Capítulo 48: Bocetos

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Nota: Una parte de este capítulo lo escribí con una canción de fondo, por si quieren escucharla y de algún modo sumergirse más les dejo el vídeo en multimedia. También les aviso en qué momento tienen que reproducirla. 

Despierto con la suave brisa matutina acariciando suavemente mi piel expuesta, no tardo en abrir mis ojos y ver los suyos, atentos al trazo que realizan las yemas de sus dedos sobre mi rostro. Las comisuras de sus labios se estiran en una sonrisa que provoca también la mía. Aparto los rizos pegados a su frente y deposito un beso en ésta.

— Buenos días.

Pasa su brazo por encima de mi cintura y me acerco más hacia él, para que me estreche con más fuerza y así mismo mantener el calor entre nosotros ya que no hay ninguna sábana que nos cubra. 

Recuerdo la noche anterior intentando que ésta quede almacenada en mi memoria y no se pierda, para que la sensación de estar flotando permanezca por más tiempo y los te quiero intercambiados no sean arrastrados por la corriente. 

(...)

Tras haber desayunado y posteriormente haberme dado una ducha bajo al salón donde esperaré a Harry. Antes de llegar a éste me percato de que he estado varias veces en esta casa pero ninguna de ellas he visto más que el salón, la cocina o el jardín trasero en el que acostumbrábamos a entrenar. Mi atención es captada por la única puerta que aún no he abierto, tal vez, su habitación.

¿Debería o no debería?

Nota: Reproduzcan la canción

Antes de poder contestar a mi pregunta ya he abierto la puerta con intención de inspeccionar cada rincón con tal de saciar mi curiosidad creciente. El aire cargado de polvo sugiere que lleva tiempo cerrado sin haber sido ocupada. Me encuentro con una cama perfectamente hecha, un pequeño armario de madera oscura y un escritorio recubierto por una fina capa de polvo que ha empezado a amontonarse en la superficie. Me dirijo a éste último, agradeciendo que el incómodo picor de mi nariz haya desaparecido una vez me he acostumbrado al ambiente. 

Me siento en la silla que cruje bajo mi peso, tras asegurarme de que es segura me relajo y me dispongo a abrir el primer cajón. En este primero hay un par de lápices, una goma de borrar y un carboncillo ya prácticamente consumido. Abro el segundo y saco un cuaderno de él. Las primeras páginas están vacías pero a medida que voy pasándolas me voy encontrando bocetos que deduzco que son hechos por él, además de anotaciones en el pie de algunos de ellos.

 Las primeras páginas están vacías pero a medida que voy pasándolas me voy encontrando bocetos que deduzco que son hechos por él, además de anotaciones en el pie de algunos de ellos

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Encontré un lugar donde ser yo, donde poder despojarme de todo problema.

Encontré un lugar donde ser yo, donde mi mente puede descansar.

Encontré un lugar donde ser yo,  y poder llamar hogar.


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