«Graves equivocaciones»

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Los días transcurrían y se convertían en semanas. Peter mejoraba poco a poco, gracias a todos los cuidados y atenciones que Wade tenía para con él.
Durante semanas cambió sus vendajes con delicadeza y precaución, le preparó comida saludable, se encargó de darle sus medicamentos y hacer todo lo posible para que el castaño no se esforzara en nada, guardara reposo y pudiera sanar sin problemas.
Dos semanas después, el medicó dijo que Peter ya podía salir de la cama y caminar un poco.

Ni los amigos ni los padres del chico se enteraron del incidente, Peter se encargó de decirles por teléfono que había pescado un resfriado, y se encontraba indispuesto, por eso mismo no podía verlos, ni asistir a la Universidad y tampoco estaba de humor para ser visitado en casa.

Se podría decir que las cosas estaban bien con la pareja, porque no peleaban, porque Wade ya no se molestaba, porque no lo lastimaba, porque se ponían románticos muy a menudo y porque podían pasar largos ratos agradables en compañía del otro.

La realidad era que la consciencia del rubio no lo dejaba tranquilo, ni de día ni de noche. Ver a Peter herido en esa cama le recordaba que había sido culpa suya, le recordaba que lo había lastimado, que se le había pasado la mano, que le hacía daño a la persona que más amaba, le recordaba que no era bueno para él y le hacía sentir miedo de sí mismo pensando que en cualquier momento podría volver a suceder.

"Entonces puedo decirme a mí mismo,
que no debería estar a solas contigo."

Así que se dedicaba a atenderlo todo el tiempo, o al menos la mayor parte del día, ya que tenía que ir al trabajo, aunque eso no era mayor problema para él, era suficiente con poner alguna excusa para salir temprano o faltar y poder estar con su chico.

Lo único importante para él era hacer que el castaño se pusiera bien.

Y así fue, al cabo de una semana más, Peter estaba casi recuperado del todo. Aún sentía ligeros dolores en su costado cuando hacía algún movimiento, pero era mucho más llevadero, ya podía caminar más y respirar no era una dificultad, ya podía comer sin dolor y el medicamento no era tan necesario.

Wade supo que era el momento.

Una noche mientras Peter dormía se encargó de meter su ropa y algunas pertenencias personales dentro de una pequeña maleta, dejó una carta en su lado de la cama y besó la frente del castaño soltando un par de lágrimas en el acto, antes de salir silenciosamente por la puerta, tomar su auto y arrancar rumbo al que sería su nuevo hogar.

"No vine aquí para lastimarte
y ahora no puedo parar"

"Sabes que te amo demasiado,
te amo lo suficiente como para dejarte ir"

[...]

A la mañana siguiente, Peter despertó y abrió un ojo perezosamente, bostezó y tanteó con la mano la cama en busca de su acompañante, al no sentirlo a su lado volteó por completo y se encontró con una carta sobre la almohada que siempre ocupaba su novio.

Frunció el ceño y se obligó a despertar por completo para luego sentarse en la cama y tomar la carta que Wade había dejado para él.

"Querido Pete:

Te preguntarás por qué no me has hallado a tu lado esta mañana. Seguramente también te preguntas dónde estoy y cuál es el motivo de esta carta.Estás mejor ahora y eso me hace feliz, el médico dice que ya puedes volver a hacer tu vida normal sin ningún impedimento y no sabes el gusto que me da.  Yo me he ido.
Lo lamento mucho cariño, pero con esto que sucedió, me he dado cuenta de que no soy bueno para ti. En realidad siempre lo he sabido, pero no quería percatarme de ello. Sé que te hago daño, y no quiero eso, nunca fue esa mi intención, nunca quise lastimarte, no a ti. Sin embargo, no sé por qué no puedo evitarlo. Así que para protegerte, me he ido de tu lado.
Sabía que si te pedía a ti que te marcharas no lo harías, por eso esta vez me fui yo. Puedes quedarte en el apartamento si gustas, no voy a volver.
Te amo, y por eso me alejo de ti. Así está mejor.
Att: Wade."

«Hurts Like Hell» → Spideypool AU♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora