Capítulo 2: Cerca del Pasado

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Lucy y Lauren se habían acostumbrado a estar yendo a la cafetería que se encontraba en frente del departamento justo en la otra acera. Esa mañana Lucy fue por el café y el desayuno como todas las mañanas; mientras esperaba su pedido en la fila volteo hacia las mesas y ahí estaba, una mujer joven, atractiva, labios completamente en estado natural, su mirada de preciosos ojos cafés instalada en la novela; El Beso Que Me Busca, novela de un afamado y loco escritor al cual Lauren siempre fue muy adicta. No pudo evitar pensar en ella al notar ese libro en manos de aquella mujer pero mientras más la detallaba, más sentía que ya la había visto pero nunca dio con el nombre de la extraña justo al tomar su pedido la joven sorpresivamente aparece a su lado, ordeno unas galletas del mostrador y volvió a lo que estaba. Tenerla tan cerca logro que Lucy concibiera con el nombre de la desconocida; era ella, era Camila. Temió porque Lauren la pudiera ver ya que hurgando entre sus cosas pudo darse cuenta de que Lauren aún no había acabado con ese sentimiento hacia Camila, se fue agitada y ella pudo darse cuenta de su extraña actitud.

Lucy pensó que esa sería la primera y última vez que la vería pero no fue así, la mañana siguiente volvió a verla, la siguiente mañana también y así sucesivamente era verídico Camila pasaba todas sus mañanas en esa cafetería, la última mañana en que la vio tardo tanto que Lauren fue a buscarla, un error que Lucy lamentaría más tarde.

Lauren: Lu ¿Por qué tardas tanto? –exclamó al entrar a la cafetería.

Lucy: Vuelve al apartamento, iré pronto. –musitó atemorizada, no fuera Camila a a verla o viceversa.

Camila: ¿Lauren? exclamó sonriente extendiendo el brazo llamando la atención de las chicas.

Lucy: ¿Quién es? –susurró mal actuando.

Lauren: E-Es... Camz. –tartamudeó sorprendida con sus ojos como platos.

Lucy: ¿Quién?

Lauren: Mi ex. –musitó entre dientes y cabizbaja.

No era algo que le alegraba, Lauren no quiso nunca que ellas se vieran pero Lauren jamás pensó volver a encontrarse con Camila.

Camila: ¿Cómo estás? –exclamó aun sonriente acercándose a ambas.

Lauren: Bien ¿Y tú como has estado? –musitó cabizbaja.

Camila: He estado mejor.

Lauren: Oh, Camz... digo Camila, ella es Lucy, mi pareja. –exclamó presentándola torpemente.

Lucy: Hola, Camila. –saludó intimidándola estrechando su mano.

Camila: Hola, Lucy es un placer. –exclamó verdaderamente alegre.

Lauren: ¿Qué haces aquí? –preguntó nerviosa.

Camila: Oh, me mude a unas calles por aquí hace unas semanas.

Lauren: Ah genial ¿Y Ariana? –musitó triste.

Camila: No lo sé.

Lucy: ¿Cómo no puedes saber dónde está tu mujer? –cuestionó entrometida.

Camila: Tienes razón. –contratacó sonriéndole-. Solo que ya no estamos juntas. –añadió sollozante.

Lauren: Lo lamento. –musitó cabizbaja.

La conversación término ahí fue demasiada información sumamente peligrosa para tan solo una mañana. Lucy pudo notar la incomodidad pero más aún el amor que aun sentía Lauren por Camila. Añoraba no volver a verla nuevamente, pero eso era imposible, aunque eso sucediera, Lauren ya sabía de su existencia por esa zona. El recuerdo jamás había muerto porque Lauren nunca lo había matado.

La mañana del domingo Lauren sale a correr como hacia siempre después de unas horas de ejercicio matutino termino su rutina a una ida al parque y para su sorpresa volvió a encontrarse con Camila.

Lauren: ¿Me persigues? –exclamó mofándose.

Camila: No ¿Y tú? –contratacó sonriendo.

Lauren sentía la necesidad de estar con ella, saber de ella, sentir nuevamente los latidos de su corazón, sentirse parte de su vida así fuera tan solo unos minutos y eso fue lo que la hizo hacerle compañía en la banca del parque.

Lauren: Entonces... –musitó nerviosa.

Camila: ¿Entonces? –preguntó en mofa.

Lauren: ¿Qué sucedió con Ariana?

Camila: Oh ¿Eso? –exclamó confundida-. Pues, no lo sé solo sé que el día de la boda ella huyo. –añadió triste.

Lauren: Lo lamento...

Camila: Lern, estás diciéndome demasiado eso.

Lauren: ¿Qué?

Camila: Ya sabes, eso el "Lo Lamento".

Lauren: No me había dado cuenta de eso.

Camila: Descuida, no tienes nada que lamentar además sé que no lo lamentas.

Lauren: Tienes razón. –musitó cabizbaja.

Hubo un silencio incomodo las dos compartieron temerosas miradas y por dentro Lauren sentía ganas de gritar, de golpear algo o alguien, sintió ganas de correr, salir huyendo de ahí pero estaba completamente inmóvil.

Camila: Sé que no me has perdonado. –susurró cabizbaja sin verla-. Y no te culpo, tampoco me perdonaría y aunque no lo creas me alegra ver que ahora si eres feliz. –añadió sorbiendo su nariz yéndose del lugar.

Lauren nunca dio respuesta solo vio boquiabierta cómo se alejaba de ella, sus labios entumecieron, sus ojos se cristalizaron hacía meses no sentía este sentimiento, sentimiento que solamente Camila podía provocar en ella. La semana empezó normal, tranquila y sin rastros de ella, Lucy se había alegrado al notar la falta de su presencia, sintió seguridad por ella y felicidad por Lauren, casi como si un gran peso se hubiera ido de sus hombros. La vida siguió como si nunca la hubieran visto, Lauren estaba olvidándose de ella como lo hacía con Sofía.

El martes por la tarde Lauren despierta fuertemente de su siesta, era una migraña astros que la estaba atormentando, ella nunca lo supo pero los recuerdos que trataba de conservar era lo que le había ocasionado esa migraña, que resultó ser tan fuerte que Lauren simplemente salió huyendo del apartamento llevándose todo a su paso, postes, hidrantes, peatonales, niños jugando, mascotas, todo absolutamente todo. En pijama y sufriendo en plena calle consigue tropezarse con quien menos esperaba, Shawn. Quien estaba en la ciudad para visitar a Camila, el cual se sorprendió al ver que Lauren vivía cerca y más aun de ver como estaba sufriendo. Ella no lo recordaba y tampoco le importaba, él no sabía que hacer así que acudió a Camila; al llegar a su departamento contemplo los pálidos ojos de Lauren sus pupilas estaban perdidas no dejaba de gritar. Sus manos adornaban a los lados su cabeza.

Camila: Lolo, Lern, Lauren... escúchame, estarás bien lo prometo. –exclamaba en sus oídos.

Mientras que Lauren descansaba sobre sus piernas, deja vú fue el sentimiento que abrazo el momento ya que dicha escena le recordó a un momento ya vivido, así es Camila sintió que estaba viviendo lo mismo a la vez que creyó que le estaban mintiendo sobre su enfermedad. El abrazo fue con tanta calidez que Lauren comenzó a calmarse, su dolor había cesado después de unos minutos con sus manos peinaba su melena oscura mientras acobijaba su cuerpo con el suyo hasta quedarse dormida sobre ella.    

Same Place IIWhere stories live. Discover now