«Hurts Like Hell» → Spideypool AU♡

«Comida familiar»

Un par de palabras más y en media hora Wade Wilson ya estaba en el bar. Entró de prisa buscando a su novio, y al verlo frente a la barra, inmediatamente fue hasta él, con el éxtasis de quien corre tras una persona que creía extraviada.

—¡Peter— exclamó.

—¡Wade! — Peter levantó la cabeza al escuchar dicha voz, sonrió entre lágrimas y se lanzó al cuello del mayor.

Wade suspiró lleno de alivio y cerró los ojos —Ya ya...— susurró con suavidad recibiendo al menor y dando pequeños golpecitos en su espalda —Aquí estoy mi amor, todo está bien.

—Te amo— sollozó el castaño escondido en su cuello.

—También te amo.

—Ya no quiero estar lejos de ti.

—Ni yo de ti, corazón. Ven, vamos a casa— lo ayudó a incorporarse y lo tomó de la cintura, pasando uno de los brazos del chico por su cuello, para luego pagar la cuenta de Peter y salir juntos de ahí.

[...]

Llegaron al apartamento y Wade ayudó a Peter a entrar, luego de encender las luces y cerrar la puerta, lo llevó hasta la habitación y lo recostó con mucho cuidado sobre la cama, le quitó los zapatos, los calcetines y la chaqueta. Después se sentó a su lado, suspiró con pesadez y comenzó a acariciar sus cabellos mientras admiraba los bellos detalles de su rostro enrojecido y adormilado.

—Extrañaba nuestra cama— Peter cerró los ojos, se acomodó boca abajo y se abrazó a las almohadas.

—Y ella a ti.

—Abrázame.

Wade se recostó a su lado e hizo lo que su novio pidió.

—Perdón por irme— susurró.

El mayor besó su frente —No vuelvas a hacerlo, no puedo vivir sin ti— respondió con los ojos cerrados, cerca, muy cerca del oído de Peter.

El castaño asintió y minutos después se quedó dormido entre los brazos del rubio.

[...]

A la mañana siguiente, Wade lo despertó alrededor de las 10:00 am, con un beso en los labios y un delicioso y natural jugo de naranja.

—Hey, bello durmiente, hora de levantarse.

El chico abrió los ojos con verdadero esfuerzo y luego de un bostezo dibujó una pequeña sonrisa para su novio.

—Toma esto— el mayor le ofreció el jugo y una pastilla —Te sentirás mejor.

Peter se sentó en la cama, recargándose sobre las almohadas y tomó lo que su novio le ofrecía —Gracias.

Wade se sentó frente a él —Pete, no me gusta que vayas a esos lugares— una de sus manos viajó hasta la del chico y la sostuvo con dulzura.

—Lo siento— bajó la mirada y la clavó en las manos entrelazadas.

¿Hace cuánto Wade no tenía ese gesto tan lindo con él?

—Está bien, sólo no vuelvas a hacerlo ¿de acuerdo? No me gusta cuando tomas así.

El menor asintió y tragó la pastilla dando un sorbo al jugo.

—Cariño, debo ir a trabajar, te veré en la tarde, quédate en casa y descansa ¿de acuerdo? — Wade se inclinó y volvió a besarlo, separó sus manos y se levantó.

—Sí, con cuidado.

El rubio sonrió —Te amo.

—También te amo.