Dark Side |HS|

CAPÍTULO 1

Nota: esta historia no ha sido editada todavía, por lo que, es posible que encuentren alguna que otra falta ortográfica. A eso le añado que soy bilingüe con dos idiomas parecidos(castellano y catalán) y a veces me genera confusión.

PROTECCIÓN

Camino de regreso a casa bajo la ténue luz de la luna, acompañada de la iluminación de una solitaria farola intentando emitir luz a duras penas ya que con suerte conseguía permanecer dos segundos sin parpadear y atraer una que otra polilla. La calle en la que me encuentro es fría, vacía y silenciosa, no me refiero a un silencio típico de una calle deshabitada sino a un silencio inquietante, como si no estuviese sola, como si hubiese alguien más con sus ojos acechando sobre mí.

Avanzo unos pasos más y es entonces cuándo empiezo a sentirme más observada. Siento una presencia unos metros detrás de mí, exactamente a la misma altura que se encuentra un viejo coche oxidado que me detuve a observar pasos atrás. La sensación me inquieta pero no tengo la suficiente valentía para girarme. No, no la tengo.

Acelero mi paso para llegar cuánto antes a casa para poder refugiarme bajo mis mantas y así poder sentirme protegida, a salvo de cualquier peligro, solo con un par de capas de tela. Pienso en mi oso de peluche, y lo bien que debe sentirse abrazarlo en un momento como este y es entonces cuando mi paso se detiene bruscamente. Parpadeo, grito interiormente, respiro profundamente para procesar lo que mis ojos están viendo, para poder decirme a mi misma que esto no es más que un sueño pero mi pulso no hace más que aumentar a la vez que siento mis palpitaciones más fuertes. Mi mirada fue directa a un gran animal de pelaje oscuro, del tamaño de dos coches apilados uno encima del otro y sus rojizos ojos actuando como luminosos faros. Me detengo en estos por lo hipnotizantes que me resultan, por como succionan una parte de mí dejándome casi sin aliento, paralizándome por completo.

Retrocedo un paso inconscientemente, intentando encontrar el modo de esconderme, de no seguir contemplando tal aterrador acontecimiento. Doy otro segundo paso, y me arrepiento, un terrible aúllo es emitido por la bestia, incrementando mi miedo, mis ganas de gritar y empezar a llorar ya que no sé que tiene preparado el destino para mí. Ya que no sé si podré seguir contando noches después de ésta.

Sin pensarlo dos veces empiezo a correr hacia el interior de un bosque que se encuentra a mi izquierda. Mis piernas se mueven sincronizada y autoritariamente cómo si yo no tuviese el control de éstas, como si mi cuerpo independientemente de mi mente supiese que corro peligro y que no me queda otra que huir. No queria que él me alcanzase, no quería que él lo hiciese.

Los árboles color ceniza y sin vida parecen ser testigos de los intensos aullos que se escuchan a lo lejano, cosa que me tranquiliza ya que me indica que se encuentra lejos y estoy un poco más cerca de sobrevivir. Miro atrás y respiro aliviada, ya no me sigue. Empiezo a caminar para normalizar mi pulso y me sigo sumergiendo en la oscuridad del bosque con el cielo libre de estrellas. Los centenarios árboles y las hojas de éstos hacen del paisaje una bosque negro y siniestro completamente escaso de vida, debería asustarme pero no lo hace, después de lo ocurrido minutos atrás no hay nada que me asuste.

Me detengo en seco para prestar atención, una débil vocecilla corea una frase prácticamente inaudible para mis oídos. Pero aún así me esfuerzo en escucharla. Estoy tan concentrada en ésta que no me percato de sus rojizos ojos puestos en mí, de su inquietante presencia y antes de que quiera reaccionar la bestia se abalanza sobre mí. Me sumerjo en la oscuridad y me siento rodeada por ella y por alguna extraña razón no es fría, sino cálida.

Mi puerta se abre rápidamente a la vez que grito, sintiendo como el sudor empapa mi frente y hace que las prendas que llevo puestas se peguen a mi piel. Me duele el pecho por las fuertes palpitaciones y la velocidad de mi respiración aumenta hasta tal punto que se me hace dificultoso respirar.