Capítulo 19: Visitas de Navidad

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Pronto ya se encontraban cercanos a las festividades. El sábado 20 de Diciembre, todos los alumnos se despertaron y luego del desayuno, aquellos que pasarían en su casa las festividades, tomarían el Expreso de Hogwarts.

James y Rose se quedarían con su familia, en Hogwarts, cuidando a aquellos que pasarían sus vacaciones de navidad allí. Para nochebuena y navidad vendría el resto de su familia (sus abuelos, tíos, primos no escolarizados, Remus, Tonks y sus hijos) a pasarlas con ellos.

Por otro lado, Maggie había decidido que después de haber pasado tanto tiempo con sus amigos de Hogwarts y su familia mágicacomo la llamaba ella, debía pasar estas fiestas con su familia. Además, después de enterarse que una vieja amiga de secundaria también era bruja, debía visitar Argentina lo más pronto posible. Sin embargo, Ginny y Hermione, quienes la trataban como una hija más, luego de darle todo para su viaje, le habían agregado a su bolso polvos flu, en caso de que ella quisiera volver antes. Hermione Granger le pidió a Maggie que le enviara una lechuza con su dirección cuando la chimenea esté lista, de manera que pudiera agregarla a la red flu con la conexión instantánea de "Casa de Maggie".

James, por su parte, seguía enojado con Harry Potter. Ninguno de los dos se hablaba y esto entristecía mucho a Harry, quien no podía pasar una clase de Defensa contra las Artes Oscuras sin maldecirse por ser tan idiota y mal padre.

Maggie empacó todo en una pequeña valija encantada con magia. Era pequeña pero tenía una híper extensión indetectable. Allí llevaba todos los regalos para su familia, más pergamino, pluma y algo de lectura ligera para el viaje, camuflada en libros muggles, o lectura algo más pesada para sus días en su casa.

Los regalos para la gente de Hogwarts habían sido dejados en manos de Hermione, la única que no pecaría en ansiosa y los entregaría antes, o los abriría, como si lo harían Rose, James. Incluso Ron y Ginny.

Maggie ya estaba vestida con su atuendo muggle para abordar el Expreso. Bajó de la habitación junto a Lindsay, quien también pasaría las vacaciones lejos de Hogwarts. Fue directo al Gran Comedor donde estaban Rose y James, sus dos mejores amigos.

- ¿Ya te vas? - preguntó Rose parándose frente a ella.

- Sí, el Expreso sale en media hora. Tengo que estar antes, ya saben.

- ¿No hay posibilidad de que pases las fiestas con nosotros? - Ella negó - ¿Cómo harás?

- Cuando llegue a Londres me voy a alquilar una habitación en el Caldero Chorreante por esta noche, y a la mañana siguiente sale mi vuelo a Argentina, y luego, taxi, tren, colectivo... ¡Y estoy en mi casa! - James la miró extrañado. Evidentemente no sabía qué demonios eran esas palabras - Medios de transporte, como hipogrifos, escobas o theastrals.

- No entiendo porque te niegas a llevarte mi escoba para viajar - espetó James.

- Porque me cansaría demasiado. Y me aburraría de manejar sin ver nada diferente. Ahora, quiero que me llamen cualquier cosa ¿sí? - Ambos asintieron - Tú, James, solo sabes usar red flu. Pero tú, Rose, puedes llamarme por teléfono hasta que tenga la chimenea. Los extrañaré en serio - Maggie abrazó a sus dos amigos a la misma vez - Enserio. Cuídense.

- Te extrañaremos - dijo James abrazando Rose, mientras Maggie tomaba su valija muggle.

- Yo a ustedes. Y ni siquiera intenten tomar los regalos que le dejé a Hermione. Los hechicé. Asi que, si no quieren pústulas con pus, les recomiendo que no se acerquen - ambos rieron.

- ¡Maggie! - Se escuchó la voz cantarina de Lindsay - Ya nos debemos ir.

- Hasta pronto. Envíenme lechuzas, recuerden que no me llevo a Kirlia - gritaba mientras se alejaba. Hasta que de pronto, su cabello castaño no se encontraba más en la habitación.

James Potter y el regreso de los mortífagos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora