Pasados Parte 2

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Cada palabra puede ocasionar una gran herida, nunca se olvida está en tu piel, como una cicatriz que torna blanca, pero está, nunca desaparece te recuerda porqué está en ese lugar. Arde, duele como la primera vez que fue marcada en tu piel.


Takao se encontraba en la deriva sin saber dónde encallar sus recuerdos estaban llegando en olas destructivas, cada una más fuerte que la anterior, dolorosas, sus sueños estaban plagados de recuerdos de la muerte de quienes creía eran sus padres, todo era tan borroso y pasaba tan rápido que no tenía como detener lo que pasaba. Miro a su esposo al lado suyo, que sabía todo, qué era lo que averiguo hace dos años, porque tenía miedo de decírselo. El también tenía miedo de todos sus recuerdos y pesadillas, pero tenía Fe que su familia no sufriría por su pasado. Midorima era un hombre fuerte, el sabía que si lo era, pero no entendía el mantener en secretó su pasado. Lo miró dormir con esas hermosas pestañas largas que hacían ver su cara tan hermosa y relajada, lo amaba eso no lo dudaba, ni aunque el tiempo pasará su amor nunca disminuyó, aumentó con cada detalle que hacía para él. Por eso lo tenía arto este secretismo y el aumento de distancia que se había presentado, quería terminar con ello, lo aria esta noche. Quería estar bien con su esposo sin nada que los molestara. Sin el pasado.




Su movimiento ya se encontraba en curso, la caída del señor Aomine estaba pronta a verse. Daiki no sabía su movimiento quería tener ese movimiento oculto de él, quería controlarlo, él era suyo y no se lo iba a entregar a nadie. Según le había comunicado Shogo, tenía dos pistas que se encontraba siguiendo, cada día estaba más cerca de encontrar a Kise, quería una oportunidad para tener en sus manos a su viejo amigo y disfrutar ver su dolor. En el pasado fue él, quien sufrió ver a su querido amigo ser feliz con Daiki, su ser más amado, sufrió por cada detalle que el moreno le hacía al rubio y viceversa. Cuanto disfruto cuando el moreno se dejo llevar por sus insinuaciones, la primera vez que tuvieron relaciones fue su segundo gran logro en la vida, o la vez que Kise los descubrió, claro que se asustó por las acciones del moreno, pero le encantó que todas fueran para hacerle daño al rubio, se sintió como si le arrebató el lugar al rubio. Ahora, solo lo quería muerto porque ese lugar no lo iba ceder a nadie. Recordó la tarde maravillosa que pasó con el moreno, como se dejo hacer y como casi tuvo el control sobre él. No le importo la forma brusca que lo tomó esa tarde, como trato marcarlo para hacerle daño no le importo mientras fuera para él bien de su amado, haría eso y mucho más. Ahora tenía que encontrarse con el padre de su amado.

Aomine Yuichi miraba su oficina con grandeza y triunfó ahora que su esposa estaba muerta solo le faltaba deshacerse de un obstáculo, su hijo, pero esperaría un poco para quitarlo del medio, no quería que su suegro metiera sus narices es sus asuntos y menos ahora, en unos días se leería el testamento de su querida esposa y según sabía la mitad de sus vienes le pertenecían, eso le había dicho su informante. Cuando eso pasará sería casi dueño mayoritario de la empresa de su suegro, con eso hecho podría seguir con su negocio sucio sin que nadie se diera cuenta ni estorbara, y con el padre muerto de su esposa no había nadie que evitará convertirse dueño de la zona, y la comercialización. Todo estaba saliendo perfecto.
Unos golpes en la puerta lo distrajeron de sus pensamientos.

- Pase-contestó.

- Señor Aomine lo busca el señor Kuroko Tetsuya - le avisó su secretaria- lo hago pasar - preguntó.

-Si has lo pasar - le contestó.

Para que lo buscaba el mejor amigo de su hijo, que tramaba Daiki.

Kuroko entró a la oficina de quién sería su suegro en otra situación, pero era su objetivo necesitaba eliminarlo, estaba en su camino y en el de Daiki, hoy lo tendría en la Palma de la mano y acabaría con él.

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