Un hogar

Encuentro

Su herida era pequeña, pero el olor carne quemada estaba grabada en su memoria o simplemente a eso olía en ese momento, sin querer se había herido, algunos escombros en llamas cayeron sobre él por ello el ser trasladado al centro médico, sentía dolor, ardor, pero el está bien había hecho su trabajo era lo que importaba. Le pidió al paramédico que lo llevará al hospital de midorima, sabía que hay por lo menos tendría a alguien escandaloso preocupado por él y regaños de parte del peliverde, eran buenos amigos desde hace unos dos años atrás, era el padrino de la hija de ellos, la única familia se encontraba en América, su padre y himuro su medio hermano. A sus veintiséis había perdido a muchas personas queridas, su madre murió al nacer él, luego dos años después de la muerte de su madre su padre volvió a enamorarse casándose con la madre de himuro, un año luego himuro nació. Cinco años antes de venir a Japón la madre de himuro había muerto, había estado en el lugar equivocado, el edificio de la hermana se había incendiado matándola a ella y a su hermana, no pudieron salir a tiempo. Por eso su decisión de trabajar como bombero especialista estados críticos y de alto riesgo. Su padre había estado en contra pero junto con himuro había logrado convencerlo, cuando lo llamaron para que se uniera a la unidad especial de riesgo en Japón había dicho que si sin pensarlo pero no se arrepentía, en ese entonces se encontraba desesperado por escapar. Se fue sin mirar atrás. Su padre se había metido de lleno en los negocios y cuidar a su hermano, no quería sufrir otra pérdida, cerrando por completo su corazón. El comprendía a su padre y había hecho lo mismo.

Volviendo al presente, bajo de la ambulancia, una enfermera y midorima lo esperaban, el peliverde con un ceño fruncido por la preocupación este casi no mostraba sentimientos por nadie aparte de su esposo e hija, pero el se encontraba metido en el círculo familiar gracias a Takao, ese enano escurridizo siempre sabía cómo tomar a alguien bajo su ala y estaba totalmente agradecido. Ellos habían alejado a la desolación que lo acompañaba en ese entonces ahora estaba de pie y al cuidado de esa peculiar familia.

- Veo que estás despierto, pensé que algo realmente malo te pasó, Kiyoshi llamo avisándole a Takao que venias de camino en una de las ambulancias- le dijo preocupado aún el peliverde - Takao está que se vuelve loco de la preocupación y lo peor que está con la bebé, ella esta nerviosa por el comportamiento de Takao- miro la muñeca del peli borgoña, está se encontraba con una quemadura de tercer grado, está vez por dicha había sido pequeña, pero lo bastante dolorosa, algunos rasguños en su mejilla derecha, nada peligroso.

- Kiyoshi- senpai exagera no es nada- le dijo sin darle mucha importancia a sus heridas - Takao no tiene que preocuparse estoy bien midorima. - le dijo un poco apenado por la atención.

Suspiro, se asusto cuando su esposo llegó corriendo donde él para avisarle que Kagami estaba herido e iba hacer ingresado en el hospital, Takao casi había entrado en un ataque de pánico sabían o peligroso del trabajo del peli borgoña por eso siempre estaban atentos, no querían que nada le pasará. Todo lo que estaba pasando tenía a su esposo tan nervioso y preocupado que en cualquier momento podía sufrir un colapso, esa era su mayor preocupación.

Taiga miro a midorima revisar su muñeca totalmente serio. Preocupación aún marcaba su cara, quería ver también al esposo de este le preocupaba también Takao ese enano siempre exagera las cosas y bueno en si no sabía bien de su estado, así que puede entender la preocupación de este.

- Vamos necesito revisar muy bien tu brazo, curar esos cortes y quemaduras, esas en especial me preocupan ya que pudieron dañar algún nervio o vena, ese olor que está soltando no es bueno- informó, solo le había dado un vistazo pero esperaba que la quemadura no haya lastimado nada importante.