Capítulo 12

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—¡Lucas!—mi madre se lanzó hacia mí para abrazarme

Sonreí y le devolví el abrazo.

—Mamá, ella es Cris, mi novia. Cris, ella es mi madre.

Se dieron dos besos con una sonrisa, aunque Cris no soltó mi mano en ningún momento.

—La cena ya está servida, llegáis justo a tiempo.

—¡Lucas!—Violette corrió hacia mí y la levanté en el aire

—¿Me echabas de menos, pequeñaja?

—Mucho—se abrazó a mí—. ¿Es tu nueva novia?

—Sí. Se llama Cris.

—¿Es como Amelia?—preguntó con temor

—No, ella es buena y me quiere de verdad.

Cris nos miró y le dedicó una sonrisa a mi hermana.

—Así que tú eres la famosa Violette.

—¿Lucas te ha hablado de mí?—preguntó emocionada

—Mucho. Me ha contado lo maravillosa que es su hermanita.

Violette me miró con una sonrisa y, tras besar mi mejilla, me pidió que la bajase al suelo para darle la mano a Cris.

—¿Después de cenar juegas conmigo a la peluquería? Lucas y Théo nunca me dejan peinarlos—hizo un puchero

—Yo te dejo, pero siempre te quejas de que no tengo pelo suficiente—reí

Cris asintió y Violette corrió hacia la mesa para sentarse en el regazo de Paula.

—Pues vamos a Cenar—eché la silla hacia atrás para que Cris se sentase y luego la arrimé hacia la mesa, me senté a su lado.

—¿Cómo os conocisteis?—preguntó mamá mirándonos

Miré de reojo a Cris.

—En un bar. Salí con Antoine y compañía a celebrar el compromiso de este y ella estaba allí sola.

No iba a decir que la salvé de aquel gilipollas. Era algo nuestro.
Terminamos de cenar y mi madre comenzó a contar anécdotas de cuando yo era niño.

—Recuerdo una vez, cuando Lucas tenía cuatro años, que se enfadó muchísimo porque Théo había mordido uno de sus juguetes—me sonrojé completamente

—Mamá, no hace falta que...

—Seguro que es divertido—Cris me instó a callarme, entrelazó nuestros dedos y apoyó su cabeza en mi hombro

—Como decía, Lucas se enfadó tanto que se propuso no hablarle nunca más porque era su juguete favorito. Pero como no podía evitar hablarle, cogió la tarta de chocolate que había en la nevera para su cumpleaños y se la estampó a Théo en la cara.

Me sonrojé mientras Cris y Paula reían y mi hermano esbozaba una sonrisa divertida.

—¿Y el día que se disfrazó de chica?—Cris me miró divertida—Llegué a casa y lo encontré con un vestido mío y unos tacones, se había puesto un collar y trataba de dar toques pese a que los zapatos se le salían de los pies.

Cris había comenzado a llorar de la risa mientras yo sentía que las mejillas me ardían de la vergüenza.

—Mamá, creo que por hoy ya está bien—susurré

—¡Sí! ¡Qué Paula y Cris van a jugar conmigo a la peluquería!

—Oh, no—murmuró Théo

—Tranquilo a ti no te quiero peinar, que a lo mejor me pegas los Piojos—Violette le echó la lengua

Fix me {Lucas Hernández}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora