Capitulo XXXIV: La pareja perfecta.

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Ya estaba anocheciendo, Todomatsu estaba pegado a su móvil como nunca, esperando la respuesta de Atsushi.

Estaba en la estación de trenes, esperando junto a sus padres el tren que los llevaría a Tokio y en cuanto lo veían llegar, Todomatsu sentía deseos de que la tierra lo tragase, quería salir corriendo con sus maletas, pero tenía miedo y odiaba tenerlo, se sentía un idiota.

—¡Aquí viene! Toma tus cosas querido. —Le dijo su madre.

—C-Claro... —Contestó y tomó sus maletas.

Se había rendido completamente, hasta que una persona le llamo la atención a su padre antes de que pudiese subir al tren, era un hombre alto, de cabello castaño, vestido con un traje negro similar al de un ejecutivo, con lentes negros, se veía intimidante y elegante a la vez.

—Disculpe. —Le dijo el hombre.

El padre de Todomatsu volteo a verlo y se sorprendió, creyendo que podría tratarse de un oficial o algo así, aun que sabia que ese no era el uniforme correspondiente de uno.

—Necesito revisar las maletas de su hijo. —Explicó.

—¿Qué? ¿Eso no es ilegal? —Preguntó el padre.

—N-No pasa nada, es mejor que lo revise, para evitar malentendidos, ¿No? —Dijo Totty algo inseguro y le dio las maletas.

Cuando el hombre las tomo, no las abrió, simplemente las puso sobre sus hombros y cuando todo parecía que iba a marchar mal porque ambos padres comenzaban a sospechar, Atsushi gritó:

—¡Corre!

Ambos se echaron a correr tan rápido como pudieron, cuando el padre se percató de lo que intentaban hacer, intentó seguirlos y llamar a seguridad, pero cuando iba a alcanzarlos, Atsushi abrió la puerta de su coche, Todomatsu entró sumamente rápido y apenas cerraron las puertas, el auto arrancó como si no hubiese un mañana.

—Admito que ese plan fue tonto, pero muy eficaz. —Dijo Todomatsu algo agitado.

—Puedes explicarme... ¿Por qué haces todo esto? —Preguntó Atsushi.

—Bien... Después de lo que hiciste, creo que mereces una explicación... Verás... Cuando mi madre era joven... y había acabado la preparatoria, estaba decidida a estudiar en la universidad, pero se vio en problemas por andar de... "Perra" y quedo embarazada de un hombre que no aceptó que era su hijo y huyó, ella lo cuidó un tiempo, pero la mayor parte lo hacía mi abuela... Siempre lo culpó de haber arruinado su vida, porque ella desde el inicio pensó en abortar, pero no pudo, le gano la lástima, el sentimiento de ser madre, siendo mi hermano mayor un bebé no deseado... Poco tiempo después, ella se caso con un hombre mayor que tenía el dinero suficiente para mantenerla y se fue con él... Ambos criaron a mi hermano haciéndolo creer todo el tiempo que era un error de ellos dos, ocultándole que su verdadero padre era otra persona, cosa que me hacía dudar si realmente ellos estaban mal o no, pero al final, luego de que yo nací... Lo maltrataban peor... Siendo yo siempre el niño preferido, el favorito, siempre me malcriaban y lo dejaban de lado...

Yo siempre lo ignoraba o lo maltrataba porque ya que mis padres lo hacían, pensaba que estaba bien, digo, no sabía las razones detrás y nunca me había importado, era un niño... Hasta que... —Dijo con algunas lagrimas. —Un día lo encontré en el baño, tirado con una gran cantidad de pastillas en el suelo, no entendía nada de lo que había pasado, pero cuando mis padres lo vieron... dijeron: "Oh, maldito idiota, te dejaría morir ahí... Pero probablemente creerían que nosotros te hicimos esto" y lo llevaron al hospital...

Ese día... Estuvo sumamente cerca de morir, si hubiese llegado un poco más tarde, lo hubieran perdido... Y ellos actuando de manera preocupada en frente de los doctores y los demás... Joder... Que asco me daba, ahí comencé a comprender... Que en realidad, ellos estaban mal, Osomatsu jamás... Jamás hizo algo que mereciera un castigo tan cruel... Yo tenía seis años cuando pasó y el siete...

—Entonces... Quieres huir de tus padres para ayudar a tu hermano, ¿No?

—Sí... Su sueño siempre fue que vivamos juntos como una familia feliz, una familia normal y yo siempre apoye ese sueño, por muy irreal que pareciese...

—Bueno, ahora tienes alguien que puede ayudarte en todo caso...

—¿Eh? ¿Tú? ¿Qué puedes hacer además de acosarme cuando regreso de la escuela?

—Pagar todo lo que necesiten...

—¡¿Qué?!

—Tengo bastante dinero gracias a mi compañia, puedo darles todo lo que necesiten, hasta una casa u apartamento lujoso si así lo quieren, pero...

—¿Pero...?

—A cambio tendrás que salir conmigo a una cita, una por cada favor que pidas...

Todomatsu se quedo atónito, una persona con mucho dinero estaba interesado en él y dispuesto a dar mucho por él y su hermano, su ambición lo domino, una cita parecía algo realmente pequeño para pedir a cambio, Todomatsu se imaginaba a si mismo con ese dinero, estando en la playa con un bonito traje de baño rodeado por chicas, bueno... Más honestamente de algunos chicos jóvenes con bastante dinero pidiendo su mano, dios, el paraíso mismo.

—Acepto tú propuesta... Pero nosotros podemos con nuestras propias manos...

Como detesto decir esas palabras, pero debía conservar su dignidad, incluso si tenía a un "Sugar daddy" en frente de él, además, ser dependiente no era realmente algo que quería, solo quería el dinero, no le interesaba pasar tiempo con él realmente.

—Bueno, al menos deberías devolverme el favor que acabó de hacerte...

—¿Qué quieres...?

—Ya lo sabes, una cita. —Contestó confiado.

—De acuerdo, pero sin final feliz... ¿Escuchaste?

—Eso depende de ti...

Todomatsu se sonrojo al escuchar esas palabras, era la primera vez que sentía algo así, algo llamado: "nervios" de repente se puso a pensar en las cosas que podrían pasar, ah, pero no lo iba a dejar fácil, iba a aprovecharlo al máximo y no iba a dejar que Atsushi siquiera lo tocase de casualidad, no, claro que no...

Había escuchado demasiadas cosas malas acerca de los "sentimientos" y el "amor" para él, no gracias, prefería no pasar por eso, pero como su hermano dijo una vez: "El amor no se piensa, ni se decide, simplemente se siente."

Le estaba dando asco, ¿Por qué estaba recordando esas cosas? Ya se estaba arrepintiendo de haber pedido su ayuda.

Un camino oscuro.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora