El Internado[CDM] {ArminxSucrette} [[PAUSADA HASTA NUEVO AVISO]]

05:Annie

Capítulo 5
Annie

Narra Sucrette.

Cuando volvimos al internado inmediatamente informamos a la directora sobre lo sucedido.

-Entiendo su caso, señorita Sucrette, pero entienda usted que no vamos a poder expulsar permanentemente a la señorita Amber debido a que sus padres donan muchísimo dinero a este centro.-En mis manos se formaron puños. Tenía tanta rabia que los nudillos se volvieron comoletamente blancos y mis uñas se clavaron en las palmas de mis manos.

-¿No puede expulsarla aunque sean dos semanas?-Preguntó Armin.

-Sí que podría. Ahora señorita Sucrette lo que debe hacer es descansar, ¿vale?-Dijo la directora con un tono cálido.

-Sí. Descansar.-Respondí sarcástica.-Teniendo a la loca asesina a dos habitaciones de la mía. Que sepa usted que pienso tomarme la justicia por mi mano, le guste o no.-Salí de ahí a paso apresurado seguida por Armin.

-Sucrette, tranquila.-Dijo tomándome del brazo para que fuera más despacio.

-¡No pienso tranquilizarme! Esto es una puta injusticia. ¡¿Dos semanas por un intento de asesinato?! Pf. Pienso llamar a mis padres y que le metan una denuncia tan grande como mis ganas de fumar.-Armin me miró sorprendido por lo último que dije.

-Sucrette, tranquila. Sus padres son una de las familias más ricas de la ciudad, ir a juicio no servirá de nada. Lo que debes hacer es vengarte.-Le miré con una sonrisa malévola en la cara, cosa que al verme él imitó.

-¡¡Armin!!-Chilló Alexy, el cual se dirigía a la velocidad de la luz hacia su hermano.

-¿Qué pasa?-Preguntó Armin a su hermano que estaba exhausto.

-A-annie.-Dice el de cabello azul tomando bocanadas de aire.

-¿Qué pasa con Annie?-Preguntó preocupado.

-E-está en la puerta del internado. H-ha venido t-todo el f-fin de semana para e-star contigo.-A Armin se le veía emocionado. Según él su novia es de una ciudad a más de mil kilómetros de la nuestra. Armin me tomó del brazo y fuimos corriendo hacia la entrada.

-¡E-espera!-Exclamó.

-¿Qué?-Alexy le entregó un cartel a Armin. Este ni lo leyó, se lo devolvió a su hermano.-Dejalo en mi cama.-Armin me arrastró por todo el internado  hasta llegar a la entrada. Se paró de golpe y sus ojos brillaron.

-¿Es ella?-Pregunté curiosa. La tal Annie es una chica alta, ojos azules y un cabello rubio que le cae por los hombros. ¡Es preciosa!-¿Cuántos años tiene?-Pregunté sorprendida.

-Trece, el año que viene cumple catorce, como nosotros.-Estaba flipando. Era demasiado guapa para tener la misma edad que nosotros. Ella miró en nuestra dirección y se acercó.

-¡Armin!-Ella se lanzó a los brazos del muchacho. Cuando se separó de él se dieron un beso en los labios.-¿Tú quién eres?-El tono en el que me habló me sorprendió. Fue un tono borde y lleno de odio. ¡Ni siquiera me conoce, no puede hablarme así!