[Marlowe]
Marlowe había odiado el color rojo durante mucho tiempo. Era el color de la sangre. El color que podía cambiar la vida de las personas para mal.
A partir de ese día, Marlowe estaba seguro de que también odiaría el color negro.
Trajes negros.
Zapatos negros.
Corbatas negras.
Frases negras.
Ataúdes negros.Tantas cosas negras lo estaban rodeando, lo estaban envenenando, lo estaban matando.
- Y ahora le pedimos a Dios que cuide del alma de este muchacho...- Continuó hablando el Padre.
No sigan con esto. Marlowe tragó saliva. No diga ni una palabra más. Él no era religioso. Él no habría querido un funeral así.
- Oliver, diles que él no abría querido esto. Haz algo, por favor.- Dijo Marlowe en el oído del otro muchacho. Como era de esperarse, Oliver no le prestó atención. No podía culparlo. Marlowe tampoco quería hablar consigo mismo. Se separó de Oliver y Erick, y se dirigió hacia el frente, para encarar al señor John, quién se encontraba en primera fila para ver el ataúd descender a la vulgar tierra.
- Señor John...- Comenzó a decir.- Sé que no querrá escucharme, pero le juro que... lo lamento muchísimo. Por favor perdóneme.
- No soy yo con quien deberías disculparte, ¿no crees?- El señor John le lanzó una mirada acusadora que lo provocó tambalearse y caer al suelo. La familia Bonham lo observó desde arriba y murmuró todos los problemas que ha causado y todavía no se queda quieto. Increíble.
El señor John le hizo una seña con la mano a uno de los sirvientes, y éste cerró de golpe el ataúd. El corazón de Marlowe se hundió.
- No. No. Esto está mal.- El muchacho se puso de pie. Todo su cuerpo temblaba, incluidos sus órganos.- No pueden dejar que esto pase. A él no le gustan los espacios cerrados. No cierren el cofre. Si lo hacen, nunca volverá a ver el cielo y eso le gustaba mucho...
Nadie le prestó atención. Marlowe parecía ser el único despierto en el funeral. El señor John hizo otro gesto más y el ataúd empezó a bajar a un ritmo tortuoso hacia el suelo.
- Él era un bonito pájaro. No pueden encerrarlo.- Insistió Marlowe. Corrió hacia el ataúd y trató de abrirlo él mismo, pero el esfuerzo no le sirvió de nada.- ¡Luddy! ¡Despierta! ¡No les permitas que te hagan esto!- Golpeó una parte del ataúd con tanta fuerza que lo aboyó, más no consiguió abrirlo.- ¡Grita! ¡Levántate! ¡Ludwig Thomas! ¡Despierta! ¡Te amo! ¡Despierta!
El ataúd terminó seis metros bajo el suelo, fuera de su alcance.
- Le tiene miedo a la oscuridad. No resistirá mucho.- Jadeó Marlowe.
- Me ofende que creas que Ludwig Thomas está allí adentro.- Dijo una voz. Marlowe se giró hacia el dueño de esa voz, sorprendido.
- ¿James?- Frunció el ceño, sin darle crédito a sus ojos por lo que estaba viendo. El muchacho pelirrojo le tendió un paraguas negro, que él por alguna razón aceptó.
- ¡Mira, sí te acuerdas de mí!- James sonrío con frialdad.- Cuanto tiempo sin verte, cariño.
- Espera. ¿Acabas de decir que Luddy no está allí abajo?- Preguntó Marlowe, esperanzado. Quizás, sólo quizás, él no era responsable por...
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A él le gustan los chicos.
Novela JuvenilOliver Bonham es un joven millonario que carece de lo más esencial. Erick Baker ha tenido que trabajar cargando cajas desde que tiene memoria. Ludwig Thomas no ha salido de su hogar ni una sola vez en toda su vida. Oliver odia a todo el mundo, so...