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Fernando.

Era uno de esos momentos extraños en donde de pronto parecíamos dentro de un verdadero libro. Todo era calma y paz, se podía sentir la tranquilidad, no habían peleas, quejas o gritos.

Tan hermoso y perfecto que casi me daban ganas de llorar.

Los momentos de unión familiar son en realidad escasos ya que bueno, todos están en su mundo, en especial desde que todos crecieron y se dieron cuenta que era mejor estar solos que con sus padres y que ya podían resolver sus problemas o la mayoría de ellos, solos. No los culpo, yo también fui de así.

Sigo siendo.

No me gustaba estar bajo la sombra de mis padres, me negaba en rotundo a ser uno más en la felicidad falsa que había en casa con ellos intentando ser un modelo a seguir; no digo que mis padres sean un mal ejemplo, son un impulso a copiar en muchas cosas, menos en la honestidad amorosa.

Quizás por eso la cosa te ha costando tanto, Fernando.

Mi tarde placentera y tranquila se fue al caño de un segundo a otro, tanto así que ni siquiera entiendo en realidad lo que pasó o por qué. Todo inició sentádome en la sala con Lucy quien intentaba encontrar algo en la tele, obviamente aburrida con su nuevo ritmo de vida.

Comenzaba a sentirme más suelto a su lado y un poco menos que un extraño en su vida, si bien estaba viviendo aquí como una obligación ha aprendido a solo ser y no esconderse tanto, en todo sentido, tanto fisico como mental. Soy feliz incluso con sus malas miradas, que son muchas, sobre todo si la miro demasiado.

Y yo la miro mucho, me encanta mirarla.

-Aún no me creo que yo...lograra todo eso que vi. - Dice de pronto y me mira con angustia, detiene la búsqueda para suprimir su aburrimiento y deja el control a un lado. -Fue demasiado...- Niega. El día anteriror decidió dar una vuelta sola, con Mary, es decir no tan sola porque ni loco que va a salir sola y conoció lo que era su vida antes de... despertar de la manera en que lo hizo.

No me contó mucho, llegó tan abrumada y con dolor, literalmente de cabeza, que simplemente se mantuvo en su habitación hasta que hoy decidió salir al mundo y alegrarnos la vista con su bonita cara de preocupación.

He intentado ponerme en su lugar y no puedo imaginarlo. Vivirlo debe ser la cosa más dura que hay en el planeta.

Con bendición creciente incluida.

-¿Por qué te sorprendes? Eres realmente buena en lo que haces, trabajaste mucho por ello...- Cuando amas algo simplemente das todo por eso. Es como ese dicho de "cuando amas lo que haces..."

-Fue abrumador, Fernando. -Trago grueso porque el escuchar mi nombre en sus labios es una droga completa. De hecho decir que es una droga esta mal, en realidad no puedo terminar de decir lo que me causa...

Eliminar pensamientos calientes.

Eliminar recuerdos calientes.

-Bueno...- Pienso en algo rápido para no quedar como un bruto caliente. -No más abrumador que saber que estabas embarazada...

Oficialmente soy un bruto...y caliente.

La escucho bufar.

-De gemelos.- Agrega con una risa. Bien no fue tan malo entonces. La veo masajear su estomago casi plano y mi corazón se hincha de ternura.

Quizás ella no me quiera, aún, pero la realidad es que sí quiere a esos pequeños seres que van en su vientre. Con tan solo ver y saber que ella ama lo que esta creando es suficiente para mí el aceptar que no he sido merecedor del cariño de esta Lucia que lucha cada día por reencontrarse.

Entregados (EAM3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora