La hora fijada para la apertura del testamento se acercaba, si no estaban todos, el acto se debía posponer, ese era el deseo del difunto.
Saga, el abogado de la familia Kido, ocupaba el asiento principal del despacho mientras el resto, Tatsumi, el fiel sirviente; Saori, la nieta y actual cabeza del imperio Kido y el resto de hijos del causante Shiryu, Hyoga, Shun e Ikki se repartían por la estancia.
- Bueno - intervino el letrado - parece ser que no va a venir... tendremos que posponer la apertura.
- Vendrá. - Le interrumpió firme Saori sin levantar la mirada de la pantalla de su móvil.
En ese instante el rugido de una moto que aparcaba en la puerta de la Mansión les alertó a todos.
"¿Cómo sabía ella que él llegaría? ¿Acaso tenían una relación que desconocía? Eso podía ser un inconveniente..." pensó.
Al poco tiempo el castaño apareció en la puerta del despacho dando tres toques rápidos en la madera con la única intención de llamar la atención de los allí reunidos, pues la puerta estaba abierta.
- ¿Me habréis guardado algún tentempié o pastas no? – Seiya se apoyaba triunfante en la entrada con el casco de moto en una mano y la otra en su bolsillo. Llevaba vaqueros, deportivas, una camiseta blanca que resaltaba su tez morena y una cazadora de motorista.
- ¡Seiya, qué bueno que viniste! – se apresuró a decir Shun mientras el recién llegado se apresuraba a saludar a sus hermanos.
- No tenía otro plan mejor...- el tono de desdén de Seiya no pasó desapercibido para Saori quien finalmente había levantado la vista de su móvil aunque se mantenía impasible a su evidente provocación.
- Bueno – interrumpió Tatsumi al ser consciente del tono de la conversación – como ya estamos todos Saga, creo que es oportuno no alargar más esto.
- Por supuesto – el abogado de cabellos morados e intensos ojos azules se acomodó en la silla y comenzó a leer.
"Mis queridos hijos, lamento haberme marchado antes de resolver aquellas cuestiones que os hubieran garantizado una vida mejor."
- Buff – interrumpió Seiya.
La mirada de Saori fue fulminante al igual que la de sus hermanos, el joven se encogió de hombros, hizo un gesto como si cerrara su boca con una cremallera y se aposentó en el brazo del sofá. Cruzó sus brazos con gesto de hastío y desinterés. Saga continuó.
"Ahora que ya no estoy no puedo más que dejaros todo lo que poseo y confiar en que os habéis convertido en buenas personas, nobles de corazón y espíritu, tal y como procuré durante vuestra educación.
Saori – la joven se revolvió en su asiento, sus ojos se humedecieron con sólo oir su nombre – si bien nunca fuiste mi hija de sangre, nunca te he considerado lo contrario, por ello, en esta mi última voluntad mis consideraciones son por igual hacia todos mis hijos, incluida tú, la niña de mis ojos. -Tatsumi miró con cariño a la joven que aguantaba las lágrimas.
Quiero que sepáis que, a pesar de que mis decisiones no siempre fueron las más acertadas, mi intención siempre fue procurar lo mejor para vosotros. Sin embargo, soy consciente de que mis anhelos por construir una familia unida y feliz no pudieron ser, al menos durante el tiempo que os he acompañado, en gran medida fruto de mis propios actos.
Me duele que mis malas decisiones os hayan afectado, porque sé que soy el principal culpable de los abismos que os separan y, por ello, con ésta, mi última voluntad, pretendo enmendar mi error. Pero ahora llegaremos a esa parte.
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El honor de un hombre muerto
FanfictionTodos los personajes tienen mas de 18 años. Los herederos de M. Kido deben aliarse para defender su legado. Odios, secretos y personajes peligrosos se enfrentarán en una ciudad que tiene un protector en la sombra. El corazón de Saori estará dividido...