Bella POV
Me desperté antes que Edward y esto permitió que lo observara dormir, tenía una expresión relajada, tranquila, de paz. Era totalmente perfecto, las facciones de su rostro, su pecho marcado pero sin exceso, poder mirarlo sin sentir su mirada fue como tener el control.
Estuve soñando con lo que pasó ayer y me tenía nerviosa, quería probarlo así que lo destapé y comencé a acariciarlo y besarlo en su intimidad, un gemido escapó de sus labios y su cuerpo reaccionó, permitiendo que lo introduzca en mi boca, lo besé y jugué con mi lengua, no sabía si estaba bien pero Edward no se quejaba de dolor, sino que de placer, así que supuse no estaba tan mal.
Luego de un rato dijo –¡basta!- me tomó de los hombros y me tiró en la cama, pensé que lo había lastimado o había echo algo mal pero no, él me hizo el amor de forma brusca pero placentera y me explicó que no quería terminar en mi boca sino dentro de mi cuerpo.
Estuvimos en la ducha como todas las mañanas, bueno dos mañanas, se estaba volviendo un hábito que me gustaba mucho y esta vez fue sin interrupciones.
Desayunamos con sus padres y pasamos un momento muy ameno entre charlas y anécdotas de nuestras vidas.
Luego del almuerzo fuimos a nadar un rato y nos divertimos mucho ya que parecíamos dos niños chapoteando en el agua, no parábamos de reír, sus padres no dejaban de sorprenderse al ver a su hijo tan distendido, sin siquiera mencionar el trabajo o pensar en él.
Temprano en la tarde llegaron dos personas, una muchacha joven y bonita que dijo ser la maquilladora y un muchacho que con solo hablar se escuchaba a gritos la palabra "gay" no tenia nada en contra de ellos pero causaba gracia sus exagerados ademanes, nos hicimos amigos al momento, era el peluquero, ambos habían sido contratados por Alice para prepararme para el evento en la noche, así que me duche y entregué a estas dos personas para que hicieran lo imposible, hacer que me viera bonita.
Alice me mandó un mensaje avisando que llegarían y diciendo que eran los mejores, no se equivocó, lo eran, porque no parecía yo la muchacha del espejo por segunda vez desde que llegué a esta casa.
Traía puesto el vestido que habíamos elegido, bueno que eligió Alice en la tarde del día anterior, era de color azul, strapless justo hasta la cintura y un tanto acampanado pero no mucho, llegaba hasta casi las rodillas y el cabello lo tenia en un recogido desordenado del cual se escapaban algunos bucles, el maquillaje era delicado nada exagerado y traía zapatos clásicos altos, se veía y lo más importante, me sentía bonita.
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CASAMIENTO POR INTERES!!! (+18)
RomansaEdward Cullen es un multimillonario desilusionado del amor debido a un engaño. Se ve obligado a buscar una esposa para realizar un millonario negocio. Isabella Swan es una chica muy humilde que debido a circunstancias adversas encuentra la solución...