Capítulo 12
DebrahNarra Sucrette.
-¡¿Qué has hecho qué?!-Exclamó mi amigo ojiazul al enterarse de lo que pasó escasos minutos atrás.
-Que acepté enseñar a Ámber a pegarle una paliza a Debrah.-Repetí en tono burlón.
-¡¿Tú estás mal?! ¿Después de todo lo que te ha hecho...
-...Pretendo ayudarla?-Terminé su frase.-La respuesta es no, amigo mío.-Armin estaba confundido.
-¿Pero...? ¿No acababas de...?-No podía ni formular las palabras.
-Relájate. Tengo un plan para que quede en ridículo delante de todo el internado.-Sonreí.
-¿Cómo lo harás?-Preguntó Armin un poco menos confuso.
-Eso querido Armin, lo sabrás pronto pero no hoy.-Le sonreí.
-Va dímelo o no te dejaré jugar al CoD.-Dijo con una sonrisa burlona.
-¿Disculpe?-Traté de parecer ofendida.
-Lo que usted oye señorita.-Me sacó la lengua.
-Está bien te lo explicaré...-Miré al suelo.-Si me atrapas.-Comencé a correr por su habitación con él detrás de mí.
-Tarde o temprano te cogeré, la habitación es pequeña.-Me dijo mientras acercaba su mano a mi espalda.
-¡No, no, no!-Grité entre risas antes de que me cogiera.
Enrolló sus manos en mi cintura,me elevó y comencé a patalear entre risas.
-Vale, vale te lo cuento.-Me soltó y nos sentamos en su cama.
-Venga cuenta.-Dijo serio.
-Está bien.-Suspiré.-He oído sobre la historia de Castiel, Ámber y Debrah. Ámber es la celosa y Debrah es la novia infiel. Vale, entonces como ya sabes Ámber me pidió ayuda para aprender a golpear porque se sorprendió al verme pegar a Annie. Bien, aquí viene lo interesante.-Armin pareció prestar más atención que antes al escuchar esa última frase.-Voy a advertir a Debrah para que se vaya preparando y voy a enseñarle cosas inútiles a Ámber.-Saqué una sonrisa que al parecer se le contagió a Armin.
-Eres malvada... ¡Me encanta!-Me abrazó y correspondí su abrazo.
Mis mejillas comenzaron a arder y una presión extraña se hizo presente en mi pecho.-Sé que soy malvada, y sé que mi plan te encanta.-Dije al separarme con aires victoriosos.
-Bien, habrá que ir a avisar a Debrah.-Dijo Armin levantándose de la cama y abriendo la puerta.
-Sí, vamos.-Dije siguiendolo.
Tardamos un rato en encontrar a Debrah pero la verdad es que no costó mucho.
Estaba rodeada de gente y nos acercamos a paso decidido.-Hola Debrah.-Dijo Armin saludando a la castaña.
-Oh, hola Armin.-Sonrió al verle y dirigió su vista hacia mí.-Y hola...
-Sucrette.-Me presenté.
-Hola Sucrette.-Me sonrió.
-Esto... Debrah te tenemos que decir una cosa, pero si puede ser en privado.-Dijo Armin.
-Uh, está bien.-Se levantó de su sitio.-Ahora vengo.-Se dirigió a sus amigos y luego vino con nosotros a un rincón.
-Bien, Sucrette habla.-Suspiré.
-Está bien. Ámber y tú se odian lo sé porque Ámber me ha pedido ayuda para darte una paliza.-Debrah se alarmó.
-¿Me vas a pegar?-Preguntó con un tono de voz algo ¿roto?
-No, yo no. Ámber.-Aclaré.-Sólo que como en el pasado le destrocé la cara a una chavala pues... Quiere mi ayuda para enseñarle. Es obvio que no la voy a enseñar bien, es más me voy a vengar de que esa puta casi me mata y quería pedirte alianza.-Terminé de hablar.
-Suena bien. Supongo que querrás vengarte de ella, está bien. Yo sé pelear así que esa pija flacucha no será problema para mí.-Sonrió de una manera algo siniestra.
-Perfecto.-Extendí mi mano y ella dio un apretón.-Hasta luego.-Me despedí de ella y me fui con Armin.
-¿Tercera guerra mundial?-Preguntó.
-En efecto.-Reí.
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El Internado[CDM] {ArminxSucrette} [[PAUSADA HASTA NUEVO AVISO]]
FanfictionSucrette se ha de mudar por culpa del trabajo de su padre, dejando ahí a sus amigos y sus malos hábitos. Al mudarse la ingresan en el internado Sweet Amoris, un lugar donde se le presentaran nuevos retos y nuevas amistades. Armin es un chico amable...