Lost Dream (Pausada)

19. Last Night

Sentada en el sofá, la cabeza de Liam estaba sobre mis piernas mientras en el televisor pasaban un filme de comedia el cual no me logró sacar ni una sola sonrisa.

Sentía mis piernas húmedas debido a las pequeñas lágrimas que Liam había dejado caer, estábamos así por horas. Desde que desperté él no dejo de seguirme.

Ya era noche, Nelly y Zayn habían salido a un matrimonio donde también estábamos invitados Liam y yo pero simplemente no me sentía son ánimos de ser juzgada por la gente de ese lugar.

Los créditos de la película comenzaron a salir indicando que la película había terminado, estaba triste, una tristeza tan grande que podía jurar que mis ojos se encargaban de hacer notar.

-¿Estas despierto?- Pregunté en un murmuro, mis dedos acariciaban con mimo su cabello.

-No puedo dormir.- Contestó. -Tengo miedo.-

-¿De qué?- Contraataqué.

-De dormirme y que tú te vayas.- Mis ojos se humedecieron al escuchar esas palabras. Era verdad, yo también tuviera miedo.

Quedamos en silencio, su respiración era agitada, sentía los latidos de su corazón acelerarse cada vez más haciéndome saber que estaba nervioso al igual que yo. Debo tenerlo, aunque sea solo por última vez en mi brazos, besarlo de la manera en que sepa todo el amor que siento por él, necesito que nuestras almas se conviertan en una antes de tenerme que apartarme de él para siempre, por su bien.

Liam se levantó de su posición, sus ojos me veían fijamente, el dolor en ellos era tan evidente que podía transmitírselo a quien sea que lo viera ahora. Yo también lo veía, hasta ahora no entiendo cómo es que me podía ver hermosa, estando tan destrozada. Mi cabello estaba suelto con distintos colores al final, el piercing en mi nariz el cual brillaba como un pequeño diamante, mis ojos con el borde un poco negro debido al delineador y mascara de ayer. No tenía ni ánimos de quitarme el maquillaje para dormir.

Su mano tímidamente tomó la mía, poniéndola arriba de la mía. Era grande, su mano, y la mía pequeña, como si una hoja cubriese a una hormiga o un paraguas a una niña. Tenía la voraz necesidad de besarlo, pero me da vergüenza, tenía miedo a que rechace mi beso o simplemente todo se volviera incómodo.

Pero no fue necesidad que yo tuviera que besarlo, sus labios se acercaron rápidamente a los míos, presionándolos con desesperación. Tarde unos segundos en reaccionar, estaba impresionada por el momento pero contesté, respondía a su grito ahogado que se expresaba dentro de él. Nuestros labios encajaban perfectamente, como si estuviesen moldeados para cada uno, sentir la calidez de sus labios acariciar suavemente los míos, su barba me hacía cosquillas. Hace tiempo que no sentía mi corazón latir tan rápido, mucho que extrañaba que alguien me besase de esta forma.

Sus grandes manos descendieron por mi espalda sumergiéndola por dentro de mi remera tocando mi piel provocándome estremecer, mi cuerpo cayó lentamente sobre el sofá sin romper el beso que cada vez se volvía más apasionado, mis brazos se  enredaron en su cuello atrayéndolo aún más a mí, poco a poco nuestros labios se separaron por la falta de oxígeno, me encanta ver su rostro tan cerca del mío, me gusta de sobremanera tener sus labios sobre los míos. Las sensaciones que causaba en mí era inexplicables, lo único que podía sentir era amor y felicidad, me sentía completa.