VI ≈ Encuentros

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— Como no tienes idea. — Contestó JongHoon entre jadeos. Volvió a jalar al doctor hacia sus labios mientras sus dedos se perdían en su cabello castaño.

Su suave cabello castaño.

Kyuhyun respiró el dulce aroma que desprendía la piel de su paciente; perdiéndose, quedando completamente hechizado. Sus manos viajaron por la espalda contraria, pegando su pelvis a la de él.

Ese beso estaba subiendo de tono, los colores invadieron el rostro del pelinegro, jamás se había sentido así. Tan vacía era su relación con Yunho, que el sexo era simple, sin chiste, sólo para el tipo que se limitaba a humillarlo.
Pero Cho… Con un beso había logrado un incendio en su interior, era único y quería llegar más lejos.
Lo anhelaba.
Las manos de ambos comenzaron a jugetear con sus ropas.

Sus besos pasaron a sus mejillas y luego al cuello de JongHoon.
Soltó un jadeo cuando Cho apretó su trasero, pegandólo más a su anatomía.
JongHoon se sintió deseado, después de tanto tiempo. Mantenía los labios entreabiertos en una leve sonrisa.

Por simple curiosidad, decidió abrir los ojos y su vista fue hacia el reloj en la pared de Kyuhyun.

Fue cuestión de segundos para que toda la magia se esfumara y apareciera un temor tan fuerte que lo hizo empujar al terapeuta.

— ¿Qué pasa? — Preguntó Cho, con el semblante confundido. Miró al pelinegro totalmente alterado.

— Pasan de las cinco. Yunho podría estar en casa. — Su respiración estaba entrecortada, sus ojos desorbitados.

Increíble, el temor que tenía hacia el tal Yunho.

— Dijiste que…

— Sé lo que digo.— Contestó rápidamente.— Pero ese tipo es impredecible. Y si llego después, podría matarme a golpes.

Kyuhyun respiró profundamente y lo tomó del brazo.

— Iré contigo.

JongHoon negó.

— No. Le diré a Heechul que pase por mi una cuadra antes de llegar.

— ¿Quieres usar el teléfono?

— Sí.

*-*-*-*-*-*

Heechul conducía tranquilamente hacia la casa de JongHoon, platicando de un par de asuntos sobre su trabajo, pero, al parecer su amigo se quedó pensando en todo lo que había ocurrido.
Sin pensar, soltó un profundo suspiro y una sonrisa se formó en su rostro.

Heechul frenó de repente.

— ¡JongHoon! — le gritó el chico de cabello cobrizo.

— Ah, qué ocurre.— Reaccionó el otro girando a verlo. Heechul entrecerró los ojos.

— Hablo contigo y estás en la luna. Te conozco. Y sé que esa sonrisa no te la provoca Yunho ni comprandote todas las armas para matarlo.

JongHoon se volteó rápidamente hacia la ventanilla.

— Qué cosas dices Hee.— Mencionó con tono nervioso.

— ¿Quién es el afortunado?— Preguntó Heechul.

— ¿Afortunado?

El moreno intentó hacerse el desentendido.

— Esa sonrisa no se forma por los golpes de Yunho. ¿Con quién estuviste? — Volvió a cuestionar su amigo, yendo directamente al grano.

— Basta, Heechul. — Lo regañó. Sin embargo, eso no funcionaba. JongHoon sabía perfectamente que cuando Heechul necesitaba saber algo, era imposible quitártelo de encima.

TRAUMA {Kyusung}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora