Punto de vista Liam
Mi corazón latió fuertemente cuando la vi bajando las escalinatas, se veía como afrodita de lo hermosa que venía. No podía despegar mis ojos de ella, Liv se encontraba perfecta, más linda que la noche anterior. Aunque yo la veía cada vez más linda pasando los días.
Su cabello rubio lo dejaba caer en bellas ondas, no tan largas pero tampoco tan cortos. Un vestido escarlata hasta sus muslos con tacones negros. Estaba consciente de que Liv me estaba volviendo más loco cada día.
-Hola.- Murmuró, me quede sin habla cuando la vi más de cerca. –Liam.- Me llamó. Rodeé mis ojos intentando volver a ganar el pensamiento y noción.
-Hola, Liv.- Saludé tartamudeando, no entendía porque me ponía así de nervioso. -¿Vamos?- Pregunté, podía jurar que tenía una sonrisa muy idiota dibujada en rostro ahora mismo.
Asintió y me tomó de la mano. Oh Dios, me tomó de la mano y no me pegó. Fuimos avanzando bajando hacia la playa, había chicas hermosas, guapísimas pero vuelvo a repetir. Ninguna de esas morenas se comparaba a Liv.
Ahora que veo a toda la gente bailando, me doy cuenta de que mis habilidades en esta vez no iban a mi favor. En realidad no sé bailar, más bien dicho no recuerdo como bailar. Todas las personas movían sus cuerpos alegremente, baje mi vista a mis pies observándolos pidiendo misericordia a Dios de que esta vez no arruine esto.
-¿Sucede algo?- Preguntó Liv con una ancha sonrisa sin soltar mi mano.
-Y…yo.- Titubeé. –Debo ir al baño, aguarda.- Me excusé soltando su mano. –Vuelvo enseguida.- Me disculpé caminando a un lugar. Porque no sé dónde están los baños.
Me dirigí hacia la orilla de la playa, estaba con unos nervios excesivos. Demasiados nervios me mataban, no podía creer como es que Liv lograba ponerme de esta manera. Debía admitir que la chica me gusta, pero un pequeño gusto no causa esto. Creo que esto es más que un gusto.
Pasé mis manos por mi cabello, estresado. Primero que nada debo tranquilizarme, ponerme como un hombre y no como un niño ya que dudo que a ella le guste. Tomé una gran bocanada de aíre preparándome para ir y seducir a la cabeza dura hermosa de Liv.
Di vuelta y regresé a la fiesta playera, había más gente que antes lo cual me molesto ya que sería más difícil encontrar a Liv. Busqué con mi mirada esperando encontrarla, muchas muchachas me sonreían con descaro pero yo como un caballero no les devolvía la sonrisa.
Y entonces la vi, carcajeando con una botella de cerveza en su mano, pero no estaba sola. Una sensación de odio hacia esa persona invadió todo mi cuerpo y mente, ganas de ir hacia allá tomar a Liv haciéndola a un lado, golpear a ese idiota –a pesar de que no estaba habiendo algo tan malo para merecerlo.- Estrangularlo y dejarlo sin aire. Soy un poco exagerado, poco.
Mi vista capto más al sujeto, un muchacho encantador de ojos azules y cabellos rubio con sonrisa angelical. Hasta a mí me pareció tierno. Pero Liv reía a carcajadas. ¿Por qué yo no la podía hacer reír de esa manera? ¿Por qué sus ojos no brillaban así?
-¿Interrumpo algo?- Pregunté con ironía.
-No, para nada.- Respondió Liv entre risas dejando su copa en la barra. –Oh Liam, acabo de reencontrarme con un viejo amigo.- Dijo la chica a la cual alguna día desearía decir “MI chica”.
-Niall, Niall Horan.- El muchacho estiró su mano hacia mí dirección, al principio me iba a reusar pero luego los ojos de Liv se clavaron intensamente en mí obligándome a responder al saludo. Estúpidos y hermosos ojos semi verdes.
-Liam Payne.- Esbocé una sonrisa muy hipócrita. –Un gusto.-
-Digo lo mismo.- Soltamos nuestro estrechamiento.
Liv y Niall continuaron hablando y yo me senté en la barra con severa idiotez ya que estaban hablando de su pasado. Me desesperaba que la gente hablara sobre cosas que no entendía, o no recordaba. Me sentía idiota.
Diez minutos, quince minutos, veinte minutos y yo continuaba sin hace o decir nada más que escuchar las música y risas de Liv. Entonces por fin un idea inteligente cruzó por mi mente cuando escuché decir a Liv entre risas. “Me gustan los rudos” ¿Rudos? Entonces quería que fuera rudo.
Una canción comenzó a sonar, una canción supuestamente para un chico rudo y una chica que le gustará los chicos rudos. Sin más que decir intentando parecer “rudo” tomé a Liv del brazo jalándola a la pista de baile mientras que ella maldecía y preguntaba el porqué de mi actitud.
La posicioné a mi frente, su ceño estaba fruncido expresando un claro enojo y desprecio. Comencé a moverme torpemente ya que no sabía cómo, parecía un robot con daños graves. Lis se quedó estática en su puesto, tenía una expresión extraña en su rostro.
-¿Que intentas?- Preguntó con una sonrisa. Ahora le estaba causando gracia. Se suponía que debía causarle miedo como un chico rudo.
No contesté a su pregunta y continué “bailando” –Nótese el sarcasmo, por favor.- Comenzó a reír sin control alguno, ahora no sabía si era el efecto del alcohol o en realidad le causaba chiste mi baile.
La cuestión es que su risa me comenzó a ser contagiosa, pero no debía reírme. Tenía que hacer que me tome enserio y me vea como un chico malo. -¡Liam!- Exclamó Liv cuando la tomé de la cintura, posicionándola como esas películas románticas donde la tomaba de la espalda y la dejaba caer, no hasta el piso. Su cabello rubio se disparó hacia abajo dejando libre expresión a su blanquecino rostro angelical.
Ahora iba la parte de besarla, pero tenía miedo que si la besaba ella me pegara. Acerqué mis labios lentamente, con delicadez para la princesa más hermosa del mundo. Sus ojos se mantenían abiertos viéndome, nuestras respiraciones chocaron provocando más cercanía entre nosotros dos. Solté un suspiro antes de sellar nuestros labios en un beso.
Se sentía como el cielo besarlos, tenían un poder mágico sobre mí. Ella era como afrodita para mis ojos, no era la mujer más alta, es pálida, tiene unas piernas que parecen que con una ráfaga de viento se podrían desarmar, tiene un genio del diablo, tampoco tiene el cuerpo de una modelo de victoria secret. Pero así la adoro.
Me perdí tanto en el beso en el que estábamos enganchaos que sin darme cuenta retire mis manos de su espalda provocando que cayéramos al suelo los dos. Mi cuerpo sobre el de ella provocándole un pesar inmenso, ya que era muchísimo más alto que mí pequeña.
-Tonto.- Musitó con su ceño fruncido. Tuve que arruinar aquel momento, como siempre. Inteligente Liam, inteligente.
Hubo unos segundos de silencio cuando comencé a sentir movimientos de su cuerpo, subí mi mirada extrañado para ver a Liv riendo sin parar. Su rostro estaba rojo por la risa, no podía respirar, me removí de su frágil figura, ella tirada en el suelo con su vestido hecho un asco sin parar de reír a carcajadas.
Se veía tan tierna y extraña a la vez. Es única.
La tomé del brazo para levantarla, sus piernas temblaban por la risa. A puesto que es también por el efecto del alcohol y todo esta gracia muy tonta y divertida que apuesto que quedara en nuestras mente para siempre.
-¿Estas bien?- Pregunté esbozando una sonrisa, en realidad diento que el papel de chico malo no me pega para nada.
-Si.- Contestó mordiendo su labio inferior de manera provocativa. Muy provocativa. –Sabes Liam, creo que lo estás haciendo muy bien. Presiento que volveremos a ser lo mismo de antes.-
No es muy largo y ademas he tardado en subir, asi que lo siento. Pero me sentía muy bloqueada para escribir y he tenido mucho problemas. No queria que lean una cosa que no valiera la pena. Pero aquí esta, espero que lo disfruten. Voten y comenten :) las quiero y gracias. Tambien les voy a pedir que se pasen por una propuesta de Harry que hace poco la publique. :) ¿Me ayudan? Abajo les dejo el link y por si acaso la puden encontrar en mi perfil, se llama "At Leas We Loved"
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Lost Dream (Pausada)
FanfictionAlguien de la calle sin expectativas de vida, robando apenas se le presente la oportunidad. Esa era Liv una chica sin rumbo alguno y el corazón tan fuerte como una roca, ¿qué pasa cuando encuentra a alguien quien ablande su corazón? La respuesta es...