Dark Side |HS|

Capítulo 41: Tentación

Durante mi camino mi enfado ha ido disminuyendo hasta tal punto que dudo si debería hablar con él. Las palabras de Nathan se han repetido tantas veces en mi mente que empiezan a carecer de sentido. Estoy en la entrada de la casa de Harry, dudando entre si debería llamar a la puerta o retroceder para ir de vuelta a mí casa. Me decido por el plan inicial, entrar en su casa. No puedo estar constantemente huyendo de la realidad, huyendo de las respuestas simplemente por mi miedo a éstas. No puedo estar huyendo de lo desconocido constantemente. Su casa sigue sin serme familiar, ni siquiera el jardín que siempre veo al salir de mi casa. Llevo tiempo conociendo a Harry pero solo ha sido una la vez que me ha permitido estar en su hogar aunque entrase a ésta sin su consentimiento. Sigue siendo un sitio incómodo para mí en el que sin saber el motivo no me siento segura.

Me dispongo a llamar a la puerta cuando veo que ésta no está del todo cerrada. Me tienta el hecho de entrar sin avisar, me tienta pillarlo desprevenido en lo que se suponga que esté haciendo. Abro la puerta y la entrecierro sigilosamente detrás de mí, la casa está oscura a causa de las persianas medio bajadas del modo que siempre tiene. Avanzo por el salón deteniéndome en el cuadro que llamó mi atención la última vez que estuve aquí. Un lienzo con gruesas lineas trazadas formando un dibujo el cual no sé si acabaré descubriendo su significado. Sigo el trazado con mis dedos, sintiendo la textura, sumergiéndome en ella de la misma manera que mis pensamientos. Estoy tan concentrada pasando el dedo intentando procesar la imagen que no percato la presencia de alguien más detrás de mí pero suponiendo que es Harry la ignoro hasta que escucho sus pasos avanzar por el pasillo. Me giro y ya no está. Imito su acción y recorro el pasillo, todas las puertas de las habitaciones están cerradas menos una, la suya.

- ¿No te han enseñado a no entrar a casas ajenas? - me pregunta desde la comodidad de su cama.

Me quedo de pie en el marco de la puerta observando su cuerpo recostado sobre su gran cama de matrimonio. Su torso se encuentra desnudo y la tenue luz resalta la tinta negra de su cuerpo, irresistible. Sin quererlo mi respiración se hace profunda ante él. Sus brazos, tensos, apoyan su cabeza mitad de la cual queda oculta bajo sus rizos, incluyendo sus ojos. Siempre me ha parecido atractivo pero ahora hay una fuerza invisible que me atrae hacia él, la parte más primitiva de mente lucha por hacerme caminar hasta donde se encuentra él mientras que la cuerda dice que me mantenga en mi posición.

De un soplido aparta los mechones que ocultan sus ojos y cuando estos quedan expuestos se encuentran con los míos, su intensa mirada arremete contra mí haciendo que el sentimiento de mi interior crezca, que el capullo de mi interior florezca. Arquea la ceja, esperando que le dé una respuesta, me río débilmente. He estado cinco minutos de pie admirando su cuerpo, desde su abdomen, su piel teñida por la tinta, la nuez de su garganta y el ligero movimiento que hace al tragar, su tensa y marcada mandíbula, sus rozados labios, el color instenso de su mirada y su pelo. Cinco minutos en los que no he soltado ninguna palabra.

- Me temo que si vuelves a morderte los labios de ese modo vas a volverme loco.

Mierda.

- Eh... Tengo los labios secos, solo los estoy hidratando.

Mierda.

Debo dejar de centrar mi mirada en él si lo que quiero es no volver a despistarme y obtener las respuestas que busco.

- Vengo a hablar contigo Harry.

Él, aun tumbado, da dos palmaditas al espacio de colchón que queda justo delante de él, indicándome que me siente. Las dos partes de mi mente batallan entre ellas, decidiendo si acercarme o quedarme de pie. No acabo de decidir cuando ya me encuentro acercándome a él. Me siento. No sé por donde empezar.

- De qué, nena.

Esto no va a ir bien si me llamas nena estando recostado y viéndote jodidamente caliente.

Escucho su risa y le miro, aunque parte de mi plan era no entrar en contacto con su mirada. Frunzo el ceño, esperando que me explique qué es tan divertido.

- Así que me veo caliente, ¿no?

Me atraganto con mi propia saliva. Dije en voz alta lo que estaba pensando. No puedo pedirle seriedad cuando he soltado tal cosa. No creo que ahora esté en una buena situación para hablarle de lo que me pasó hoy y para hacerle saber mis inseguridades acerca de él y de lo que está por venir. No puedo decirle que lo que vengo a decirle es de lo más serio que va a escuchar de mí cuando previamente le he estado acosando con la mirada para después decirle lo caliente que creo que se ve. Sería un cambio de tema tan radical que nos desconcertaría de la misma manera que me ha desconcertado verle tumbado. Venía con una postura inicial y he bajado la guardia, tanto que se me olvidó el discurso repetido una vez tras otra cuando venía hacia su casa. Tenía todo bien estructurado pero una vez más ha logrado romper mis esquemas, este chico es demasiado. Me trae de cabeza, pone mis nervios a flor de piel y me está llevando al caos. Debo confiar en él más de lo que creo si estoy permitiendo que me arrastre con él a la eterna oscuridad en caso de que las cosas no salgan bien.

Rehago mi plan y decido que será mejor irme y volver cuando no esté tan abrumada, cuando tenga mis ideas más claras.

- Déjalo, hablaremos en otro momento - digo a la vez que me levanto de la cama para irme.

Su áspera mano se sitúa en mi muñeca, deteniendo mi paso.

- No te vayas, quédate.

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HOLAAAAAAAAAAAAAA <33333

He estado ausente porqué empecé mi primer año de Universidad (bhdkjodmkdmlsxkmdmlkslkzmsadksmk) además de que conseguí un trabajo. Las primeras semanas quise más bien centrarme bien en los estudios hasta pillar el tranquillo para meter una actividad más de por medio.

He decidido hacer los capítulos no muy largos ya que me lleva menos tiempo así que probablemente esta semana volváis a tener capítulo.

¿Qué hay de vosotras? ¿Empezasteis ya los estudios?

YYYY ¿qué esperan que pase?

Besooos xxx