Dark Side |HS|

Capítulo 25: Puños calcinadores

                  Capítulo 25

          Puños calcinadores.

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Maratón 2/2

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Cuando llegamos a nuestro destino el hecho de que todo el camino hecho me resultase conocido cobra sentido. Los grandes árboles a los lados de la carretera, los campos que he ido viendo por el camino... Todo me era familiar. Nos encontrábamos en la pequeña casa en medio del bosque a la que fuimos tiempo atrás. Recuerdo cuando Harry se adentró en el edificio en el que frecuentan haber fiestas para obtener la dirección de ésta.

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Harry baja del coche y lo rodea hasta la puerta del copiloto,  abriéndola para que Dakota salga. Tengo manos, sí,  pero aún así espero a que sea él quién abra mi puerta. En caso de que sea la rubia no dudaría en golpearle con ésta. Espero y espero, pero en vez de que abra la puerta se adentra en la casa junto a la rubia. Salgo del coche cerrando la puerta lo más fuerte posible y me dirijo al interior de la casa.

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Una vez dentro Harry aparece del fondo del pasillo con un pantalón y una camisa sobre sus brazos. Son deportivos, al igual que su atuendo.  Se acerca hacia mí y me lo tiende.

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- Creo que te irá un poco grande - dice con su ronca voz - puedes cambiarte en el baño.

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Cojo la ropa tendida y él se adentra en el salón.  Por un momento creo que estaría bien cambiarme en el salón mismo para que no pasase ni un segundo solo con Dak pero recapacito, y me doy cuenta de que sería muy raro.

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Me cambio lo más rápido posible para no hacerle sufrir mucho tiempo. Antes de ir al salón entro a una habitación cercana. En ésta solo hay una cama, nada más.  Dejo mi ropa sobre ésta y me dispongo a salir. Cuando llego al marco de la puerta me choco con alguien, lo más probable es que sea con Harry nada más ni nada menos que por su cuerpo. Es imposib que una chica tuviese la anatomía de la persona con la que me choqué. Levanto mi vista y me encuentro con alguien conocido,  mi "lagarto guardián" retrocedo y llevo mis manos a mi boca para evitar gritar.

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El avanza y cierra la puerta dejándonos aislados. Intento mostrarme fría y que no se percate de mi miedo. Me gustaría gritar, pero eso implicaría que el huyese y no me diese las respuestas que necesito.

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- ¿Qué qu-quieres? - pregunto tartamudeando.

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- Solo tu verdadero amuleto te podrá salvar.

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Tras esas palabras quise golpearle a él también,  estaba cansada de sus estúpidos acertijos yo lo que quería era una respuesta directa.

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Llevo mis manos a mi colgante,  mostrándole que lo llevo conmigo. Él niega.

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- Dije tu verdadero amuleto.

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- ¿Qué más podría ser? - pregunto exasperada.

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Dejo mi mirada fija en mis zapatillas e intento pensar.

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