Una misteriosa niña aparece en el castillo asgardiano, proveniente de un tiempo distinto, un futuro no muy lejano que se esfuerza por mantener oculto, pero necesita la ayuda de la pareja de dioses más interesante de toda Asgard.
Verdades que necesit...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Dormía plácidamente, sus heridas sanaban con lentitud pero el dolor era soportable a como había llegado horas antes, todo parecía marchar normal hasta que la oscuridad en su mente se vio disipada por las imágenes de su pasado, un pasado feliz pero al final doloroso...
~Flash Back/Sueño~
Se le veía siendo cargada en brazos de su padre, a pesar de su edad para sus padres aun seguía siendo "su pequeña princesa" y no parecía molestarle en lo absoluto, al contrario, de cierta forma era una niña mimada, su "papi" como llamaba a Loki por que no le gustaba ser llamado "mami" o "mamá" por que el no era mujer (sus exactas palabras) los miraba con desaprobación y los brazos cruzados bajo su pecho, pero al final no podía evitar una sonrisa cálida en sus labios al ver su hermosa familia feliz; Thor y Kida se miraron por un momento mientras el mayor la bajaba al suelo, se encontraban en el Jardín Real que aun Madre de Todo cuidaba celosamente para su adorada familia, la complicidad estaba implícita en sus miradas, se acercaron sigilosamente al pelinegro que ahora mostraba confusión, el rubio sonreía de manera diferente, le quedó mirando unos segundos aprovechando esto su hija para escabullirse detrás de él, cuando quiso darse cuenta ya estaba tirado en el césped en un ataque del Oso de las Cosquillas donde incluía a ambos, los tres reían con ganas, así hasta que el ojiverde no pudo más sintiendo que moriría de risa y lo dejaron en paz, los tres recostados, Thor a su lado derecho y su hija a su lado izquierdo, abrazándole con fuerza como si jamás quisieran soltarlo, se sentía bien tener una familia como la suya.
Eran esos pequeños momentos en que podían estar los tres juntos los que ella atesoraba con toda el alma, ya que la mayoría del tiempo debían cumplir con sus deberes reales y solo como ahora, escapándose de ellos, podían estar así de unidos por que a veces en las horas de ingerir alimentos sí Thor no estaba, al ser el Rey tenía mayores responsabilidades así fuera solo estar sentado en el trono escuchando el más banal problema para resolver, Loki no se encontraba, teniendo que acudir a las juntas con los demás consejeros del reino, pero justo ese día en el que se encontraban más felices, la oscuridad debía cernirse sobre ellos.
Los cuernos que avisaban de una invasión sonaron fuertemente, Thor se levantó tan rápido que no se percataron de ello, Loki fue el siguiente y se mostraba mucho más serio que el mismo rubio, ambos intercambiaron miradas y luego voltearon a verla a ella con preocupación escondida en sus ojos pero que notó perfectamente, se levantó también sin entender pero sabiendo que algo grande se acercaba.
—Hija, ve a tu habitación—ordenó con voz severa el de ojos verdes
—Pero papi, quiero enfrentar la amenaza también—objetó mirándolo con cierto reproche
—Aun eres muy joven para eso—afirmó su padre mientras alzaba su mano llamando a su fiel martillo, sus ropas cambiaron, el traje de gala de guerrero se mostraba ante sus ojos con él impacto de un rayo contra Mjölnir, Gungir que se encontraba recargada contra un árbol cercano a ellos levitó hasta las manos del otro rey
