Cap. 24

4.4K 440 422
                                    

Gideon se veía confundido, se miró a si mismo y luego se sujetó el estómago con lágrimas en los ojos.

Un grito desgarrador, el cual dejo reaccionar a todos los presentes, gritando, llorando y corriendo por todas partes intentando escapar, por culpa de la escena que comenzaron a presenciar

Diminutas raíces comenzaron a emerger desde el borde de los parpados del niño, espinas los atravesaron como si se hubieran sembrado semillas en el interior de sus ojos.

Decenas de tallos comenzaron a crecer de ellos, destruyendo por completo el globo ocular.

Mabel gritaba desesperada. Yo estaba sin habla, la escena era sencillamente aterradora.

Pronto comenzó a suceder lo mismo en su boca, ahogando sus gritos en raíces, hojas y... ¿rosas?

Las raíces se extendieron por sus venas, atravesando su piel y manchando todo con su sangre la cual se mostraban en una cantidad exagerada, intente apartar la mirada, pero no podía hacerlo.

Llegue a ver como toda su piel se rompía desde adentro y sus órganos se habían rodeado de las raíces de aquellas hermosas flores.

Cuando todo pareció calmarse Bill se acercó al lindo recuerdo de lo que había sido un niño.

Mabel lloraba sin parar.

-Bueno, murió por ti niña. Pero el no estrecho mi mano ¿te diste cuenta? No soy tan mala persona. No tiene que verse taaan horrible la forma en la que desaparezcas tú. – desato a Mabel.

Quise acercarme, hacer algo, pero no podía moverme siquiera.

El la envolvió en fuego azul, vi como poco a poco se hizo diminuta, sus facciones se hicieron menos definidas... sus ojos, un par de botones... una muñeca... la había convertido en una muñeca de trapo.

La tomo sobre su mano dejando en el suelo el cuchillo que hace unos minutos estuvo a punto de asesinarme.

-Bien... - alzo el cuchillo que había en su mano derecha y dejo colgando a la muñeca por su cabello de estambre.

- ¡ESPERA BILL! No lo hagas... - dije algo insegura.

- ¿Eh? ¡Oh! ¡________! – dijo sonriendo como si acabara de recordar mi presencia, dio media vuelta y lanzo la muñeca desinteresadamente, corrí a atraparla antes de que tocara el suelo.

Arranco un puñado de rosas de aquel montón de carne y se giró hacia mí.

-Para ti. – dijo sonriendo.

Me quede inmóvil.

De las hojas aun goteaba algo de sangre, pero las flores eran sencillamente hermosas.

-Vamos tómalas, las hice para ti.

Abracé la muñeca y retrocedí un paso. Era un monstruo.

-¿________? Ese niño intento matarte ¿Por qué piensas eso de mí?

Había leído mi mente. No podía hablar en ese momento, simplemente las palabras no salían.

-_________... suelta esa muñeca, toma las flores y dime que me amas. – dijo cambiando la expresión de su rostro. – Es taaaaan sencillo ¿Por qué no obedeces? ¿Vas a ignorar los regalos que te doy otra vez?

Mi atención se dirigió al arma en su mano la cual apretaba con fuerza entre sus dedos.

Su traje y su cabello se comenzó a hacer del mismo color que las rosas que sujetaba y sus ojos se tiñeron de negro.

No pude reaccionar de otra forma, me aleje de el un paso más, trate de no pensar, de no pensar en donde había escondido la grieta, decidí que lo mejor sería, buscar a Dipper, regresar a la cabaña y pedir ayuda a Ford.

Sucedió, sucedió lo que pensé que no sucedería. Me arrepentí. El dolor que sentí dentro de mí al ver todo lo que acabo de ver no pensé en sentirlo nunca.

Corrí.

Escape de él y fue cuando me di cuenta de que la muñeca no era de tela... era de carne humana, su cabello era cabello real y de las costuras malhechas escapaba una humedad roja la cual no quería detenerme a observar.

La mueca que se formaba en el rostro reflejaba dolor y no quería mirarla más. La sujete entre mis brazos, ella era Mabel y tenía que ayudarla, no podía dejarla como si no significara nada.

Todo era un caos, todos intentaban huir. Bill bloqueo todas las posibles salidas.

Mas de una persona me empujo haciéndome caer, pero me levante las veces que fueron necesarias. Buscaba a Dipper como loca.

La Noroeste. Debería estar con la Noroeste.

Busque la habitación, esa misma habitación. La habitación que mostraba como su familia era una farsa. Eso ya no importaba ahora.

Antes de llegar vi como sus padres se prepararon para esconderse en el sótano del lugar, pero se alertaron al no encontrar a su hija.

- ¡Pacífica! ¡Pacífica! – gritaban desesperados, su madre tenía lágrimas en los ojos y su padre se veía realmente preocupado.

Decidí buscarla, encontrarla y llevarla con su familia si es que cuando lo hiciera ellos aun no sufrían un horrible destino.

Entre a ese cuarto y cerré la puerta detrás de mí. Asegure la muñeca de Mabel en el cinturón de mi vestido.

Había un extraño olor. La oscuridad invadía la habitación a excepción de un pequeño espacio iluminado por una tenue luz que entraba por una diminuta ventana cerca del techo...

Lo que me dejaba ver... una parte del zodiaco... alguien invoco a Bill en esa misma habitación.

¿Quién haría algo como eso?

Mire a todas partes. Una mano sujetando un gis era iluminada por la luz de la ventana.

Pacífica. Sujete esa mano. Estaba fría. De seguro y la asesino desde hace un rato.

Intente jalar su cuerpo para ver si de alguna forma me daba una pista.

Me prepare para lo que pudiera ver; un rostro deforme, ojos ausentes, una expresión aterrada, no lo sé.

Pero no hubo nada. El brazo estaba desprendido de un cuerpo. Lo solté de inmediato intentando aguantar el llanto y luchando por no imaginar el dolor que la hizo pasar.

¿Dónde estaba el resto?

Levante una manta. Todo estaba ahí. Colocado en posiciones ridículas.

No me entraba en la cabeza, como algo como eso... podía causarle gracia a alguien.

Había algo escrito en el suelo con la sangre de la rubia.

"Nadie me pedirá que te haga daño _______"

Retrocedí, hasta que choqué con algo y caí al suelo. Comprendí todo. Al verme con Dipper los celos invadieron a la chica, ella misma invoco a Bill... y por eso Dipper se fue de esa manera.

Dipper nunca fue... Dipper...

-Si... todo el tiempo fui yo, preciosa. – dijo su voz a mis espaldas. Acaricio mis hombros para después abrazarme. - ¿Soy bueno actuando? – susurro a mi oído.

-Bill... - atómicamente lleve mis manos a donde la muñeca para que no la tomara.

-No te preocupes. Quédatela. Igual, sin mi ayuda no la podrás volver a la normalidad. – no dije nada.

Camino hasta estar frente mío y se colocó sobre mí. Acaricio mi rostro.

-Estas asustada...

- ¡No lo estoy! – grite involuntariamente el sonrió.

-Déjalo, es lindo ¿sabes?

Idiota... ¡Como te adoro! [Bill Cipher x Tu] Gravity FallsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora