«Hurts Like Hell» → Spideypool AU♡

«Quédate»

Peter miraba el televisor de la habitación tranquilamente, suspirando con algo de aburrimiento mientras veía por tercera vez un capítulo de la todavía aclamada serie Drake y Josh. Eso de no asistir a la universidad ni hacer algo productivo durante el día comenzaba a fastidiarlo.

Wade se duchaba tranquilamente, dejando que Peter escuchara el sonido del agua al caer.

Con un bufido, el castaño arrojó el control remoto a su lado, haciéndolo rebotar sobre la cama, luego de pasar rápidamente como seis canales y no encontrar nada interesante o entretenido. Tomó una revista del buró sobre novedades en tecnología y comenzó a ojearla rápidamente, terminando con la misma suerte del control remoto al ser botada a su lado casi de inmediato. Llevó su vista al reloj que adornaba su muñeca y comprobó que iban a dar las 8:00 pm. Rodó los ojos y se preguntó internamente cuánto tiempo más tardaría el rubio en salir de la ducha.

Esa noche Peter había prometido no ir a beber, y a cambio Wade lo compensaría con una cena romántica en un bonito restaurante.

El teléfono del rubio sonó como si hubiese recibido un mensaje. Peter lo miró intrigado y luego volvió su vista a la puerta que conducía al baño, pensó en avisarle al rubio, pero prefirió dejarlo pasar, sólo era un mensaje, nada relevante, cuando el rubio saliera podría verlo. Sin embargo, el sonido se repitió dos veces más, provocando de nuevo la mirada curiosa del castaño, quien hizo una mueca y volvió a observar la puerta del baño. Se encogió de hombros y tomó el móvil con una de sus manos, ¿qué podía haber de malo con eso? Eran pareja y además Wade lo había dejado a su alcance... no tenía nada de malo.
Lo desbloqueó y pudo leer los mensajes.

"Cariño, ¿vendrás hoy?"

"¿bebé?"

"Cariño ¿estás ahí? Te estoy esperando"

La cara de aburrimiento de Peter se transformó en una mueca de enfado y decepción, sintiendo de nuevo aquella presión en su pecho que ya le era tan familiar. Leyó el nombre de aquel contacto "Francie" y su mandíbula se tensó al mismo tiempo que el agua de la regadera dejaba de caer y la puerta del baño se abría, dando paso a que su novio ingresara a la habitación. El castaño permaneció con el celular en su mano todo el tiempo, esperando que el rubio se acercara hasta él.

—Peter ¿has visto mi chaqueta roja? No la encuentro desde hace como un mes— preguntó Wade secando su cabello con una pequeña toalla al tiempo que su mirada viajaba por toda la habitación.

—No— respondió el joven con amargura palpable.

—¿Estás seguro? Porque tal vez se pudo perder en la tintorería o...— en ese momento el rubio prestó atención a su novio y pudo observar su expresión molesta, se percató también del teléfono que yacía entre sus manos y sus ojos se abrieron un poco más de lo normal, delatando su preocupación —Cariño, ¿qué haces?

Peter se atrevió a encararlo, levantándose de la cama y extendiendo bruscamente el celular al frente, mostrándole los mensajes en la pantalla —¿Quién es Francie? ¿Acaso ya no es Vanessa? ¿Qué pasó con ella? — soltó con sarcasmo.

—Pete...— Wade intentó acercarse pero Peter retrocedió estampándole el celular en el pecho. El rubio sostuvo el aparato entre sus manos y lo dejó de lado en el buró para volver a dirigirse al castaño —No es lo que piensas, ella...

—¿Ella qué? ¿Ella es un entretenimiento nada más? Ya me sé el diálogo, y dime... ¿En qué consiste? ¿Se revuelcan en mi cama también? Tu vida es muy entretenida Wade.

—Sabes que no es así.

Peter sintió cómo se le revolvía el estómago y tuvo que reprimir las ganas de lanzarse sobre él y golpearlo justo en la cara —¡Ah! ¡Es cierto! Yo me la paso aquí casi todo el día, no podrías traerla sin que me diera cuenta, que estúpido soy— reclamó caminando por la habitación y moviendo sus brazos al tiempo que hablaba —¿Se ven en su casa? ¿Ella es soltera o es tan maldita como tú y le es infiel a su pareja?