Fix me {Lucas Hernández}

Capítulo 7

—¿La besaste?—Antoine alzó las cejas sin apartar la mirada de la pantalla, donde se estaba jugando con Saúl el pagar una cena

—No fue un beso, beso. Fue un roce de labios.

—Un pico—afirmó Saúl

—Ni eso.

—¡Vamos!—Antoine puso el dos uno y se acabó el partido—Me debes una cena, Ñíguez.

Saúl suspiró y dejó caer el mando al suelo.

—En fin, así que las novedades son que Lucas se ha enamorado y que le debo una cena a Griezmann.

El francés sonrió.

—Ya estamos en casa, Anto...—la voz de Noa inundó el silencio que se había formado de repente y una sonrisa boba se formó en el rostro de mi amigo

—Oh, Dios, cursis—Saúl rodó los ojos

—Tú y Lu sois peores—aseguré

Saúl se encogió de hombros y abrió los brazos para recibir a Mía la cual caminaba hacia nosotros, pero ella pasó de largo y vino hacia mí.

—Has roto el corazón del tío Saúl, Mía—el ilicitano hizo un puchero

Mía rió y se abrazó a mí.

—Es que si favorito es el tío Lucas—le eché la lengua y miré a la pequeña—. ¿Qué pasa, princesita? ¿Ya no tienes fiebre?

Besé su frente.

—Bueno, bueno, deja de mimar a mi hija que luego no me quiere a mí—Antoine me arrebató a Mía—. ¿Vamos a dormir la siesta, pequeña? ¿Si?

—Y con esto, Hernández, quiere decir que nos Vayamos—Saúl pasó su brazo sobre mis hombros

—Nos vemos, pareja—choqué el puño de Anto, besé la cabeza de Mía y abracé a Noa—. Y no le hagáis un hermano a Mia, por favor.

—¡Lucas!—Noa golpeó mi brazo sonrojada, Sonreí inocente

                               (...)

—¿Sabes que te va a mandar a la mierda, no?

Rodé los ojos.

—Qué positiva eres, amiga mía.

Noa suspiró y paró el carrito de Mía para que yo la ayudase a subirlo por las escaleras.
Agarré el carrito por el otro lado y entre ambos subimos.

—Bien, ya está todo hecho por internet, solo queda firmar los papeles y...

—Deberías hablarlo con Cris primero.

—No va a dejar que le pague la carrera. Pero si ya está pagada... No puede decirme que no.

Noa rodó los ojos y se acercó al mostrador mientras yo me quedaba con Mía.

—Lucas—me llamó

Me acerqué.

—Solo tiene que firmar aquí, aquí y aquí. 

Cogí el bolígrafo y firmé donde me indicaba.

—La beneficiaria de esta plaza empezará el próximo lunes en el... Tercer curso.

Asentí.

—Muchas gracias—esbocé una sonrisa y volví con Noa—. Y ahora ya podemos ir a comprarle algo a la pequeña.

—Ya te he dicho que tiene de todo.

—Meh. Tengo que consentirla—me encogí de hombros

                                (...)