- Y entonces el director me dijo "me temo que, si vuelve a cometer una falta igual de grave, no irá el baile de apertura de curso" – Kat nos miraba fijamente mientras relataba su historia, completamente indignada - ¿Os lo podéis creer? ¡Ese vejestorio quiere dejarme sin baile!
Todas las chicas negaron con la cabeza y la consolaron, diciendo un montón de estupideces e insultando al director. Creo que yo también dije algunas cosas, supongo que por costumbre... aunque tenía la cabeza en otra parte.
No me había vuelto a encontrar a Carter en todo el día, y mis amigas habían decidido planear una quedada en casa de Kat para calmarla un poco de su... encuentro con el director.
La mansión de la familia Wilson era increíblemente grande, toda decorada a la última, con la tecnología más moderna del momento. Casi todas las paredes que la formaban eran ventanales, y el resto era todo de un color blanco inmaculado. El jardín estaba perfectamente cuidado por el jardinero, y una gran piscina ocupaba la parte delantera, mientras que en la trasera descansaban una pista de tenis y un pequeño gimnasio. Dentro la casa había prácticamente de todo, pantalla plana en casi cada habitación, sofás de lujo, ordenadores Apple... y absolutamente ningún libro, al menos en físico. Que horror.
- Tranquila, seguro que no se atreverá, ya sabe quién es tu padre – Lucy se inclinó hacia delante, intentando que no nos oyera nadie... a pesar de que estábamos solas – el director tampoco es tan tonto como para enfadar a la hija de Matt Wilson
Matt Wilson era el padre de Kat, y el dueño de una empresa multinacional muy, pero que muy exitosa. Ganaba una cantidad de dinero inhumana, y parte de esas ganancias iban destinadas a la escuela... el director tendría que ser un necio para castigar a la "niña de papa". El Sr. Wilson le compraba de todo a su hija, desde las cosas más absurdas hasta los caprichos innecesarios. Supongo que lo hacía para compensar que nunca estaba en casa.
- Bueno chicas, supongo que tenéis razón – Kat se giró hacia mí, y contuve la respiración – por cierto... - sonrió con malicia – Me he enterado de que le has enseñado la escuela a Carter. Quiero detalles, tía.
Todas se volvieron y me miraron, dejando escapar sonrisas tontas. Genial. No podía decir que no me interesaba... un sudor frío me bajo por la espalda.
- No pasó nada – suspiré dramáticamente, e interioricé la mentira que iba salir de mis labios – ya sabéis que ahora estoy interesada en Mac
Las chicas se miraron en silencio, y, de repente, todas estallaron en sonoras carcajadas y chillidos estridentes. Oculté una mueca.
- No me creo que lo hayas admitido – gritó Lucy, cogiéndome del brazo con fuerza – mañana iremos a comprar el traje de animadora, estarás muy sexi...
Me reí con ellas y empecé a hablar de lo bueno que estaba Mac, y de las ganas que tenía de que llegara el partido... y de que acabara. En el fondo, creo que no estaba mintiendo del todo; Mac me parecía muy atractivo, y era inteligente... pero no me apetecía para nada una relación. No podía tener una relación.
Así que seguí parloteando, diciendo un montón de cosas que no pensaba, y otras que sí. Sonaba como una auténtica popular, una chica superficial y arrogante, que creía que todo el mundo estaba loco por ella. La sensación era muy extraña; aunque llevaba ya mucho tiempo haciendo esto, había una sensación de miedo que no desaparecía. Tenía miedo a equivocarme, a decir algo que no debería haber dicho... tenía miedo a lo que podría hacerme la gente.
Pero me dejé llevar, y poco a poco, la conversación cambió de rumbo y centramos nuestra atención en otra persona... y luego en otra, y en otra. Nos pasamos así toda la tarde y parte de la noche; nos hicimos fotos, colgamos vídeos y nos reímos de personas que no conocíamos. Básicamente, lo mismo de siempre.
No volvimos a hablar de Carter. Gracias a Dios. Ninguna se enteró de lo que había pasado mientras le enseñaba la escuela, ni de que casi me besó... ni de nada.
Pero, lo que yo preguntaba era: Si no hablamos de él, y parece que no exista, ¿Por qué no me lo puedo sacar de la cabeza?
***
A la mañana siguiente, me despertó el horrible sonido de alguien golpeando la puerta. Me tapé la cara con la almohada y gruñí para mis adentros. Volvieron a sonar los golpes. Resoplé y abrí los ojos lentamente ¿Qué hora era? Con un esfuerzo inhumano, alcé la muñeca sobre mi cabeza y me esforcé por leer los números digitales. Las siete y cuarto. Sólo las siete y cuarto.
¿Quién se levantaba a estas horas?
Los golpes volvieron a sonar con más fuerza, acorde con mi respiración acelerada. En algún momento tendría que abrir, supuse. Mi padre ya se había ido a trabajar... así que tenía que levantarme.
A las siete y cuarto. Dios.Saqué los pies de la cama y me arrastré hasta en piso de abajo como una especie de zombie malhumorado. ¿Sería un asesino en serie? ¿Un ladrón? La verdad es que en ese momento solo quería pegarle un grito al imbécil que me despertaba.
Cuando llegué a la puerta, no me molesté en mirar quién era por la ventanilla, abrí la puerta con un gruñido desagradable, y abrí también la boca para soltar todos los tacos que se me ocurrieran.
Las palabras murieron en mis labios.
Lo primero que vi a través de mis ojos entrecerrados fue el color rojo, y después distinguí vagamente el verde. Un hormigueo muy desagradable se extendió por mi pecho al ver su sonrisa ladeada.
A las siete y cuarto... ¿Qué demonios hacía Carter en mi puerta?
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Máscara de diamante
RomanceNadie conoce de verdad a Kate Allen. Cualquiera diría que es una chica popular, guapa, simpática, graciosa, tonta... y es exactamente lo que Kate quiere que crean. Su pasado es una historia complicada que no quiere recordar... ni repetir, y por eso...