«Voluntad quebrantada»

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La mañana siguiente no fue tan buena como el día anterior. Fue una enorme proeza levantarse de la cama, Peter despertó deprimido, herido, con la sensación de dolor en el estómago, náuseas y un vacío en el pecho que no se iba. Sabía que las cosas estaban mal, que su vida estaba mal. Quería desaparecer y esconderse por siempre donde nadie pudiera verlo así de miserable.

Tuvo que esforzarse para fingir sonrisas mediocres cuando Harry le hablaba.

Desayunaron y fueron a la Universidad en el auto del hijo de Norman Osborn.

El día transcurrió normal, tranquilo y sin nada nuevo. A excepción de la hora del almuerzo, donde Harry llevó a Peter a sentarse junto a sus amigas, Gwen y MJ. Las chicas aún molestas con Peter por lo del baile, poco a poco fueron relajándose y mostrándose un poco más empáticas y accesibles. Al final del día, tal vez se habían recuperado algunas amistades.

Fue a la hora de salida cuando Peter, quien caminaba detrás de Harry, vio del otro lado de la calle al auto rojo que él ya conocía muy bien, y a su dueño recargado en él. Se detuvo en seco sintiendo como su sangre se helaba... ¿eso era el miedo? Estaba seguro de que lo era.
Su mirada se cruzó con la ajena y un nudo se formó en su estómago.

Harry al notar que estaba hablando sólo, se giró y comprobó que su amigo estaba pálido, y que se había quedado cual estatua en un museo.

—Pete, te estoy hablando ¿qué pasa? — interrogó siguiendo la mirada de su mejor amigo, dando justo en el blanco.

"Ese maldito" pensó.

Se giró de nuevo a Peter y vio cuando éste se esforzaba por respirar con normalidad, fracasando inútilmente. Las cosas estaban peor de lo que imaginaba.

—Peter...— habló tomando su brazo con suavidad —Oye, tranquilo, todo está bien.

El castaño tragó grueso y asintió, apartó su mirada de la del rubio y la posó en el chico frente a él.

—Vámonos— pidió, casi suplicó.

Harry comprendió el mensaje, asintió y lo tomó de la mano para caminar rápidamente hasta su propio auto no sin antes dirigirle una agresiva mirada a Wilson.

Wade corrió, cruzando la calle sin si quiera prestar atención para llegar hasta ellos, desafortunadamente logró alcanzarlos antes de que pudiesen llegar a salvo al auto del chico Osborn.

—¡Peter! — exclamó apenas a un par de metros.

Los chicos se giraron y Harry se colocó un paso delante de Peter.

Wade pareció ignorarlo y clavó sus ojos en su novio, desesperación era todo lo que se podía leer en ellos. —Peter, tenemos que hablar.

Pero el nombrado no era capaz ni si quiera de responder.

Harry sintió que Peter temblaba y afianzó el agarre de su mano, asegurándole confianza a su mejor amigo.

—Por favor...

El castaño bajó la mirada y pareció pensárselo... tenía miedo, tenía más miedo que nunca, pero quería ir corriendo a sus brazos y decirle que lo amaba y que lo perdonaba, aunque seguía furioso por lo ocurrido el día anterior y deseaba con todas sus fuerzas gritarle, reclamarle como nunca pudo hacerlo y luego dejarlo... dejarlo para siempre.

Pero no podía, no podía hacer ninguna de esas cosas.

—Mejor no vuelvas a acercarte a él— advirtió Harry al ver que el otro no decía nada, su voz grave y firme eran la protección que Peter necesitaba.

«Hurts Like Hell» → Spideypool AU♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora