Capítulo 16

60 1 0
                                        

Harry

- No - susurro.

- Te gusta, y tú le gustas a ella - repite Niall, como si estuviera hablando de algo tan obvio como 2+2=4.

- No - vuelvo a decir, alzando la voz.

- Sí.

- Te digo que no es verdad.

- Y yo te diré que sí lo es hasta que lo admitas. Porque se nota, y mucho.

- ¿En qué se nota?

- Se nota en la sonrisa que te salió cuando oíste su voz. Se nota en que ella se peleó con tu chica y tú defendiste a Bella, se not...

- ¿Cómo sabes eso? - sacudo mi cabeza, sorprendido porque Niall ha mencionado un tema que yo ya no recordaba.

- Me habla mucho de ti. Te he dicho que le gustas, petardo.

- Ah...em... - me quedo sin excusas.

Dios, no puedo seguir negándome.

- Una persona como Bella no deja a nadie indiferente. Eso es todo.

- No lo es. Tienes razón, ella es una chica que, incluso siendo una desconocida, te hace sentir... en casa. Pero para ti no es solo eso - su índice acosador me señala.

- Vale, no lo es. ¿Tranquilo? Y no, no puedo decir que Bella me gusta, porque estoy seguro de que no es solo eso - Niall cruza los brazos de nuevo, permitiéndome soltar todo lo que llevo guardando estos días - Sólo yo tocaba ese piano. Ese día sonaba diferente, y cuando llegué al aula, y la vi, lo comprendí. No creo en el amor a primera vista, y estoy seguro de que esto no es amor, pero me encantó lo que sentí. No le dí importancia, hasta que sentí lo mismo cuando la encontré revolviendo en mis canciones - me carcajeo con desgana mientras el recuerdo continúa - y mis primeras palabras con ella no fueron lo que diría agradables. No sé que pasó, yo sé ligar. Quiero decir, sé cómo hay que tratar a una chica, y aunque lo intenté no me salía. Mi mente cambió por completo la noche de... - dudo un segundo intentando escoger las palabras adecuadas - Bella no podía dormir. Precisé cuatro horas con ella, para darme cuenta de que no me gustaba por su físico. Me gustaba de otra manera. Me gusta la manera en la que me transmite toda su calidez sin ni siquiera tocarme, la manera en la que me sonríe mientras me escucha, la manera en que me hace sentir relevante, encontrando la importancia que yo no consigo ver en mis acciones... Me gusta de una manera que yo creía imposible, y lo que más me abruma es que solo ha necesitado una semana. Una semana.

Tras pronunciar esas últimas palabras, dejo que mi asombro se apodere de mí para hacerme callar. Todos esos pensamientos me salpicaban mi mente, pero jamás pude unirlos de esa forma. Al menos no pensaba que podía.

Un sonido demasiado fuerte llega a mis oídos disipando el lío que me había formado. Niall aplaude, está aplaudiéndome.

- ¿Eres imbécil?

Sacude la cabeza como si se deshiciera de un encanto y volviera a la realidad.

- Perdón, perdón - se aclara la garganta - me he venido arriba.

Debería molestarme, quiero decir, tiene que molestarme, pero ocurre todo lo contrario: una pequeña risa que intentaba contener sale de mi garganta, y después ya no puedo parar. Niall me mira confundido, pero sin duda aliviado. No sé si es porque no me ha molestado, o porque en vez de sentirme mal por mi confesión me estoy riendo como un idiota.

Sea lo que sea, le agradezco este momento.

- Ve a por ella - lo miro, un poco confuso por sus palabras - quiero decir, no así, me refería a arreglarlo, esto... bueno, la verdad es que también creo que deberías decírselo.

Our songDonde viven las historias. Descúbrelo ahora