Durante el vuelo con Daniel Augusto no dejaba de pensar en su hermano y la extraña llamada; su mente se trasladaba a esa mañana tan desagradable cuando, Daniel le daba palmadas en el hombro y le decía que todo estaría bien.
El piloto les informa que pronto aterrizarían en tierras americana que se mantuvieran sentados que pronto comenzaría el descenso.De pronto se siente como un bajón en el avión, Augusto mira a Daniel con cara de desespero.
— ¡Nos vamos a caer Daniel!
— Ya cálmate que es normal sentir eso en un avión.
Como siempre Augusto se fue desvaneciendo lentamente. Daniel espero a que aterrizaran para llamar a los paramédicos que asisten en la pista ayudaran al desmayado Augusto.
Ya dentro del Aeropuerto Augusto es llevado en compañía de Daniel al área de enfermería donde lentamente va despertando.
— Chico, pero ya está vaina es costumbre en ti.
— Perdóname Daniel todo se me fue poniendo oscuro.
— ¡No quiero imaginarme como hiciste a Eduardo, a veces pienso si la que trabajo fue Rosmargaret mientras tú estabas desmayado!
Ambos sonrieron del comentario, ya allí llega una comisión de militares a rendirle los honores correspondientes a Daniel.
Pasado el protocolo del recibimiento como coronel activo que es Daniel toman un elegante carro que los conducirá al hospital donde se encuentra recluido Alejandro.
Augusto le dice a Daniel un poco mareado que tiene miedo y comienza a contarle la historia de don Rafael. Daniel simplemente lo escucha durante el camino.
Ya en la entrada del hospital Daniel le dice que como el no habla el idioma que dejara que él averiguara todo lo referente a su hermano, que no se preocupe que él le traduciría.
Augusto lo mira y le dice que por el no hay problema que entendía la situación. Daniel de inmediato se identifica y pide hablar con el médico residente de guardia.
De pronto llega un hombre calvo de anteojos vestido con su bata blanca y en el cuello su estetoscopio, era el doctor Phill, ambos se estrechan la mano y comienzan a hablar; Augusto los mira sin mediar una palabra apenas lograba entender dónde estaban.
El doctor le dice a Daniel que lo siguiera que los llevaría a la habitación donde esta Alejandro, los tres comenzaron a caminar por el largo pasillo rumbo a tomar el ascensor.
Llegado al piso el doctor le dice a Daniel y este le traduce a Augusto que se metieran en un vestier que quedaba junto a la habitación para que se lavaran las manos y se colocaran un traje de color azul desechable y un gorro para poder entrar donde estaba el hermano de Augusto.
Comienza a contarle a Daniel que el paciente estaba desarrollando un estudio muy avanzado en la Universidad de la ciudad y que estaba en una fase muy delicada del proyecto, alababan al paciente por los conocimientos que este desarrollaba en bien de la ciencia, lo que no entendía el medico era de que Alejandro había ingresado al hospital por un accidente con un árbol donde perdió el conocimiento y que cuando llego al hospital se recuperó, pero posterior a los días entro en un extraño coma que tiene a todos en el hospital como en la universidad tan extraño caso.
Afirmaba que su preocupación era que la bacteria que el paciente estaba tratando se fuese alojado en su cuerpo y estaba provocando el extraño estado de coma.
Ya dentro Augusto mira a su hermano inmóvil e inerte en la camilla, solo veía a su lado la pantalla que describía su pulso con el aquel sonido tan peculiar, las lágrimas invadieron de inmediato su rostro, Daniel se acerca y le dice.
— Tranquilo todo va a estar bien, el doctor me dijo que tienen a los más destacados médicos tras el caso de Alejandro.
Ambos estuvieron parados allí junto a su camilla, Augusto apenas sostuvo la mano de su hermano, solo le bastaba pedir a Dios lo ayudara.
Inmediatamente se le vino la plagaría que Felipe había dicho ese día tan especial por Rosmargaret.
— ¡No sé cómo pedirte, pero aún recuerdo las palabras de ese día!
— "Ay mi madre bella tú que has hecho tantos milagros cuando zarpan los pescadores a la mar y de cómo los llevas a tierra se; tú que tantas veces los has de las tormentas llegan sin avisar te suplico ayudes a mi hermano a salir de este coma en que se encuentra, toda su vida lo que ha hecho es salvar a otra madrecita, y ahora míralo jamás pensé que estuviera el así..."
El doctor que los recibió en la entrada les pide a los visitantes que es momento de salir de la habitación y dejar al paciente en manos de unos colegas que recién acababan de entrar, también les dijo que estaría bien que no se preocuparan por Alejandro que él estaba en buenas manos.
Y afuera en la sala de espera Augusto comienza a interrogar a Daniel, este lo mira y le dice que los médicos más prestigiosos están tras la causa del coma en su hermano, que recordara que él era un científico y que estos eran los riegos a los que todos estaban expuestos y que tuviera mucha fe en Dios.
Augusto entra en pánico y comienza a llorar como un niño, Daniel lo abraza y deja que se desahogue.
ESTÁS LEYENDO
El Poder de una Sonrisa en la Adversidad
Teen FictionDurante de nuestras vidas y en algún momento, nos hemos tenido que topar con un sin fin de situaciones, algunas buenas, otras malas, otras que sin duda alguna nos marcan dejando una huella imborrable; otras que por el contrario nos toman por sorpres...