Capítulo 11
FavorNarra Sucrette.
Los meses habían pasado bastante rápido, en marzo no ocurrió nada importante, tan solo me hice más cercana a Armin.
Abril, la primavera se hizo presente.
La nieve desaparecía y las lluvias eran de lo mejor que había.
Las hojas de los árboles cobraban un color verde vistoso y las flores comenzaban a florecer en estos.
El patio del internado estaba lleno de cerezos y comenzaron a florecer las flores en estos.-Abril sin duda es uno de los mejores meses del año.-Habló Rosalya.
-La verdad es que sí. Se respira paz y tranquilidad.-Le contesté con una sonrisa.
-Lerda.-Me susurró Ámber mientras pasaba a mi lado junto con su grupito.
Bueno se me olvidó mencionar que al parecer la paliza que le di a Annie no le sirvió de amenaza.
-Tranquila Sucrette, ya nos vengaremos de ella.-Miré a mi amiga de cabellos blancos, la cual me estaba sonriendo.
-Es verdad...-Suspiré.-Habrá que hacer algo y pronto.-Dije algo más tranquila.
De repente comenzamos a escuchar gritos de gente en la entrada del internado y tanto yo como Rosalya fuimos a mirar.
-Mierda...-Susurró Rosalya al ver a la persona la cual estaba saliendo de una limusina.
-¿Quién es?- Pregunté curiosa.
-Debrah.-Contestó sin ánimos.-Ven, te voy a explicar detalladamente que tipo de persona es.- Me agarró del brazo y me llevó lejos de aquella multitud.
-¿Me explicas ya o hay que ir más lejos aún?-Pregunté deteniendo el paso.
-Vale, te lo voy a resumir. Debrah es un año mayor que nosotras pero repitió curso. El año pasado estuvo saliendo con Castiel y Ámber se puso muy celosa. Ambas son igual de creídas, sólo que Debrah sabe mentir, Ámber no. El caso es que Debrah utilizó a Castiel para ganar algo de fama en este internado, ya que tanto ella como nosotros éramos nuevos. Todo el mundo comenzó a adorarla y tal. Debrah le puso los cuernos a Castiel más de diez veces y él al enterarse se deprimió. En fin, Debrah se marchó a otro internado y ahora mismo no sé qué hace aquí.-Comencé a procesar todo lo que Rosalya me había contado.
Ámber quiere a Castiel, Debrah es su ex y es una puta.
En resumen, se viene la tercera guerra mundial.
-Se va a liar parda aquí, a lo mejor puedo aprovechar esta ocasión para vengarme de Ámber.-Reí de manera malévola.
-¿No te irás a acercar a Debrah tan solo por vengarte de Ámber, verdad?-Negué con una sonrisa.
-Hay que aprovechar la ira de Ámber para reírse de ella.-Rosalya me miró con un aire de preocupación.
-Ten cuidado con esas dos fieras.-Asentí.
-Me voy a buscar a Armin.-Me iba a ir cuando noté que Rosalya me agarró de la muñeca.-¿Qué pasa?-Pregunté confundida por su repentina acción.
-Te gusta Armin.-Habló con una sonrisa pícara.
-Ahora mismo no es tiempo de hablar de eso.-Me zafé de su agarre y salí corriendo a la velocidad de la luz de ahí.
Notaba mis mejillas arder.
¡No me gusta!
¿O sí?
¡No, no y no!Suspiré cuando ya estaba lo suficientemente lejos de Rosalya.
¿Qué siento por Armin?
Agh, debo ir a buscarle para contarle mis planes malvados.
Deambulé por los pasillos, mayoritariamente vacíos porque todo el mundo estaba abajo hablando con la tal Debrah.
Escuché voces y me detuve al darme cuenta de quién era.
Ámber y su grupo de amigas estaban hablando y a juzgar por el rostro de la rubia seguramente estaban hablando de Debrah.
-Seguro que esa puta ha vuelto tan solo para quitarme a Castiel de nuevo y a hacerme la vida imposible.-Habló Ámber de mala gana.
-Pero no creo que Castiel sea tan tonto de caer de nuevo, ¿no?-Preguntó Charlotte.
-No lo sé, Debrah es muy victimista.-Pues como tú, no sé de que te quejas.- y seguro que engatusa a mi Castiel para que vuelvan.
-Castiel no va a caer, tranquila Ámber.-Ámber suspiró.
-Voy a tener que pegar a esa zorra para que no se acerque a él.-Dijo con rabia en sus orbes color aguamarina.
-¿Y si le pides a Sucrette que te enseñe a pegarla?-Ámber abrió los ojos de par en par ante el comentario de su amiga Li.-Le dio una enorme paliza a Annie y se marchó del instituto, ¿a caso no viste lo demacrada que quedó?-Bonitos recuerdos. Espera un momento... ¿Le estaban sugeriendo a Ámber que me pidiera ayuda a mí? ¡Si realmente me pedía ayuda sería la ocasión perfecta para vengarme de ella!
-No creo que me vaya a ayudar...-En ese momento decidí cruzar la esquina y hacer como que iba a pasar de largo.
-Mira por ahí viene, inténtalo.-Ámber suspiró y me sostuvo del brazo. Al notar su contacto con mi brazo hice una mueca de asco y le miré a la cara.
-¿Qué quieres?-Pregunté asqueada.
-A ver te voy a pedir una cosa un tanto importante. Podemos hacer tregua.-Suspiró.-Enseñame a pelear como lo hiciste con Annie.-Soltó con un semblante totalmente serio.
-¿Que gano yo con eso?-Pregunté zafandome de su agarre.
-Una tregua, dinero y popularidad.-Ofreció con una sonrisa ladina.
-Popularidad... Suena bien. Acepto.-Dije estrechando su mano. Pobrecilla, se cree que me interesa todo eso. Si gano popularidad será por dejarla en ridículo.
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El Internado[CDM] {ArminxSucrette} [[PAUSADA HASTA NUEVO AVISO]]
FanfictionSucrette se ha de mudar por culpa del trabajo de su padre, dejando ahí a sus amigos y sus malos hábitos. Al mudarse la ingresan en el internado Sweet Amoris, un lugar donde se le presentaran nuevos retos y nuevas amistades. Armin es un chico amable...