Capitulo XXXVII: Ámame con ganas (2da parte).

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—K-K-Karamatsu me haces cosquillas... —Dijo entre algunos jadeos el pelinegro.

Si fuera por el ojiazul, las cosas serían un poco más apresuradas, pero él sabia muy bien que Ichimatsu no era como Ichiro, con solo ligeros roses, lograba que se estremeciera, era mucho más sensible y probablemente jamás había estado en una situación similar, deseaba que fuese así, si Ichimatsu estuviese por darle su primera vez se sentiría halagado por ello y aun que no fuese así, de todas formas con cumplir sus más profundos deseos le bastaba.

Prosiguió lamiendo su cuello hasta subir la camiseta del pelinegro, dejando totalmente expuesto su torso, el cual no era algo que destacar demasiado, era delgado, sin ningún símbolo de fuerza alguna, frágil y delicado.

Karamatsu siguió hasta llegar a los pezones de Ichimatsu, los cuales empezó a lamer delicadamente hasta acabar succionandolos y mordiéndolos.

El pelinegro sentía cosquillas por todas partes sobre todo, "en esa parte" se sentía sumamente nervioso, a pesar de que Karamatsu no podía verlo, él sentía vergüenza, pronto estaría desnudo en frente de alguien, por primera vez.

Sus gemidos comenzaban a intensificarse, provocando aun más a Karamatsu.

—Ichimatsu... ¿P-Puedo...? —Pregunto con su mano sobre su ropa interior.

—Hm... —Contestó avergonzado.

Karamatsu removió los pantalones cortos y luego la ropa interior de Ichimatsu, quedando completamente desnudo, el ojiazul realmente, realmente deseaba poder ver el cuerpo de Ichimatsu, no le bastaba con sentirlo, el pelinegro se recostó sobre el futon.

Puso sus frías manos sobre el miembro erecto de Ichimatsu, quién al sentirlo, un cosquilleo le recorrió todo el cuerpo desde su entre pierna hasta sus hombros, no solo eran las manos frías de Karamatsu que inmediatamente se calentaron, sino la sensación de sentir una mano ajena tocar su miembro por primera vez.

Mientras que movía su mano derecha muy suavemente para frotar el miembro del pelinegro, Karamatsu quedaba encantado con los gemidos de Ichimatsu, en poco tiempo iba a perder esa cordura y cuando lo hiciera, probablemente las cosas se pondrían más intensas, aun que intentaba controlarse.

—¡H-Ha...! ¡K-K-Karamatsu...! —Gimió Ichimatsu.

—... Déjame escuchar tu voz Ichimatsu... Quiero que vuelvas a decir mi nombre...

Ichimatsu lo miro avergonzado, dudaba pero obedeció ante esa petición y volvió a repetir su nombre y en cuanto lo hizo, Karamatsu mojo uno de sus dedos con su saliva y lentamente lo introdujo en su cavidad, haciéndolo soltar un gemido sumamente fuerte.

Se cubrió la boca con sus propias manos tras dejar salir ese gemido con temor de despertar a alguno de sus padres, pero sus jadeos eran constantes y no iba a poder mantenerse así demasiado tiempo.

Mientras que el ojiazul seguía moviendo su dedo en el interior de Ichimatsu, también frotaba con su otra mano su miembro, esperando lograr que Ichimatsu se corra, cosa que no iba a ser muy difícil, pues Ichimatsu dejaba salir cada vez más gemidos indicando que estaba llegando a su límite.

—H-H-Haa... K-Karamatsu... M-Me voy... ¡M-Me voy a...!

Tras decir esa frase sin terminar, aquel líquido espeso y blanco se derramo por las manos de Karamatsu, quién lo sintió escurrirse, era cálido y tras dejarlo salir, Ichimatsu se relajó un poco más sobre el futon.

—Lo siento... —Agregó.

—No pasa nada...

Ahora llegaría la parte que Karamatsu había estado esperando, su miembro ya estaba erecto hace rato y deseaba ir al siguiente paso, así que se quito los pantalones, la camisa, y finalmente su ropa interior, liberando su miembro de aquella molesta prenda.

Cuando Ichimatsu lo vio, trago saliva y cerro los ojos, sabía que eso iba a doler, pero por Karamatsu estaba dispuesto a soportarlo. El ojiazul mojo un poco más la entrada de Ichimatsu y muy, muy lentamente comenzó a penetrar su cavidad.

—P-Puede que esto te duela un poco.

El ojiazul apresuró el paso y lo metió más rápido, haciendo el proceso un poco menos doloroso, aún que eso no evito el estremecimiento de Ichimatsu, quién iba a volverse loco cada vez que veía lo que estaba haciendo.

—Ha... E-Estas... D-Dentro... —Dijo con una ligera risa nerviosa.

Empezó a moverse despacio, sintiendo la calidez y lo estrecho que era el interior de Ichimatsu, se sentía sumamente bien, se notaba que era su primera vez.

Aun que poco a poco comenzaba a subir la intensidad de sus embestidas y mientras hacia esto, se acercaba a los labios de Ichimatsu para besarlo intensamente, ambos estaban por perderse en la lujuria más rápido de lo que creían.

Aquel respectivo sonido húmedo comenzaba a sonar en la habitación, mientras que Karamatsu apresuraba su ritmo y Ichimatsu lo aprisionaba con sus brazos para estar aun más cerca, hasta el punto en que sus jadeos se mezclaban en la pequeña brecha entre ambos, el ojiazul se acerco a sus orejas para volverlas a lamer como en un principio.

—¡K-K-Kamarmatsu...! ¡Haa... K-Karamatsu! —Repetía su nombre entre jadeos. —S-Se siente realmente bien...

—I-Ichimatsu... Q-Quédate por siempre a mi lado... Por... Por favor... —Contestó el ojiazul. —No me abandones... Por favor no me dejes. —Agregó con desesperación.

—Jamás ha-haría algo como eso... Y-Yo... T-Te amo Karamatsu... ¡R-Realmente te amo!

Esas eran las palabras que más había deseado escuchar Karamatsu desde que comenzó a sentir cosas por Ichimatsu, estaba realmente feliz, pensaba que tal vez, ellos dos no podían estar juntos como amigos... Sino como algo más que eso.

Por último, Ichimatsu acorralo a Karamatsu con sus piernas, acercándolo aun más a sus caderas, el ritmo del ojiazul ya estaba en su límite.

—¡Agh! ¡M-Me voy a...!

Ichimatsu sintió como un líquido cálido y espeso se esparcía por su interior, llenándolo hasta desbordarse, era un sensación inigualable que nunca había sentido, cuando se separaron, aun podía sentirlo escurrirse por sus caderas.

Ambos se dieron un último beso antes de caer dormidos, Ichimatsu había descubierto lo que realmente lo hacía feliz y era estar junto a Karamatsu, quién a su vez se sintió más que satisfecho y completo al escuchar los verdaderos sentimientos de Ichimatsu.

Un camino oscuro.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora