¿Un amor de película? [Shadonic | Scourganic]

°•°CAPÍTULO 32•°•

Días después...

Estudio del centro "Los soles"...

Las luces iban encendiéndose de una a una conforme aquel erizo caminaba por el pasillo, siendo iluminado su traje color gris, al igual que sus púas peinadas con cera. Una rosa en su solapa y su corbata guinda.

— ¡Listos para grabar! —se escuchó por uno de los camarógrafos quien preparaba su cámara.

— ¡Un minuto para estar al aire! —gritó una chica con un pequeño folder en manos —.  ¡Andrés, Galileo! ¡A sus puestos! —los nombrados eran terminados de maquillar al fondo del cet, rodando los ojos al escuchar los gritos de su jefa.

— ¿Escuchaste, Gali? Parece que tendremos visita hoy en el programa —dijo el gato marrón, frunciendo el ceño con algo de molestia. Ni un poco le agradaba la idea.

— Será otro imbécil que quiera quitarnos el puesto. Como María Antonieta D'gil ó Adalia Raymon —gruñó suavemente el erizo pelirojo después de pronunciar el par de nombres.

— Escuché que sólo se presentará hoy y tendrá su propio programa —comentó el de ojos marrones, dejando su asiento junto a su compañero para seguir las indicaciones de su jefa —. Qué suerte tiene el idiota —masculló irritado.

— No le durará mucho. Y menos por su actitud —habló confiado el más bajo, colocándose en una de las sillas del estudio, observando como todos se acomodaban para dar comienzo al programa —. Te apuesto lo que quieras.

— Acepto el trato —respondió el contrario en un pequeño susurro, sonriendo a donde las cámaras.

— Estamos al aire en 3... 2... 1 —hizo una pequeña seña la jefa con su dedo índice, colocándose a un costado de la cámara principal.

— ¡Hola gente, éste es el programa Today! Les damos la bienvenida —dijo el moreno, Galileo, leyendo de una pantalla electrónica que estaba al otro costado de la cámara —. El día de hoy tenemos un invitado especial aquí en el estudio.

— Un zorro querido por muchos —siguió el argumento el de pelaje pelirrojo, cediendo de nuevo el turno a su compañero —. Aunque odiado por la mayoría —musitó para sí.

— Uno de los conductores de farándula más reconocidos en los últimos años —finalizó su parte sonriendo con total falsedad, gruñendo suavemente al ver como al fondo del cet se encontraba éste mismo.

— Omar Mateen —le presentó el pelirrojo alzando los brazos, haciendo una seña hacia donde el nombrado aparecería. Aquel hombre tomó lugar en el sitio, un zorro color rubio de ojos marrones. Vestido como anteriormente se había mencionado.

— Hola —saludó con una sonrisa ladina, mirando a donde la cámara, recibiendo aplausos en el estudio —. Me alegra verlos después de tanto tiempo...

Televisor tras televisor iba sintonizando el canal de más en más, todos se encendían, se colocaban al máximo volumen y las respectivas familias de cada hogar se colocaba frente a ellos.

Pero a diferencia de todos esos möbians, en uno de los hospitales del centro, un erizo apagaba el televisor que estaba en la esquina superior frontal de su cama, golpeando fuertemente esta misma.

— ¡Maldita sea, lo qué nos faltaba! —gruñó mirando a varios puntos de la habitación, topándose varias veces con la mirada desanimada de su pareja. Con ese par de ojos marrones que tanto amaba, tranquilizándole un poco la última vez que les observó.

— No te pongas así, ¿qué pasa? —inquirió el de gran copete, jugueteando con una de las manos del contrario, la que hace unos momentos tenía empuñado el control remoto de la pantalla.