Capítulo 9
Revelación.Narra Sucrette
Al terminar las vacaciones me despedí de mis padres y me fui directa al internado, con una sonrisa en la cara.
Hoy iba a ser un gran día.
-¡Rosalya!-Grité al verla.
-¡Sucrette!-Gritó al verme a mí.
Nos abrazamos a lo "Break the distance" y nos fuimos a nuestra habitación.
-Hola Iris.-Dijimos Rosalya y yo al unísono.
-Hola chicas, os he echado de menos.- Dijo Iris mientras nos abrazaba.
-Y nosotras.-Correspondimos el abrazo.
-Tía, hay que llamar a Alexy.-Reí.
-Es verdad, no le dije nada.-Tiré mi maleta sobre mi cama y salí de la habitación.
-¿A qué esperas?-Ella repitió mis acciones y fuimos a la habitación de los chicos.
Picamos a la puerta, al parecer no estaban.
-Habrá que esperar aquí fuera.-Me senté en el suelo, pegada a la puerta.
Rosalya hizo lo mismo.Estuvimos hablando de las vacaciones, de chicos, de su querido Leigh...
Hasta que por fin los gemelos llegaron... Seguidos de esa estúpida.
-Mierda, ahí está Annie, me voy. Trae a Aemin al patio.-Asentí y Rosalya se fue.
-¿Sucrette?-Preguntó Alexy.
-¿Eh? ¡Ah sí! Alexy, Armin os necesito ur-gen-te.-Dije nerviosa.
-¿A caso no te acuerdas de que tú y yo estamos enfadados?-Preguntó Armin bajo la atenta mirada de su novia.
-Eso ahora no importa, es muy urgente.-Dije simulando estar preocupada.
-Está bien...¿Para qué nos necesitas?-Preguntó.
-¿Y yo qué?-Preguntó Annie ofuscada.
-Tú te quedas aquí.-Cogí a los chicos de las mangas y los llevé al patio, donde se encontraba Rosalya.
-¿No crees que deberías ser amable con Annie?-Reí ante tal comentario y seguí mi camino.
Después de cinco largos minutos buscando a Rosalya, la encontré y me dirigí a ella.
-Bien Armin... No sé si después de esto nos vas a odiar o a querer más pero lo hacemos por tu bien.-Dijo Rosalya, seria.
-¿Eh? ¿Qué pasa? ¿Alexy sabes algo?-El peliazul lo miró y sonrió.
-Bien... Tu novia y yo nos hicimos amigas estas vacaciones y me dijo una serie de cosas que a ti en especial no te van a gustar. Por suerte las grabé, si quieres escucharlo...-Armin, asustado, asintió.
Rosalya puso la grabación y se escuchó todo lo que Annie le confesó aquel día en la cafetería.
-Ahora, Rosalya, vamos a dejaros solos que tenéis cosas de las que hablar.-Alexy tomó a Rosalya de la muñeca y se fueron de ahí, dejándome con un triste Armin.
-Esa víbora... Me hizo sentir cosas que... ¡Joder!-No aguantó más y lágrimas salieron de sus ojos trazando un camino por sus mejillas hasta acabar en su barbilla y caer al vacío.
-Armin, sinceramente lo siento. Siento haberme metido en tu relación y tal, pero cuando me enteré de esto quise contartelo.-Suspiré.-Eres una de las personas en las que más confío, me ayudaste cuando ocurrió lo de Ámber y... Sé que probablemente me odi-Fui cortada por un repentino abrazo de su parte, el cual correspondí.
Comencé a llorar por el hecho de haberle recuperado como amigo.
-Aquí el que lo siente soy yo, tendría que haber confiado en ti desde un principio, soy un completo y absoluto imbécil.-Dijo llorando.
-Que escena tan conmovedora, Armin ven.- Apareció la puta de Annie.
-Annie, sé todo lo que has hecho. Eres la persona más cruel y retorcida que conozco, has hecho que me aisle de todo el mundo y encima vas y me engañas con vete tú a saber cuántos. ¿Lo ves normal? Porque yo no. Me enamoré de ti, Annie. Pero ya no más. No quiero saber nada de ti, como te me vuelvas a acercar te juro que vamos a acabar mal. Esto ha terminado.-Me cogió de la muñeca y nos fuimos de ahí. Golpeé el hombre de Annie con intención de molestarla pero lo único que logré fue que me cogiera por el antebrazo y comenzara a apretarme.
-Ganaste la lucha, pero no la guerra.-Me soltó y nos fuimos.
Volvimos y ya era hora de empezar las clases, hoy empezaban un poco más tarde debido a que los alumnos tienen que volver y etc.
Me senté con Armin, lo echaba de menos ya.
Las semanas pasaron y conseguí ayudar a Armin a salir de aquella pequeña depresión en la cual le había metido Annie.
-No merece la pena lamentarse por alguien como ella, Armin.-Dije acariciandole el pelo.
Estábamos en su habitación,yo estaba sentada en su litera y él estaba tumbado, reposando la cabeza sobre mi regazo y lamentandose por culpa de Annie.
-La amaba, Sucrette. Y por muchas infidelidades eso no va a cambiar. Pero toca superarla. No puedo vivir así, ¿verdad?-Sonreí.
-No. Si de verdad quieres tener a alguien a tu lado asegúrate de que esa persona vaya a estar contigo y te sea fiel.-Dije acariciando su suave cabello negro azabache.
-¿Sabes qué?-Miré sus orbes azules.
-¿Qué?-Pregunté intrigada.
-Creo que cuando estaba con Annie me enamoré de alguien más, solo que no quise admitirlo y me alejé de esa persona y de todo el mundo y me centré en ella.-Dijo serio, mirando mis ojos.
-¿De quién?-Pregunté con una sonrisa pícara en el rostro.
-Eso lo sabrás cuando sea correspondido.- Sonrió
-Va, dímelo.-Insistí haciendo un puchero.
-No.-Me sacó la lengua.
-Pft, lo adivinaré por mi cuenta.-Dije segura de mi misma.
-Buena suerte con eso, no creo que te lo esperes.-Dijo vacilón.
-Tsk.-Rodé mi rostro a un lado hinchando los mofletes.
El se rió y continuamos hablando de temas triviales durante un tiempo.
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El Internado[CDM] {ArminxSucrette} [[PAUSADA HASTA NUEVO AVISO]]
FanfictionSucrette se ha de mudar por culpa del trabajo de su padre, dejando ahí a sus amigos y sus malos hábitos. Al mudarse la ingresan en el internado Sweet Amoris, un lugar donde se le presentaran nuevos retos y nuevas amistades. Armin es un chico amable...