alteregos - spiderman: homecoming

sixteen . Stark and Rogers

Capítulo diez
Stark y Rogers

– Buenos días – sonreí al escuchar la voz de Peter en mañana. Escuche su risa y luego como la cama se removía, debido a que se había salido de esta – , hoy tenemos escuela si no lo recuerdas, vamos a llegar potencialmente tarde.

Alce una ceja y abrí mis ojos, que miraban la pared color crema de mi habitación. Luego me fije en el reloj-depertador al lado de ni cama, y casi me caigo al ver la horam

– Oh, mierda – Peter volvió a reír – , necesito darme una ducha Peter. Este... ¿nos vemos en el tercer periodo?

– Supongo que si – ya con la ropa puesta, se acerco a mi y me planto un beso en la frente. Quite Las cobijas de encima cuando él iba a salir por la ventana, pero al momento de tratar de poner mis pies en el suelo, un gran estruendo se hizo presente – , ouch, que buena caída.

Lo mire de mala manera y me pare con cuidado. Peter se dio media vuelta y me tomo de los hombros para ayudarme. De un rápido movimiento me cargo, y ya me encontraba en la tina de mi baño, sentada obviamente.

– Gracias – le agradecí. Él se acerco a mis labios y nos besamos. Se alejo y se dio media vuelta.

Salio por mi ventana, pues no escuche la puerta abierta.

[...]

Llegue a la escuela en el inicio del tercer periodo, osea Matemáticas. Entre al salón de clases apresurada, y me senté en mi lugar compartido con MJ, que estaba ahí leyendo un libro como la come-libros que era.

– Hasta que vienes Tessa – puse una pequeña sonrisa de nerviosismo. Un golpe en la puerta me sobresalto y voltee a esta, encontrándome con un Peter agitado y con sus cuadernos EB mano.

Pero esperen.

Estaba. Jodidamente. Despeinado.

No traía el gel de siempre.

– Oh, y miren quien entro detrás de ella, Parker – MJ despego la mirada de su libro y me volteo a ver interrogante –, mas vale que tengas una explicación para esto señorita.

La maestra entro al salón, salvándome de una buena regañadiza se mi mejor amiga.

En toda la clase no puse mas que atención a las miradas que Peter me mandaba, y que yo le correspondía.

Ya veía porque en mate me iba tan mal.

[...]
,
– Liz – dijo Peter llegando al lado de la morena, que miraba la vitrina de premios que el Decathlon, junto a ella, había ganado – , quería disculparme por lo de el Homecoming.

Sin embargo, la cara de la Morena se plantó en mi, y con una mueca de asco hablo.

– ¿Y tú qué quieres Pearl? – el tono de voz de Liz no podía ser más venenoso. Mi cabeza casi me gritaba que me diera la vuelta y esperará a que Peter se disculpara con ella.

– Quería decir lo siento también – la Morena se sobresaltó al escucharme decir aquello – , sé que ninguna de las dos nos llevamos bien durante tu estadía en Midtown, pero al menos yo traté de hablarte bien. Tú no.