- ¿Qué pone? ¿Qué pone? – Eleanor me quita el móvil de las manos.
- ¡No! ¡Trae! – consigo cogérselo antes de que pueda leerlo. No es nada especial, pero ya pensó una vez que éramos pareja y solo íbamos juntos en el autobús, a saber lo que pensaría ahora.
Diana y Mary están a lo suyo, y no se han enterado de nada. Eleanor no para de cuchichearme cosas que no soy capaz de entender. La mando callar y me meto en la conversación, no quiero que me pregunte acerca de esto. Ni yo sé de qué va.
Cuando salimos del comedor, son las cuatro. O comemos mucho, o hablamos demasiado. O las dos cosas. No sé.
- Cambio de planes – dice Diana – voy a estar con Liam.
- No te voy a echar de menos – Ellie bromea, o eso creo.
- Ni yo a ti – le contesta Diana, y luego se abrazan riendo.
- Que folles a gusto – dios Eleanor, qué sútil.
- Lo haré – Diana no se queda corta, no.
Después de eso ella se aleja por el camino hacia las cabañas, y nosotros nos quedamos quietas un segundo. ¿Ahora qué? Yo debería ir a averiguar que trama Niall, pero no sé cómo decirlo.
- Hace tarde de piscina. ¿Qué os parece? – Mary rompe el silencio.
- La verdad es que sí. Lo mismo están Daniel y su amigo – Eleanor, cómo no.
- Oh, Dani.
- Yo tengo que irme. Tengo que… irme. ¿Luego voy allí? No tardaré mucho – suelto.
- Bella tiene un lío – Mary ya piensa eso y no sabe nada, imagino cómo se habría puesto. Ni si quiera se puede decir que es una cita.
- No es un lío. Tengo que hablar con… con… con James, el de la clase de esta mañana.
- Ya, claro.
- Que sí – Yo no sé mentir.
- Vale, vale. Mary, ¿tú también me abandonas? – Eleanor está decepcionada. ¿O no?
- Yo no, yo te soy fiel, mi amor – empiezo a reír por el tono que utiliza.
- Va a ser un momento, luego voy – digo, no muy convencida de ello.
- No importa tonta. Adiós.
Voy en dirección contraria a Diana. Tardo como cinco minutos en llegar. Ahí está Niall, apoyado sobre un árbol.
- ¿Treinta niños? – digo, cuando estoy cerca de él. Me mira, sonriendo.
- Creí que pensarías que estoy loco y pasarías de mí.
- Me lo he planteado – miento.
- Imposible negarse a pasar una tarde conmigo, ¿no?
- Ajá – la mayor parte del tiempo que estoy con él lo paso riendo, siempre - ¿Treinta niños? – vuelvo a preguntar.
- O más – me pasa un papel – mi tío me ha dejado eso encima de mi cama.
- Olvídate de tener la tarde libre. Te necesitan en el sector A, prepara juegos o algo, te tienes que quedar con los chavales. Como no te presentes te corto los huevos – leo en voz alta.
- Ven conmigo. Tengo miedo – me aguanto la risa, esto ya es excesivo.
- Vamos, no puede ser tan malo. ¿Dónde hay que ir?
- Al otro lado del lago.
- …¿En barca? – pregunto, haciéndolo reír.
- No, hay que rodearlo – al oír eso suelto un bufido – Venga - Agarra mi brazo y empezamos a andar.
ESTÁS LEYENDO
Our song
Hayran KurguMi piel se eriza cada vez que recuerdo esto. Cada vez que recuerdo aquel lugar, mis amigos, aquellas noches, lo que reí, lo que lloré… cada vez que lo recuerdo a él. Pensé que sería un verano perfecto, pero sin duda fue más que eso. A veces, a mi me...