Capítulo 8.
Antídoto.
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Le sonreí a Harry sinceramente. El hecho de que me me hubiese sacado de aquel bullicio de gente y me estuviese llevando a casa se lo agradecía mucho. Más que nada le agradecía el hecho de que no me hubiese dejado ahí con la bestia, que ya no estaba. Todo era muy con confuso, porque después de todo las pruebas empezaron a desaparecer. El ruido emitido por aquella bestia era increíblemente brutal y sonoro y seguía sin tender como nadie lo había escuchado. La música estaba fuerte sí, pero algo cómo eso se escucharía incluso en una construcción. Harry aparcó el coche haciéndome salir de mis pensamientos miré a mi alrededor y me di cuenta de que no estábamos en casa, nos encontramos en un bosque. Él me miró y una fría sonrisa se abrió paso entre sus labios. Estaba a punto de devolverle la sonrisa cuando él abrió la puerta y bajó del coche dejándome dentro. Iba a preguntarle qué hacía pero ya era demasiado tarde una enorme criatura de pelaje oscuro arremetió contra el coche.
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Me levanté rápidamente con la respiración agitada y ganas de llorar. Estaba tumbada sobre una blanda y suave superfície. Me encontraba en una habitación. Sus paredes grises se veían luminosas por la luz que entraba por la amplia ventana. En el cuarto tan solo había una cama, un armario, un escritorio y un espejo. Me senté y apoyé mi espalda en la pared. Mi cabeza daba vueltas, ¿cuánto tiempo había estado aquí? Bajé mis pies de la cama, al tocar la superfície del suelo me di cuenta de que no llevaba mi calzado puesto, pasé mi mirada por el cuarto y lo divisé cerca del escritorio. Me levanté hasta éste y me lo puse, di una vuelta sobre mi eje, observando el cuarto, prácticamente no había nada. Me miré en el espejo que había cerca de mí. Mi rostro expresaba cansancio y agotamiento, me veía horrible. Las bolsas de debajo de mis ojos mostraban lo mal que había dormido. Después de haber sido atacada por un arphoniste y haberme desmayado me desperté más de una vez en la noche. Recuerdo haber visto mi brazo brillar... ¡Mi brazo! Posé mi vista en mi brazo rasguñado, durante un instante mi respiración se detenió, los rasguños no eran de un tono rojizo tal y como debería ser, era azul. Iba a tocar las heridas cuando la puerta se abrió, haciéndome sobresaltar.
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Lo primero en lo que me fijé de la persona que estaba pasando por la puerta fue en sus electrizantes ojos verdes. Los mismos ojos verde neón que vi anoche. Miré su rostro y sí, era la chica de anoche, la cual simplemente me observaba. Su cabello rubio caía por encima de sus hombros, su rostro mostraba delicadeza pero por eso mismo no debía fiarme. En ese mismo instante entré en razón, ¿porqué me había traído hasta aquí? Rápidamente toqué mi pecho esperando ver mi colgante y así fue, permanecía conmigo. Luego miré a la chica, no sabía que hacer. Me encontraba en casa de una desconocida a saber a cuántos quilómetros de mi casa.
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- No te voy ha hacer daño - dijo ella de forma convincente.
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- ¿Cómo sé que puedo confiar en ti? - pregunté friamente.
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- No crees que si quisiese haberte hecho algo, ¿ya lo hubiese hecho?
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En parte tenía razón, había estado toda la noche en su casa. Si hubiese querido hacerme algo o quitarme el colgante, ¿porqué no lo hizo antes? Aparté mi mirada de la suya y miré hacia la ventana.
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- Cuando quieras desayunar, estoy abajo.
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Después escuché pasos alejándose. Pasé mi mano por mi pelo. Habían muchas cosas que seguía sin entender una de ellas el motivo por el que el baño volvió a la normalidad después del ataque o que nadie si percatase. También seguía sin entender cómo enviaron el mensaje desde el número de Kelly, yo fui pensando que era ella no esperaba que fuese a encontrarme con mi mayor pesadilla. Pensé en el sueño anterior, ahora era Harry el que me dejaba ser atacada, no quería que éste fuese una nueva pesadilla consecutiva ya había tenido bastante todos estos años. En cierto modo al pensar la fría forma en la que me dejó hace que una parte de mí esté dolorida, apenas lo conozco, pero eso no impide que sienta cierta presión en el corazón al pensar en ello. Decido apartar ese pensamiento de mi mente.
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Me acuerdo de Kelly, saco mi móvil de mi bolsillo. Decido llamarla a su número de casa ya que lo último que quería hoy era hablar con el que me había hecho ir hasta el baño. Tal vez más tarde llamase pero dudaba que lo hiciese.
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- Hola Hope - dijo como si nada hubiese pasado.
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- ¿Cómo puedes estar tan tranquila después de haberme dejado sola en una puta fiesta? - dije prácticamente gritando.
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- ¿De qué hablas Hope? - dijo confusa - Yo misma te llevé a casa, ¡incluso hablé con tu madre!
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Si no fuese por todo lo que había pasado hasta ahora no la hubiese creído. Pero la creía, lo hacía. Si yo mismo había comprobado que los seres más monstruosos existían, ¿porqué no iba a caber la opción de que le habían hecho creer eso? o simplemente alguien se hizo pasar por mí, pero entenderlo no era tan fácil como explicarlo. Suspiré, nunca pensé que acabaría en una situación cómo ésta, en la que creía que habían insertado una falsa imagen de mí en la mente de mi amiga. Era muy estúpido, sí. Una parte de mi orgullo se veía en contra de creerla, pero la parte racional sabía qué tal vez tuviese razón.
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- Te dejo, luego hablamos - colgué antes de que ella pudiese rechistar.
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Me levanté de la cama y decidí bajar, estando encerrada por mi cuenta todo el día en una habitación desconocida no me iba a ayudar. Salí al pasillo, las paredes estaban pintadas de un color verde pistacho y el suelo estaba cubierto por una fina alfombra negra. Caminé con mi mano sobre la barandilla de las escaleras y empecé a bajarlas. No se me hace difícil encontrar la cocina ya que el estruendoso ruido de ollas y sartenes me hace ir rápidamente. Llego a la puerta de la cocina y veo a la joven recogiendo los utensilios caídos al suelo torpemente. Cuando ésta nota mi presencia se gira. Su mirada rápidamente se pone fija en mí y pienso que mira el colgante pero cuando me doy cuenta de que no mira el colgante y mira mi brazo me relajo. El hecho de relajarme no impide que se sienta cierta incomodidad por su penetrante mirada puesta en mi brazo. Yo también pongo mi vista en él y cuando lo hago preferiría no haberlo hecho, la piel de mi brazo ha adoptado un color morado y las cicatrices brillan con más intensidad, no sé qué significa pero al parecer ella sí.
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- No hay tiempo para desayunar - dijo acercándose a mí mientras examinaba mi brazo de más cerca. - Debemos ir a por el antídoto antes de que sea demasiado tarde.
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Y sin dejarme apenas tiempo para hablar me coge del brazo no herido y me arrastra hasta la salida. En este momento es cuando me doy cuenta de la gravedad del asunto.
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Muchas estaréis pensando que es muy corto el capítulo y tenéis razón, pero debo dejarlo así para el próximo capítulo, es necesario.
Últimamente los votos han bajado mucho :c. También me he dado cuenta de que hay una gran diferencia entre el numero de leídas y votos. Os pido por favor que votéis todas, es importante para mí.
Voten y comenten xx.
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Dark Side |HS|
Fanfiction- No te tengo miedo - dije en susurro. - Eso cambiará cuando descubras quién soy - dijo sonriendo sin ninguna emoción. Trailer: @TheBrownEyesGirl Portada: @beoncheshire Best position in the ranking → #7 in Paranormal