«La maldita promesa»

1.3K 148 66
                                    

Esa noche Wade llegó del trabajo a las 9:00 pm. Llevaba un gran ramo de rosas en una de sus manos y una caja de pizza en la otra. Entró con una sonrisa e inmediatamente apresuró el paso hasta el pequeño comedor donde se encontraba Peter sentado, rodeado de cuadernos, plumas y una calculadora.

—Hola amor— saludó dando un beso en la mejilla de su novio y dejando sobre la mesa la caja de pizza.

—Hola— el corazón de Peter dio un vuelco, sonrió y dejó de lado su tarea.

—Mira lo que te traje— Wade extendió hacia Peter el enorme ramo de rosas rojas —Espero que te gusten...

—Me encantan— el muchacho las tomó y olfateó, luego miró al mayor y una sonrisa tímida se formó en sus labios —Gracias.

Cada vez que Wade le regalaba rosas era porque habían tenido una pelea anteriormente. Pero Peter prefería remontarse a los hechos ocurridos cuando aún no llegaban a esa parte de la relación, él prefería recordar cuando Wade le compraba rosas simplemente porque sí. Por eso, cada vez que el mayor le daba un ramo así, Peter sonreía y se sentía feliz, nostálgicamente feliz, recordando lo bueno que había sido todo al principio, y lo bueno que podría volver a ser tal vez en un futuro.

Wade lo atrajo hacia sí tomándolo de la cintura y plantó un suave beso sobre sus labios.
—También traje pizza... debes tener hambre— continuó cuando terminaron el beso.

El castaño asintió —Voy a ponerlas en agua y regreso.

—Claro— el rubio sonrió mientras observaba a su novio perderse entre la puerta que daba a la cocina.

Peter era muy apuesto, lindo, con formas delicadas pero masculinas, atractivo para chicos y chicas, por eso era tan celoso; no quería perderlo, no podía, no a él.

Luego guió su vista hacia los cuadernos de su novio, viendo en estos una serie de números y letras plasmadas formando ecuaciones que él no entendía.

—Ya está— informó el castaño saliendo de la cocina, llevando el florero consigo y colocándolo en el centro del comedor.

—Bien, vamos a cenar.

Fueron hasta el sofá, encendieron el televisor, se sentaron y Wade hizo que Peter colocara sus piernas por encima de las suyas, quedando así perpendicularmente al otro, y comenzaron a degustar sus pedazos de pizza.

Varios minutos después Wade sacó del bolsillo de su chaqueta el teléfono celular de Peter. —Toma— se lo entregó y el chico lo recibió con algo de duda. —Harry no ha parado de llamarte... le vas a decir que ya no quieres verlo ¿verdad? — preguntó acercándose al cuello del castaño y dando algunos besitos en él.

Peter se tensó y sintió como su piel se erizaba —S-sí.

—Bien— Wade se encargó de dejar a un lado la pizza. Lo rodeó de la cintura y comenzó a succionar parte de su cuello —Y en la universidad no quiero que hables con él, tampoco que le contestes el saludo, ni si quiera que voltees a verlo cuando te hable ¿entendido?

Peter comenzó a respirar pesadamente, cerró los ojos apretándolos con fuerza y muy a su pesar asintió.

Harry era su mejor amigo... lo había sido desde que eran apenas unos niños, prácticamente era su hermano, siempre estuvieron juntos, en las buenas y en las malas, Harry era parte fundamental de su vida, lo apoyaba en todo, siempre estaba ahí para él, lo quería como a pocas personas... no podía simplemente dejar de hablarle, dejar de verlo, dejar de estar con él. No podía.

Buscaría la manera de seguir manteniendo su amistad con él, a costa de que su novio no se enterara.

—Buen chico— respondió el mayor con una sonrisa sin separarse del cuello de Peter y metiendo una mano por debajo de la playera de este.

«Hurts Like Hell» → Spideypool AU♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora