alteregos - spiderman: homecoming

ten . elevators problems

Capítulo diez
Problemas de elvador

Quité el brazo de Peter de mi lado, haciendo que me dejará de acorralar. Reí al ver su mueca de fastidio al ver que no tenía el control de la situación.

- Peter, en realidad, no quiero que expectes mucho... En serio... - no pude terminar mi frase, porque de una manera, Spidey me había quitado la máscara y había soltado un suspiro profundo.

Casi como si fuera un reflejo, me tapé la cara. Me había sonrojado al ver su reacción, y al saber que él se había dado cuenta de que Tessa, su "mejor amiga" era Ice.

- ¿T-Tessa?

Miré al piso con vergüenza.

Seguramente no me esperaba como Ice. Seguramente quería a alguien más como Liz o como Betty Brant en mi lugar...

Tal vez no era lo suficiente.

Me hice a un lado, pues por su cara, parecía que se había quedado en shock.

- Perdón, perdón, Peter. En serio no quería que me conocieras... Porque no soy lo suficiente para ti, en realidad. Tú eres un gran chico, yo soy... Solo una chica solitaria que ni siquiera es tan guspa como Liz... O... - respire profundamente antes de continuar de hablar.

Pero no pude hablar porque el me calló, con un beso.

Sentí como mis mejillas se ponían rojas, pero en vez de alejarme, le seguí el beso. Lo tomé de las mejillas y nos seguimos besando.

Aunque apenas acababa de pasar mis primer beso, no podría olvidar que un superhéroe y su alterego también me lo quizo dar.

Ese beso significaba muchas cosas, una de ellas que a él no le importaba fuera quién fuera, pues para él yo era genial.

Y aunque sabía que iba a pasar toda una noche en esa gigante caja blindada con fuerzas especiales para que salieramos hasta el amanecer, sabía que iba a estar con Spidey-Boy, y con Peter en el fondo.

[...]

- ¿Karen? ¿Quién es Karen, Peter?

- A-Ah... Es el programa del mecanismo que esta incorporado con mi traje... El traje que diseño el señor Stark.

- Oohh.

Después de esa pequela interrupción, seguí tratando de dormir encima de una de las tantas cajas de la bodega en donde estabamos encerrados Peter y yo.

- Estoy aburrida Peter - dije. Escuché su risa desde el techo, pues estaba parado en el y estaba probando sus telarañas desde allá arriba.

Luego, se alcanzo a escuchar su telaraña resbalandose por el techo me hizo pensar que venía hacía acá. Abrí loa ojos y lo encontré delante de mi de cabeza. Reí y me pare, pues estaba acostada.

- Mira, sé que no podemos salir hasta la mañana, pero - alargo la "e". Le sonreí -, podemos tratar de encontrar la forma.

- Si es así - puse ambas manos en mi cintura -, manos a la obra Cabeza de Telaraña.

[...]

Los ojos se me estaban cerrando del sueño. Me recargue en el hombro de Peter, y él me rodeó con un brazo.