Capitulo XXXVI: Amame con ganas. (1ra parte)

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Unas simples palabras... #KaramatsuSeme gracias.

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El sonido de los grillos era lo único que evitaba que Ichimatsu dijiese algo más, recordándole de que era de noche y que probablemente alguien podía haberlo oído.

Lo susurro lo suficientemente bajo como para que nadie lo escuche, pero aquella acción de besarlo lo hizo sentir algo paranoico.

—¿Es esto lo que realmente quiero...? Tener a Karamatsu como algo más que amigos... Incluso sabiendo que muy probablemente no sienta lo mismo por mí... —Pensó en silencio.

Justamente, Karamatsu se volteo ligeramente hasta estar boca arriba, esa acción le dio a Ichimatsu un ataque al corazón temiendo que despertará, hasta sus orejas y cola de gato salieron del susto, para desaparecer nuevamente.

No sabía que estaba haciendo, pero quería sentirlo de nuevo, ese cosquilleo en el estómago tan extraño pero sin duda satisfactorio, además... Ese vacío que desapareció en cuanto junto sus labios con los suyos.

El pelinegro lo miro fijamente, allí dormido plácidamente, como un bebé.

Se sentía realmente mal de lo que estaba pensando en hacer... Deseaba que se tratase de algún tipo de sueño con una fantasía muy, muy probable, pero él era más consciente de que no era así... Que lo que intentaba hacer es que una de esas tantas fantasías que tenía anteriormente antes de llegar a ese momento.

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La noche era brillante y hermosa, toda la ciudad se veía hermosa detrás de esas ventanas, donde estaba esa mesa tan elegante donde estaba Todomatsu y Atsushi.

Ambos cenando en tranquilidad, Todomatsu lo estaba disfrutando con ganas, la carne era deliciosa y la ensalada era igual, podía halagar honestamente al chef.

—Sin duda nací para estar en la clase alta, mi hermano no sabría apreciar una comida como esta. —Pensó orgulloso.

—¿Irás de regreso con tu hermano? —Preguntó Atsushi.

—Obviamente sí, ¿Creías que te iba a dar la oportunidad? ¡Ha! Ya quisieras. —Contestó.

—No tenía planeado llegar lejos, creo que tú cabeza esta muy mal ubicada para pensar en algo asi... ¿Cuándo vas a darte cuenta que soy un caballero?

—No puedo confiar en ti... Digo, ¿A que estúpido se le ocurre cumplirle los caprichos a un adolescente que ni siquiera conoce?

—Pues a mí... Porque cuando alguien me gusta... No puedo simplemente dejarlo ir.

Todomatsu sintió como si una flecha se hubiese clavado en su corazón tan fuerte que le dolía.

—¿G-G-Gustar? —Replicó avergonzado. —¡¿Q-Qué?! Hahahaha no... No bromees, idiota.

—Oh... ¿Logré ponerte nervioso?

—¡¿QUÉ?! ¡Para nada! Ya es tarde, vamos a casa porque si no voy a llamar a la policia.

—Hehehe, de acuerdo, andando.

Ambos se levantaron, Atsushi pagó la cuenta e inmediatamente bajaron hasta llegar al auto, tras subirse se pusieron de camino al departamento de Choromatsu.

Llegaron rápido, Todomatsu bajo del auto con las maletas con las que había llevado anteriormente a la estación

De cierta forma agradecía que asi hubiese sido, porque ahora tenía todas sus cosas, podría mudarse tranquilamente con Osomatsu sin miedo a tener que volver a su casa.

—Buenas noches. —Se despidió Atsushi.

—Adiós. —Dijo cortante y entró al edificio.

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Regresando con Ichimatsu, este estaba sentado muy, muy delicadamente sobre la entrepierna de Karamatsu, mirándolo fijamente.

—Karamatsu... —Repitió entre susurros.

Lo volvió a besar, sabía perfectamente que él podría despertarse, pero no quería perder la oportunidad.

Para su suerte... Karamatsu estuvo todo este tiempo despierto, pero claramento fingia estar dormido, si Ichimatsu se hubiese molestado en acercarse a su pecho, se daría cuenta por el latir tan acelerado de su corazón.

Karamatsu estaba conteniendo sus ganas de tomarlo y corresponderlo, pero tenía miedo, temía de que lo que estuviese haciendo estuviese mal.

Pero tampoco era justo, todas esas noches deseando a Ichimatsu, sintiendo a Ichiro en su lugar... Sentía que las cosas estaban saliendo a su favor esa noche y le costaba creerlo.

Cuando Ichimatsu se separo para tomar aire, Karamatsu vio la oportunidad y abrió lentamente los ojos, esperando que Ichimatsu se percatase de que estaba despierto, oh dios, deseaba poder ver su expresión en ese momento.

—I-Ichimatsu... —Dijo Karamatsu. —¿Estas seguro de esto...? —Le preguntó inseguro.

Si Karamatsu pudiese verlo, vería a un Ichimatsu avergonzado pero decidido, se molestó un poco ante la imseguridad del ojiazul, ni siquiera le contestesto, simplemente lo volvió a besar.

Ahora con Karamatsu en el juego, aquel beso se hacia poco a poco más intenso, hasta que ambos jugaban con sus lenguas hasta quedarse sin aire.

Karamatsu se levantó, quedando Ichimatsu sobre sus piernas, el ojiazul ubicó sus orejas y comenzó a lamerlas muy delicadamente.

El pelinegro dejo salir un gemido que estremecia a Karamatsu, hizo que su mundo, su cordura se perdiera poco a poco, él lo amaba, ¿Por qué no? Ichimatsu no salía con nadie, ¿Por qué no? ¡Él lo provocó! ¿Por qué demonios no iba a poder? Si ambos se deseaban mutuamente.

Un camino oscuro.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora