—Dios, hay más gente que en el metro.
Caminaron juntas entre las personas, chocando con algunas de ellas por sus elaborados disfraces. Era la primera vez que asistían a la comic con y por ende no sabían cómo funcionaban las cosas ahí, solamente sabían que debían de ir a comprar cualquier objeto que hubiese de the walking dead y probablemente algo de comida exótica.
Te encontrabas con la agradable compañía de tu mejor amiga Hannah, juntas habían quedado en disfrazarse de algo gracioso y original pero cuando ella llegó a tu casa la encontraste con un disfraz de Alicia en el país de las maravillas. Traidora.
—Estoy dispuesta a encontrar a Chris Pratt. No me importa dónde esté, juro que me lanzaré sobre él. —comentó Hannah la traidora mientras leía un folleto.
—Y yo te iré a visitar a prisión con tus galletas favoritas —le respondiste—, aunque seas una traidora yo seré buena amiga.
Hannah rió.
—No pensé que dijeras en serio lo de los disfraces, pero luces linda —presionó tu mejilla riendo.
No pudiste responderle ya que un pequeño hombre araña había chocado con tu disfraz, aturdido por el golpe tomó la mano de su madre diciendo de mala gana.
—Mami, la patata gigante me golpeó la cabeza.
—¡Fue un accidente! —te excusaste mirando al niño indignada.
Antes de que esa escena se volviera una pelea entre la madre y tú, Hannah tomó una de tus manos y te arrastró lejos de ahí, como el disfraz era evidentemente más grande que tú, era difícil correr con él. La gente que las miraba reía a carcajadas por tu original disfraz.
Después de unas horas caminando por toda la convención, te distrajiste mirando unas esculturas sobre unos seres que claramente desconocías. Sin darte cuenta topaste con algo, o más bien, con un alguien.
—Disculpa —dijeron al mismo tiempo.
Cuando elevaste la mirada te encontraste con probablemente el hombre más guapo que quizás hayas visto. Era alto, vestía unos jeans de mezclilla y una camiseta simple de azul marino, sus ojos azules resaltaban a la perfección con esa combinación de ropa.
Obviamente te quedaste muda.
—¿Estás bien? —te preguntó algo agitado, como si hubiese estado huyendo de alguien— Me parece algo increíblemente tonto no haberte visto con este disfraz tan... wow.
Sonreíste nerviosa.
—No, está bien, de verdad, yo, no tienes nada que, lo siento.
—¿Disculpa? —sonrió.
—No te preocupes —dijiste al fin. Quisiste salir corriendo pero eso sería probablemente la escena más graciosa del mundo, una patata huyendo de un atractivo chico.
Él te miró divertido con una sonrisa en su rostro.
—Y... ¿Estás disfrutando de la convención? —preguntó.
Asentiste repetidas veces.
—Por supuesto, es asombrosa, ¿y usted?
Él nuevamente volvió a reír.
—Es bueno poder causarle emoción a las personas —comentó mirando hacia donde se encontraba un grupo grande de personas.
—¿Lo es?
Pareció no haberte escuchado. Cuando quiso volver a hablar, un hombre vestido de negro le tocó el hombro.
—Señor, es hora de irnos —habló el gran hombre en un tono muy serio.
El chico asintió vencido.
—¿Nos veremos luego? Tal vez podría invitarte a cenar después. —sonrió una vez más y se fue siguiendo al hombre.
Después de unos minutos de quedarte petrificada, Hannah llegó a tu lado con sus bebidas ya listas.
—Guau, ¿y a ti qué te pasó, (tn) la patata? —preguntó mirando hacia la dirección que estabas viendo.
—Creo que me acabo de enamorar —la miraste con cara rara, al menos para tu mejor amiga lo fue.
—¿De quién?
—No tengo la menor idea.
Unas horas más tarde se encontraban caminando tranquilamente cuando un grupo de chicos disfrazados de hombres araña y unos cientos de personas más las arrastraron a un lugar donde habían muchísimas más personas, probablemente era la hora de inicio de alguna conferencia importante. Por suerte pudieron sentarse y observar lo que sea que se presentara.
La mayoría de las personas ahí estaban ansiosas y desesperadas pero ustedes no tenían idea del porqué.
—¿Qué es esto? —le preguntaste a Hannah pero ella simplemente se encogió de hombros.
Detrás de ustedes estaban sentados unos adolescentes disfrazados de súper héroes y un perro o algo así, se encontraban discutiendo sobre algo que no entendías. De repente guardaron silencio y todos comenzaron a gritar como locos.
—Genial, la patata no me dejará ver nada— dijo disgustado uno de los adolescentes.
Hannah soltó una carcajada.
Un hombre vestido de negro y una gorra con unas letras escritas en rojo comenzó a hablar sobre algo de súper héroes y Marvel. No sabías absolutamente nada sobre eso así que te dedicaste a escuchar lo que el hombre decía.
Unos instantes después presentaron a dos hombres para responder algunas preguntas, un tal Anthony y un tal Sebastian.
La ola de aplausos y gritos de hizo más fuerte cuando un hombre moreno subió al escenario, luego un hombre alto apareció tras él y no pudiste entender porqué se te hizo tan familiar.
—Oh, Dios. —susurraste— ¡Hannah!
—¿Qué sucede? —preguntó.
—Él, el hombre de ahí, es él. ¡Es el tipo que me invitó a cenar!
Hannah analizó bien al chico ahí respondiendo algunas preguntas y cuando recordó algo miró a su amiga con la boca abierta.
—¡Qué maldita suertuda! Este tío es actor, un actor de Marvel.
—¡Claro! ¡Por eso dijo eso tan raro!
Esperaste a que Hannah se tomará una foto con un hombre disfrazado de Rick Grimes para poder volver a sus casas. Estaban tan agotadas que no pensaron en nada más que en ir a dormir, se habían dicho que se divirtieron más de lo imaginado.
Estabas por cruzar la puerta de salida cuando escuchaste que alguien corría gritando algo.
—¡Oye, chica patata! —escuchaste a Sebastian gritarte ya cerca de ti.
Te sonrojaste al instante que lo viste ahí frente a ti tratando de recuperar la respiración.
—Ho-ola —le dijiste.
—¿Iremos a cenar entonces? —dijo y sonrió.
Vale, vale. Sé que hace mucho tiempo que no escribo, pero ¿qué tal están?
¿Qué les pareció? Les confieso que esta idea me vino mientras me bañaba jajaja
Oh, ¿les gustaría que dedicara algunos shots? Comenten👀👇🏻