Capítulo 54: Origen pt. 1

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Sin pensarlo dos veces me apresuro hacia la mesa que antes captó mi atención y observo con detenimiento el libro que reposa sobre el tablón polvoriento. Como si se tratase de un elemento extraño o potencialmente peligroso me abstengo de tocarlo, como si por un momento hubiese olvidado como abrir un libro. Expiro frustrada, si esto me parece difícil no estoy suficientemente preparada para lo que está por venir. Extengo mi brazo con la intención de una vez por todas empezar a pasar sus páginas pero antes de siquiera poder rozar la tapa retiro mi mano de nuevo.

— ¡Mierda! - mascullo exasperada a la vez que me doy media vuelta, dejando a mis espaldas la mesa.

Y cuando ya girada me apoyo sobre el mueble me sobresalto al verle ahí, inmóvil, apoyado sobre una mugrienta y ruinosa columna. Me llevo la mano al corazón intentando calmar las fuertes palpitaciones que se desencadenaron con el susto.

— Tanto tiempo y sigues sin acostumbrarte a verme.

— Nadie se acostumbra a hablar con un... - pauso para observarle detenidamente — hombre lagarto.

Finge haber sido herido por mis palabras a la vez que avanza hacia mí, cruzando la sala a la vez que sus pasos resuenan y se desvanecen en un eco.

— ¿No sabes leer? - me pregunta y me rio nerviosa ante lo estúpida que puede haberse visto la situación.

— Algo así - contesto avergonzada.

Me observa de arriba a bajo, con sus escamosos brazos cruzados sobre su pecho y termina en un soplo. Coge mi mano, nos volteamos de nuevo hacia la mesa, y la situa a un par de centímetros por encima del libro.

— Es fácil Hope, basta con que lo toques para acceder a su interior. Cuando estés lista.

Respiro profundamente para coger fuerza, algo tan sumamente sencillo se está convirtiendo en todo un dolor de cabeza. Estoy a escasas horas de un final incierto, mi madre y Dakota inconscientes sin yo conocer exactamente su estado, Harry resultando héroe una vez más y, Alexander tan sumamente cerca de mí. La abrumación de la situación puede conmigo y, sin duda alguna, está trastocando mi mente.

Asiento con la cabeza y mi mirada fija en sus amarillentos y reptilianos ojos, capta mi mensaje y se dispone a descender lentamente mi mano. Al estar a escasos centímetros una bombilla en mi interior se ilumina, trayendo consigo una pregunta a la espera de una respuesta.

— ¡Espera! - grito y se detiene. — ¿Qué pasará contigo?

— ¿Qué pasará conmigo? - se vuelve a preguntar para sus adentros. — Todo depende de lo que pase contigo.

Espero atenta a que prosiga y me proporcione una respuesta mucho más elaborada.

— Si te sales con la tuya desapareceré y no volverás a saber de mí, si no lo haces también, pero contigo.

Me río y aplaudo, cansada de respuestas que no hacen más que evocar a más preguntas. Cansada de caminos sin retorno que me dejan de nuevo en el punto de partida.

— ¿Podrías ser un poco más claro? - pregunto con algo de dureza en mi tono.

Me mira con preocupación en su rostro, o almenos considero que a eso se debe su mueca, como si tal vez no estuviese preparada para escuchar lo que estaba por decirme.

— Hope... - se detiene, midiendo meticulosamente sus palabras. — Yo soy producto de tu imaginación.

Ahora sí puedo confirmar con gran convicción de que todo esto me trastocó, me he vuelto loca.

— Soy el mecanismo de defensa que tu subconsciente generó.

En parte comprendo su anterior respuesta. Si forma parte de mí y gano la batalla no necesitaré de su ayuda y desaparecerá pero, por otra parte, si todo termina en tragedia él será la secuela. Seguirá ahí mientras yo lo permita, mientras yo no salga de ésta.

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