"Acortando distancias"

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Tras observar cómo la silueta de Renji se perdía en la distancia, Ichigo regreso al interior de de la casa.

Nunca antes se había sentido de aquella manera; culpable, cobarde y ladrón.Siendo honestos él que debería estarse yendo sería él y no Renji, eso sería lo justo.Pero no podía evitarlo, de alguna manera las cosas habían terminado así; Orihime y Renji con el corazón roto, los niños sufriendo y él y Rukia sin saber qué hacer. O quizás él estuviera juzgando mal a Rukia, tal vez ella en verdad amaba a Renji -a pesar de todas las pruebas en contra- y quizá solo su mente lo estuviera engañando, podría ser que todo lo que estaba ocurriendo fuera en vano y a final no pudiera estar con Rukia.

Suspiro pesadamente y se tiró en el sofá, se revolvió el cabello y maldijo por lo bajo.Se sentia nervioso y que Rukia tadara empeoraba su animo aun mas.

Después de unos minutos que a Ichigo le parecieron eternidades la manija de la puerta de la entrada giro y Rukia aparecio en el umbral, su rostro parecía cansado, triste y contrariamente con un poco de tranquilidad.

Ichigo quería decirle algo pero simplemente las palabras no acudían a su boca.

La pelinegra dejo las llevas en una pequeña canasta que se encontraba justo a lado de la puerta y se deslizó junto a Ichigo en el sofá.

-Y bien...¿cómo estuvo? -por fin se animó a preguntar Ichigo.

-Me gustaría decir que bien pero eso sería mentir. -dijo ocultando su rostro entre sus manos.

Ichigo suponía que diría algo así.

-¿Donde esta Ichika? Creí que regresarías con ella.

-No tuve tanta suerte.En cuanto terminó de hablar con su papa escapo a su escondite y Renji no hizo nada por detenerla .-descubrió su rostro lentamente y se quedó miando a la nada-. ¿Vino a hablar contigo?

-Si...-dijo en voz muy baja.No quería hablar sobre su conversación con Renji en ese momento y a decir verdad en ningún otro.No se sentía preparado para revelarle a Rukia lo que sentía.Aunque dudaba si con sus acciones no era obvio.

-¿Que te dijo?

Ichigo pensó en responderle pero terminó por solo repetir las cosas más obvias que Rukia ya debería de saber, como que estaba enterado del acuerdo de los niños, que permitiría que terminaran la semana sin problemas y que después se separarían.

-¿No estaba molesto?

-No...- mintió Ichigo, a su parecer era lo mejor.

SIguió un largo silencio,ambos mirando en la nada, con los pensamientos perdidos.Era increíble cómo un día que prometía ser tan bueno había cambiado drásticamente.

-Cuando me lo propuso no me pareció tan mala idea.-de pronto comenzó a hablar Rukia-. Después de todo siempre me habían enseñado que el matrimonio no era más que un acuerdo entre dos familias, pactos y tratos con fines en común.Pero luego conocí a Kaien-dono y a su esposa y entonces quise algo así para mi, alguien con quien pudiera entenderme perfectamente, alguien que estuviera conmigo en una tarde tranquila en el Sereitei o a mi lado en una intensa batalla.Pero no.- una sonrisa triste apareció en su rostro.- al parecer no había algo así para mi.Y termine diciéndole que si a quien siempre vería como mi mejor amigo y nada más que eso.Y mírame ahora.Soy un desastre, logre ser capitana pero destruí a mi familia.- de nueva cuenta escondió su rostro entre sus manos.

-Tranquila.No eres la única que lo ha arruinado. Yo le pedí matrimonio a una mujer que no amo y ahora le rompí él corazón. No te preocupes ambos estamos en un buen lío pero no te dejare sola.

Final ErróneoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora