Daryl no puede dormir, no sabe si es por la luz de la farola de la calle que se cuela entre los pequeños resquicios de la persiana cerrada, el hecho de que está en una cama que no es la suya, que está durmiendo completamente vestido o es su presencia...
No puede dejar de mirarla y sonreír como un tonto enamorado.
No se ha movido en toda la noche, y cuando lo ha intentado el dolor se ha metido en su sueño y se ha quejado aún dormida.
Está boca arriba, con las manos sobre su vientre y la cabeza girada hacia él. Está preciosa...
Hará media hora le volvió a subir la fiebre, le dio un antigripal y ahora debe de estar bajándole, porque su cabello se aferra sobre su frente húmeda por el sudor.
Se siente tan estúpido por la ilusión que siente por el hecho de que estén durmiendo juntos... vale que hay una distancia entre ellos, y Sophia duerme plácidamente en el centro de la cama, pero le gusta. Le encantaría poder acercarse más, abrazarla, tener a su niña sobre un lado de su pecho y la cabeza de ella sobre el otro, están juntos como una familia... Ilusiones estúpidas.Sophia se mueve en sueños y se gira hacia él.
No puede evitar sonreír al ver la habilidad que tiene ya para cambiar de posición, es increíble lo rápido que pasa el tiempo.
Colocar su rostro frente al de ella y la observa. Cada día está más bonita, y su amor paternal crece cada día un poco más. Ya no concilia la vida sin ella.
Besa la punta de su nariz, y ella como de costumbre la arruga y se frota la cara con gesto malhumorado, aunque esta vez, también alza la cabeza y busca a ciegas con la boca abierta algo, hasta que da con la punta de la nariz de su padre y comienza a succionar con fuerza.Daryl se echa a reír.
-¿Qué haces? ¿Intentas darme un beso o tienes hambre? -pregunta en voz baja, y su niña gruñe en respuesta. Es una pequeña gruñona -Vale, tienes hambre -llega a la conclusión.
Mira a Carol, le da pena despertarla, duerme tan plácidamente ahora, después de varias pesadillas y delirios por la fiebre... y ha eso tiene que añadirle que ha tenido un día agotador. Entonces recuerda: Aún queda un biberón lleno de leche materna esperando ser consumido.
-Vamos pequeñaja -susurra cogiendo a su niña, y caminando descalzo a la cocina, con ella en brazos.
Procura no hacer ruido para no despertar a nadie.
-La tía Tara ronca -le susurra a Sophia cuando pasan por la puerta de la que era su habitación, y escucha su respiración.
Enciende la luz, ambos parpadean varias veces para adaptarse a la iluminación artificial.
La mira, ella le observa con la boca entreabierta y los ojos entrecerrados, aún medio dormida. Sonríe, tiene la misma expresión que su madre cuando está recién levantada.
Abre la puerta de la nevera y saca el último biberón disponible. Sophia se agita nerviosa en cuanto lo ve, sabe lo que contiene ese objeto.
-Ya voy, glotona, primero hay que calentarlo -avisa, metiendo el biberón en el calientabiberones y pulsando el botón para que esté a la temperatura idónea para su consumo.Ella bosteza, y le contagia el bostezo a él. Sonríe al darse cuenta de lo que ha provocado en su padre.
-¿Te hace gracia? -pregunta besando su sien, y disfrutando de su olor a bebé. Nunca había cuidado de ella de noche, a pesar de que podría haberlo hecho, ya que el idiota de Ed pasaba todas las noches en casa de Merle, pero Carol nunca se lo ofreció, y él nunca se atrevió a pedirle permiso para quedarse.
Le gusta cuidarla, le da igual estar muerto de sueño, disfruta de cada segundo que pasa con ella, y sólo pide que el tiempo pase despacio y él pueda vivir una larga vida a su lado.El calientabiberones se detiene y Sophia grita impaciente, sabe lo que eso significa.
-No grites, mamá y Tara están durmiendo -susurra, probando la temperatura sobre el dorso de su mano, comprobando que se haya calentado correctamente, para impaciencia de la pequeña, su madre es más rápida.
Se acomoda en una silla y disfruta de ver a su niña alimentarse, de los sonidos que hace al tragar, de cómo agarra con sus pequeños dedos la mano que está sosteniendo el biberón, y de como le mira fijamente con esos enormes ojos azules, sin apartar la vista de él.
-Debería ser delito que me mires así -susurra, ganándose que su hija le regale una de sus hermosas sonrisas -Y que me sonrías así también -ríe, amando los sentimientos que tiene por ella. Se lo repite una y otra vez: Qué estúpido fue cuando le dijo esas barbaridades a Carol el día que se enteró de que estaba embarazada "eso jamás lo reclamaré" Dios, cómo pudo ser tan bestia... Si pudiese volver al pasado se partiría la cara, se contaría lo maravilloso que es ser padre, se diría que esos sentimientos que tiene por ella es amor, se contaría por todo lo que está pasando Carol, y volvería al futuro, para... para ver como Carol ha rehecho su vida con otro hombre y es feliz...
No le importaría si así le hubiese ahorrado un año de sufrimiento.
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Sólo una noche
FanfictionIba a ser sólo una noche, sin compromisos, sin amor, sin promesas vacías, sin nombres, una noche donde los problemas de cada uno no existen, donde pueden ser otra persona, sólo una noche y después olvidar.