que suficiente, dado el enorme progreso que logro. Ya podía invocar dos cadenas a voluntad a la vez, pero aún le costaba mucha energía hacerlo. Tendría que mejorar el entrenamiento si no quería perder ante su rival en las finales.

Se cambió de ropa y se fue a su casa para descansar para el día siguiente.

A la mañana siguiente, Uzumaki Naruto salió de su casa cerca del medio día, con un enorme pergamino a la espalda. Llevaba una camiseta de azul celeste, unos pantalones ANBU negros y sus sandalias ninja negras.

Desde que salió del Bosque de la Muerte, tuvo que cambiar toda su ropa ya que está le quedaba o pequeña o muy ajustada dado a su nuevo aspecto.

Llego a su zona de entrenamiento secreta y se dispuso a empezar con su entrenamiento, cuando algo emergió del lago, o mejor dicho alguien.

Una chica de cabellera negra y piel blanca solo cubierta por un bikini azul oscuro, fue la que salió a la superficie.

La chica se percató enseguida de la presencia del chico, que permanecía estático y con un ligero rubor adornando su rostro, y no era para menos. En opinión del semi pelirrojo, esa chica era una belleza que no cualquiera podía ver y disfrutar.

???:¿Naruto? ¿Qué haces aquí?

El Uzumaki entonces abrió más los ojos cuando los negros de ella se posaron en los suyos.

Frente a él, vestida con un bikini azul, con el agua cayendo por su cuerpo gota a gota y reluciendo con el sol, se encontraba su compañera de equipo, Uchiha Akeno, la kunoichi más fuerte de la aldea, al menos de rango genin.

El joven deja caer el pesado pergamino y suelta una queja, mientras la chica ríe suavemente por la torpeza de su amigo.

Naruto:lo siento, Akeno, pero no sabía que conocías este lugar.

La azabache sale del agua y coge su toalla para empezar a secarse con ella bajo la atenta mirada del chico, que no se pierde detalle alguno de los movimientos de la joven.

Akeno:venía aquí con mi hermano mayor a entrenar. Fue él quien me enseñó este lugar y, desde su muerte, siempre vengo cuando quiero pensar o entrenar.

Termina de secarse y deja la toalla junto a su mochila. El chico no se había dado cuenta de la presencia de esta, hasta que siguió sus movimientos para ver dónde dejaba la toalla que había tomado.

Naruto:entiendo. Siendo así, no te molesto más. Ya me voy.

El joven está por marcharse, pero la joven ahí presente le detiene cogiéndole del brazo, impidiendo así que pueda dar algún paso más para alejarse de la zona.

Uzumaki Naruto: El Jinchuriki PerfectoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora