Karamatsu P.O.V
Las tardes de primavera siempre son tan frías y mientras más cae el sol más fríos vuelve el ambiente, todo se siente tan ajeno y tan frío, escuchar a las personas caminar alegremente tan cerca de mí, escuchar sus conversaciones, sus risas, ¿Acaso nunca podré tener ese tipo de vida? Una vida normal con amigos y personas que estén a mi lado... Aún que sea por poco tiempo... Aún que no pueda ver, quisiera tener un poco de contacto humano.A veces siento que estoy solo en el mundo, escuchando mis propios pasos al caminar, haciendo un gran eco en mi cabeza, sin poder ver ni escuchar a nadie más ni a nada más que eso.
Todos los días son iguales, durante todo el año, la misma rutina a la que me he acostumbrado, por eso puedo guiarme solo, por eso me despierto solo, por eso cocino por mi mismo, me preparo, y camino hacia el instituto como siempre, caminando por los mismos lugares y llegando al mismo salón de clases, sentándome en el lugar de siempre.
Quizás... Si una mínima cosa cambiase, no podría hacer algo por mi mismo, pero quisiera comprobarlo, quisiera que algo cambie, lo que sea...
Llegué a mi departamento, como todos los días, subí las escaleras, me coloque de pie en frente de la puerta, la abrí, entre, me quite los zapatos, deje mi bolso sobre la silla más cercana y me deje caer en el sofá.
—... Todo es tan silencioso, tan incomodo que puedo escuchar mi propia respiración...
Una vez al mes sonaba el teléfono, apenas me levante para preparar algo de té caliente, el teléfono sonó como de costumbre, sin demasiadas ganas me acerque a él, lo tome, suspiré y forme una sonrisa en mis labios para atender la llamada.
—¿Karamatsu? —Preguntó una voz masculina desde el otro lado. —¿Como te ha ido en tú primer día, hijo?
Era mi abuelo, como era de esperarse es un hombre muy viejo, de 85 años, quién muy probablemente este en sus últimos días, con suerte me atrevo a decir un par de meses más, pero desde que me mude el siempre me llama una vez al mes para comprobar que todo este en orden.
—Hola abuelo, bien, gracias por preguntar. —Contesté con un tono alegre.
—¿Haz hecho nuevos amigos? Seguro que sí, eres un gran muchacho.
—Hehe~ Gracias abuelo, ¿Como van las cosas en el hospital?
—¡Oh! Muy bien, se que tarde o temprano saldré de aquí, no te preocupes.
—... No te sobreesfuerces, ¿Sí?
—¡Claro que no, sigo siendo tan joven como siempre! Hahaha~ Karamatsu... Se que probablemente estas pasando por algo difícil... ¿Esta todo bien en la preparatoria? ¿No tienes ninguna dificultad con nada?
—No abuelo, no te preocupes, esta todo de maravilla... Hay... Muchas personas que me ayudan si lo necesito, son todos muy amables conmigo no tienes de que preocuparte.
—Karamatsu... —Dejó salir un breve suspiro. —Tengo que colgar, la enfermera dice que debo acompañarla, escucha... Si necesitas algo...
—Sí, lo sé, no te preocupes.
—... Bien... Adiós.
Corto la llamada apenas dijo esas palabras y apenas lo hizo, comencé a llorar, ¿Por qué debía vivir así? Llorando por todo y mintiendo a todos, no me gusta preocupar a los demás, sobre todo... ¿Quién sería tan cruel como para preocupar a un pobre anciano?
Desde que me mude, desde que su salud empeoro, decidí mentirle para que no se preocupase por nada, pero... Es un poco obvio que estoy mintiendo, se nota en mi tono de voz, porque cuando lo hago, siento que tengo un nudo en la garganta que no me deja hablar con claridad.
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Un camino oscuro.
FanfictionKaramatsu Matsuno es un joven de 17 años quién comienza su segundo año de preparatoria, es un chico completamente ordinario a excepción de un pequeño detalle, padece de una discapacidad, ceguera, debido a esto, él ha pasado por cosas muy duras duran...