Un hogar

Amarillo

El sol pude quemar también. No te acerques mucho a él, está para admirar no para tocar. Tu eres solo una estrella fría que gira alrededor de ella, no te acerques tanto podrías morir.

Alguien se reía a lo lejos, en algún lugar cercano. Luego gemidos se apropiaron del lugar. Despertó, que era eso, escucho atentamente, eso era gemidos, Kise estaba abrazado a él, así que el único que queda era su hermano. Se levantó sin molestar al ser durmiente junto a él y camino así el lugar donde provenían dichos sonidos, era su cuarto, que hacía Himuro en su habitación, abrió la puerta y lo que vio lo dejó en shock. Era su jefe con su hermano y estaban  teniendo sexo.

Himuro escucho la puerta del cuarto abrirse y vio en shock a su hermano, mientras que el castaño aún lo prenetraba. Kiyoshi al sentir al peli negro tensarse, siguió la línea de la mirada de este, miró a su amigo parado en la puerta completamente shock. Ambos se separaron de pronto.

-Ka...kaga... Kagami no... no es lo que crees.-trato de hablar el castaño.- Bueno si.- se rascó la cabeza. Estaba en un aprieto.- Solo ocurrió.- bajo la vista, mientras trataba de buscar su ropa.

Himuro se tapaba con la sábana de la cama de Kagami. Miro la habitación, ops se había metido en la habitación equivocada.

- Taiga lo siento, creo que nos metimos por error en tu cuarto.- se disculpo avergonzado el peli negro. Miró a su hermano, este se dio la vuelta sin escuchar más de lo que tenían que decir.

Himuro siguió a su hermano, el castaño también estaba avergonzado por el error, habían estado en la cama de su amigo, eso era otro nivel de información. Además el hecho que también era su jefe. Logró encontrar su bóxer, se lo puso y siguió buscando sus demás pertenencias, siguió a ambos hermanos hacia la sala donde discutían.

- Taiga escúchame por favor.- pedía Himuro mientras seguía al moreno.

- Es mi jefe Himuro.- gritó el moreno deteniéndose y girándose para darle cara a su hermano.- mi amigo, aunque eso no lo sé ahora.- dijo suspirando.

- Aún lo soy Kagami.- habló el castaño tras ellos. Había escuchado lo que el moreno había dicho.-mientras aclaremos esto.- señaló a los tres.

- Himuro eres mi hermano y todo, pero no creo poder vivir contigo.- le dijo el moreno a Himuro, ignorando al castaño.

Himuro lo miró impactado por lo dicho, si aveces era muy liberal, pero que su hermano le dijera eso dolía un poco.

- Kagami que estás diciendo.- habló el castaño, estaba impresionado por la actitud de su amigo.

-No te metas Kiyoshi.- le contestó enojado.- esto es entre nosotros dos.- le contestó el peli borgoña mirando a su hermano.- Kise y yo nos iremos, puedes quedarte aquí el tiempo que estés en el país Himuro.

- Entonces discúlpenme. - les dio la espalda dando por terminado la discusión. Se dirigió hacia el rubio que había despertado luego de tanto griterío.- Kise, Vamos tenemos que irnos.- le ayudó a levantarse.- recoge tus cosas nos vamos de aquí, yo aré lo mismo con las mías.

Kise había escuchado todo, pero aún no procesaba lo que había pasado, la bruma del sueño todavía lo tenía atontado. Camino junto a Kagami hacia sus habitaciones, vio al peli negro derrumbarse en el suelo, y un Kiyoshi caminar hacia él. Ambos abatidos. Miró de reojo al peli borgoña, se veía decepcionado, iría con él y lo persuadiría para que volviera hablar con su hermano. No le gustaba verlos así. Ambos arreglaron su maletas y salieron rápido del apartamento. Kagami había arreglado todo muy rápido, había aprovechado darse una ducha rápida. Estaba enojado, pero sabía que si seguía ahí las cosas irían mal, por eso le estaba dando espacio. También necesitaba procesarlo. Caminaron hacia el ascensor y entraron, Kagami tocó el botón del parqueo subterráneo, necesitaba hacer una salida, un poco de aire libre le haría bien, iba a necesitar a su bebé. Cuando llegaron a la planta seleccionada, salieron. Kise se dirigió hacia el bmw en el que habían viajado antes, pero vio al moreno dirigirse al otro extremo del parqueo, cuando levantó la mano con una llave, vio iluminarse las luces de un monstruo de carro.
Cuando el moreno escucho el jadeo del rubio, dio la vuelta para mirarlo. Kise estaba impresionado al ver tremendo carro. Kagami le sonrió con orgullo, como si le estuviera presentando un hijo.